Una de las advocaciones marianas con más devoción en todo el mundo es la Virgen de la Rosa Mística. Los creyentes hablan de milagros, testimonios y mucha admiración a esta piadosa santísima Virgen María, explicó Jorge Catalino González, investigador de las devociones católicas.

En nuestro país, numerosas capillas y parroquias llevan el nombre de esta santa, mientras que en muchos hogares se tiene la imagen de la virgen a la que hoy rinden devoción. Con templos vacíos, varias localidades honraron a la virgen desde lejos.

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Las apariciones

Pierina Guill es la mujer a la que esta abvocación se presentaba. La primera vez en la primavera de 1947, cuando una señora de denotada hermosura que llevaba túnica morada y su cabeza estaba envuelta con un velo blanco, tenía el pecho atravesado por tres espadas y su cara estaba triste. Le recorrían lágrimas hasta el suelo. Sus tiernos labios se abrían para expresar: “Rezo, enmienda y resarcimiento”, luego se silenció, comentó González.

El domingo 13 de julio de 1947, en el hospital se manifestó de nuevo. Vestida de blanco y en lugar de las tres espadas, tenía tres rosas: blanca, roja y dorada. Las mismas embellecían su pecho. Pierina le preguntó sorprendida: “Por favor, dígame quién es usted”. Con una suave sonrisa la señora le respondió: “Soy la Madre de Jesús y madre de todos vosotros”, nos comentó el narrador.

En el templo del hospital de Montichiari, durante una ceremonia eucarística con la colaboración de médicos, practicantes y personas del lugar, hizo su manifestación. Todos percibieron una figura maravillosa, pero únicamente Pierina logró observarla a pleno y dar oídos.

“Mi eterno Hijo, agotado por las continuas humillaciones, quiso descargar su justicia, pero intervine como conciliadora, intermediando principalmente por las almas santificadas”, dice parte de la historia de las apariciones de la Rosa Mística.

En la cuarta manifestación, en el interior de la capilla sufragánea de Montichiari, tuvo por espectadores a diversas personas, entre las cuales figuraban algunos sacerdotes, mientras que en la quinta aparición le preguntaron: ¿Qué debemos hacer para efectuar sus anhelos de plegaria y flagelo? A esto ella respondió: “¡Oración!” Hizo silencio unos instantes y continuó: “confesión quiere decir, admitir las pequeñas cruces diarias y ejecutar el trabajo acostumbrado en espíritu de expiación”, comenta González.

En las siguientes apariciones llevaba un manto blanco y desde la cabeza le caía graciosamente en pliegue que eran sostenidos por un niño a la derecha y una niña a la izquierda.

Significado de las rosas

La rosa blanca simboliza el espíritu de oración. La rosa roja, el espíritu de reparación y sacrificio. La rosa dorada o amarilla, el espíritu de penitencia.

Coexiste una analogía entre la Rosa Mística y la Divina Misericordia. Los mensajes indican con repetición su mediación para que el Señor derrame su misericordia sobre todos los hombres.

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