A consecuencia de una serie de publicaciones realizadas por ex funcionarios de diversos locales gastronómicos, a través de Twitter se desencadenó un tsunami de quejas y reclamos de todo tipo hacia los empleadores de varias empresas de diversos sectores.
Tanta fue la repercusión de los tuits publicados por los trabajadores en la red social que los usuarios de la plataforma iniciaron una campaña “lugares a donde no ir” o “lugares no gratos”, a raíz de los relatos comentados por colaboradores que en algún momento trabajaron en el lugar.
La cuenta con el seudónimo @Agnes_Unicom realizó una publicación contando cómo era trabajar en dicho lugar, además de lamentar las condiciones laborales.
“Cuando trabajé en El Café de Acá: 8 horas al día, feriados, domingos, NUNCA gané más de 1.200.000, los dueños hablando de sus grandes planes de tener una granja para abastecer su local, de expandir etc. Nosotrxs los mozxs no sabíamos como llegar a fin de mes y dependíamos de propinas para pagar nuestro pasaje de vuelta a casa. Había gente que venía desde Paraguarí por 1 millón. Que miseria de gente. Y cuando la gente se enteraba que trabajaba ahí, me decía ‘que genial ese lugar, todo es rico, seguro es el mejor trabajo del mundo’” (sic), comenzó diciendo.
“Los clientes regulares nos derramaban el café en la cara cuando no les gustaba y nos descontaban DE NUESTRO SUELDO. También sacaban un porcentaje de nuestra propina diaria en concepto de vasos y vajillería rota del mes (????) si llegabas tarde por problema de bus o lo que sea te descontaban 50 mil (!!!!) o sea que ibas básicamente al pedo”(sic), añadió.
Cabe mencionar que nuestra redacción intentó comunicarse con la supuesta víctima, pero no recibimos respuesta alguna.
Por otro lado, La Nación se puso en contacto con José Cabarcos, uno de los propietarios de El Café de Acá, para conocer su versión acerca de lo acontecido, y manifestó: “Ya hicimos una publicación en nuestra historia comunicando que nosotros desde hace 11 años que trabajamos de forma legal, pagamos todo lo que tenemos que pagar y hacemos todo lo que estamos comprometidos a hacer, y no hay nada que demostrar, a no ser que alguien lo solicite”.
Seguidamente, expresó: “Aquí lo complicado es que hay personas que dicen cosas, que nos afecta directamente y de manera drástica es muy fácil tuitear y decir una historia, cosas feas como nos escriben a nosotros después y encima la persona que tuitea no sé ni quién es porque ni siquiera pone su nombre, entonces es muy difícil afrontar esta historia”.
Lamentó que todo esto se desate en este momento, bastante complicado. Agregó que si bien existen empresas que no cumplen, ellos están haciendo bien las cosas.
“Y esta ola de que se suman realmente es bastante feo porque tal vez existen empresas que no están haciendo bien las cosas y me parece genial que el ministerio investigue y tome las medidas que correspondan, y si nos toca a nosotros no me preocupa porque también ya nos ha tocado, lo que sí me preocupa es que en este momento tan complicado de ventas sucedan este tipo de cosas, realmente nos afecta, entonces me parece doble golpe, eso sí me pone triste”, añadió Cabarcos.
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Al mismo tiempo, al ser consultado acerca de la reapertura del local, indicó que están atentos, aguardando al 20 de julio para ver cuáles son las instrucciones del Ministerio de Salud porque implica un gran protocolo volver a contratar gente, a apostar, a brindar un servicio y que no entre nadie va a ser complicado. Pero finalmente dijo que creen que volverían en el mes de setiembre.