Aseguran que cuentan con los recursos para que el personal policial acuda en busca de ayuda, pero que tal vez sea el momento de una reevaluación.

Luego de conocerse este viernes el caso del policía que mató en Capiatá a sus dos hijos, sus suegros y su cuñada, temas como drogas, salud mental y el control existente en la Policía Nacional saltaron a la luz.

Al respecto, la comisaria María Elena Andrada, jefa de Relaciones Públicas de la Policía Nacional, habló en el programa A Fondo emitido por Unicanal acerca de las evaluaciones psicológicas que se les hacen. “En honor a la verdad, el primer estudio psicológico que se nos realiza es cuando somos postulantes para ingresar a la institución y posteriormente cada vez que vamos a ascender de un grado a otro”, expresó.

Mencionó que además de las pruebas teóricas y físicas, también son sometidos a nuevas pruebas psicológicas y también a lo largo de la carrera. “Tenemos cursos obligatorios que tenemos que realizar si tenemos intenciones de seguir escalando. Entonces, para ingresar a estos estudios, también somos sometidos a estudios psicológicos. Ahora, qué es lo que se evalúa, no estoy en condiciones de decir ni aclarar porque desconozco. Eso se tendría que tratar con los profesionales psicólogos”, sostuvo.

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En otro momento, la jefa de RRPP de la Policía dijo que no siempre el personal manifiesta síntomas visibles, pero que se cuenta con los recursos como para que de manera personal acudan buscando cierta contención o ayuda. “Me refiero a los casos que son imperceptibles, cada quien se conoce cómo es y si el personal policial se encuentra en alguna condición de problemas de índole personal tiene la libertad de manifestar a su jefe, a su superior y solicitar el apoyo del personal psicólogo”, aseguró.

Explicó que se cuenta con el equipo técnico de la Dirección de Gestión de Personal, además de la asesoría del departamento de Asistencia Social y Jurídica Familiar. “También tenemos nuestro hospital de Policía, entonces contamos con el personal idóneo, a veces basta con que uno se decida y requiera este seguimiento”, expresó.

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Así también, Andrada manifestó que no tenemos la cultura de acudir al psiquiatra o al psicólogo ante una situación de necesidad, pero que es cultural.

“Es momento quizás de rever nuestro sistema de evaluación, reestructurar, gerenciar tareas interinstitucionales, inclusive, para tratar y enfocar estos temas de descontrol y manejo de crisis, situaciones de violencia, algún que otro problema de índole psicosocial por el cual cualquiera de nosotros puede atravesar, yo reconozco que es una falencia”, puntualizó.

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Finalmente, señaló que en el 2017 se le había hecho un test psicológico al policía en cuestión cuando hubo una denuncia de violencia familiar. “Tengo entendido que a él se le hizo un test en el año 2017, justamente por una denuncia de violencia intrafamiliar que había tenido y que cuando eso se le había hecho un estudio psicológico. Pero él es suboficial segundo todavía y no estaba haciendo el curso de aplicación, entonces no se le habría aplicado todavía ningún test psicológico”, apuntó.