Los vendedores del Mercado de Abasto también sienten las consecuencias de la crisis desatada por la pandemia del COVID-19. Los permisionarios se reinventan para sobrellevar el mal momento y sobre todo ganarse el sustento diario.
“Bajó la venta por el tema de la pandemia. Al principio hubo cambio de horarios y cuando el cliente se adecuaba volvió a cambiar nuestro horario. Ahora estamos retomando un poco, pero la venta está baja, no hay gente”, señaló este martes Cynthia Morales, vendedora del Abasto, en entrevista con Universo 970 AM.
Sostuvo que no hay secreto para sobrellevar la crisis, reinventarse y ofrecer la mejorar calidad posible al cliente, pero a pesar del esfuerzo de los permisionarios, el temor de la gente y el aumento de casos del COVID-19 siguen generando casi un nulo movimiento comercial.
Los vendedores del Marcado de Abasto no tienen respaldo del Gobierno ante la crisis y ellos mismos deben generar para sus ingresos, sin importar el frío, el calor y la propia pandemia. Los trabajadores no saben hasta cuándo pueden aguantar, pero están haciendo todo lo posible para sobrevivir porque el hambre y los acreedores no esperan.
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“Está tocando el bolsillo de muchos compañeros, buscamos estrategias de venta. Somos del rubro de plástico, pero ahora implementamos más cosas para sobrevivir porque dependemos del día a día, somos gente humilde y no como los supermercadistas que pueden absorber toda esta situación porque ellos son capitalistas”, agregó la vendedora.
Pese a que los vendedores no dependen de forma directa del salario mínimo, el anuncio del Gobierno de congelarlo también tendrá incidencia en los sectores más vulnerables. Otro rubro muy afectado por la crisis es el comercio fronterizo y los representantes realizaron una caravana el lunes en Salto del Guairá, Encarnación, Ciudad del Este y Pedro Juan Caballero, pidiendo celeridad en la reactivación económica.