Tras 10 días de internación, un pequeño de tan solo un año venció al COVID-19, dejó atrás la pesadilla del aislamiento y volvió al calor de su hogar. Él estuvo internado en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente Juan Max Boettner (Ineram), al ser derivado del Instituto de Medicina Tropical.

Con mucha alegría, globos, músicas, regalos, tal como un cumpleaños, enfermeras y todo el personal de blanco del Ineram despidieron al pequeño guerrero de un año y 9 meses que sobrevivió al COVID-19, que ya se cobró un total de 19 vidas en nuestro país y tiene en jaque a todo el sistema sanitario paraguayo.

La buena noticia circuló rápidamente en la redes sociales mediante un video que difundió el Ministerio de Salud Pública. El mismo causó mucha alegría y emoción a la gente, así como sembró esperanzas al pueblo paraguayo de que se puede superar este mal que actualmente es un dilema para todos los países del mundo.

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“Muchas felicidades señora, nos vamos sanitos a casa”, se escucha a una médica decir a la madre del pequeño guerrero que tiene en brazos, al momento de entregarle un globo. Luego, otros médicos se acercan con regalos al niño en medio del emotivo festejo de despedida.

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Sus síntomas: dificultad para pararse y desviación de los ojos

La pediatra tratante María Laura Rodríguez Palacios, del Ineram, manifestó que el paciente no tuvo nexo y presentó síntomas, por lo que se procedió a practicarle la prueba del hisopado, dando como resultado positivo. Inmediatamente el niño fue aislado con su madre –quien no presentaba síntomas– y recibió el tratamiento correspondiente.

“Es un pacientito proveniente de Asunción, sin aparente nexo conocido. Presentó antecedentes de fiebre, lesiones en la piel, con previa consulta ambulatoria, hasta que la fiebre persiste y empieza a tener síntomas de origen neurológico. Dificultad para la marcha, para mantenerse parado y desviación de los ojitos. Eso motivó su internación, desde otro servicio de donde nos derivaron”, indicó Rodríguez Palacios en comunicación con La Nación.

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Con esos antecedentes, se procedió a realizar una tomografía de cráneo en donde se ven imágenes características de una enfermedad genética, por lo que se le práctico el hisopado. En este sentido, la pediatra manifestó que está pendiente un estudio con mayor profundidad que se hará de forma ambulatoria, así como su seguimiento por un neurólogo infantil.

“No requirió su ingreso a terapia intensiva, él se mantuvo estable, con buen estado de ánimo, apetente, en aislamiento con la madre, que también fue estudiada. Tuvo muy buena respuesta con la colaboración de la madre que se portó excelente”, explicó la pediatra tratante, quien dio el alta médico al pequeño luego del hisopado que finalmente dio negativo.

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