Recordó que toda vacuna tiene que pasar por un proceso y si todo funciona bien, el siguiente paso es la manufactura de la misma.
Luego de que el laboratorio estadounidense Moderna haya anunciado que su vacuna contra el COVID-19 haya sido probada en un laboratorio norteamericano, Rodrigo González, doctor en microbiología e inmunología, experto de Harvard, dijo a Universo 970 AM que para saber si una vacuna es funcional y segura se hacen ensayos clínicos divididos en tres etapas. “Lo que Moderna está anunciando ahora es que ya está terminando la tercera etapa de las pruebas de las que está realizando”, mencionó.
El experto explicó acerca de los pasos que se deben cumplir para una vacuna. “Básicamente se refieren al número de individuos que incluyen en la primera etapa. Lo que se evalúa es qué tan segura es la vacuna, entonces se suministra la vacuna a un número bastante reducido de personas y se observa si tienen fiebre o algún otro tipo de respuesta. Una vez que se establece que las personas están bien, se procede a la segunda etapa con un número mucho más grande de personas y se establece también si es segura la vacuna y se empieza a estimar también qué tan funcional puede ser, por ejemplo si existe producción de anticuerpos, etcétera”, apuntó.
Agregó que en la tercera etapa es prácticamente lo mismo, pero con un número muchísimo más grande de personas, entonces se va construyendo a partir de la primera etapa hasta la última teniendo más números de personas para tener más confiabilidad en lo que está pasando.
Explicó que lo informado desde el laboratorio Moderna no supone ni que habrá vacuna para todo el mundo ni tampoco que la vacuna va a funcionar. Los datos no han sido revelados y todavía faltará tiempo para que puedan ser vistos por todo el mundo, manifestó.
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Seguridad
Para el experto, la noticia por ahora es algo muy buena, por supuesto. “Es tal vez la primera vacuna que llega a esta etapa, otras llegarán también muy pronto, pero por ninguna razón tenemos nada que nos indique que van a funcionar a la primera. En asuntos de seguridad es muy probable que no causen muchos efectos secundarios como todas las vacunas, pero que funcionen y sean efectivas, esa ya es otra cuestión”, apuntó.
González mencionó que la seguridad es un aspecto muy importante. “Aunque funcionara la vacuna, si causa efectos secundarios drásticos sería algo que no podría funcionar, que no sería viable, pero eso es muy raro en vacunas. Las vacunas son mezclas muy simples y por lo general causan fiebre, un poco de dolor en el brazo, ese tipo de cosas y no se espera que ninguno de estos candidatos pueda causar mayor problema a nivel de salud como efectos secundarios”, afirmó.
Sostuvo además que el asunto de que la vacuna sea eficiente para controlar el virus esa es otra pregunta mayor y mucho más difícil de contestar, y es un problema bastante grande el llegar a ese tipo de situaciones.
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Objetivo de las vacunas
Recordó que hay vacunas en las que se trabajan muchísimos años y todavía no se ha encontrado nada que controle una enfermedad, por ejemplo la malaria, entre otras muchas.
“El objetivo de una vacuna, por decirlo así, es engañar al sistema inmune. Se pone alguna fracción, muestra o algún componente relacionado al virus o al agente infeccioso que causa enfermedad adentro del cuerpo, pero sin que pueda causar enfermedad”, indicó.
El experto aseguró que si todo funciona bien, el siguiente proceso es la manufactura de la vacuna. “Dependiendo de los componentes, la fabricación puede ser muy fácil o un poco más complicada y luego de la fabricación su distribución. Recordemos que no estamos hablando de 1.000 personas, sino que estamos hablando de millones y millones de personas alrededor del mundo”, enfatizó González.