Personas que aseguran ser familiares de la joven esteña, última víctima fatal del COVID-19, desmintieron el reporte del Ministerio de Salud Pública, que dio cuenta de que la paciente de 18 años falleció este martes en el Hospital Ineram a causa del nuevo coronavirus.
La supuesta tía, en contacto con medios de comunicación, manifestó que la familia no cumplirá la cuarentena, ya que la sobrina padecía de diabetes congénita y que su expectativa de vida solo era de 15 años y que pese a eso vivió tres años más y celebró sus 18 años el pasado 17 de junio.
“Es una gran mentira lo que dice el Ministerio de Salud y es para asustar a la gente. Su pronóstico de vida era de 15 años y Dios le dio tres años más de vida”, expresó la mujer.
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Esta persona, que se presentó como Lucía, aseguró que los allegados a la joven, e incluso su misma diabetóloga del Instituto de Previsión Social (IPS), desmienten categóricamente el diagnóstico dado por el Ministerio de Salud Pública sobre la patología causante de su muerte.
Por su parte, el Dr. Carlos Morínigo, coordinador de Aislamiento en el Ineram, reiteró que la joven esteña falleció a consecuencia del COVID-19 y reconoce que la paciente sufría de diabetes tipo 1 así como otras complicaciones como insuficiencia renal. La joven dio positivo a la prueba del COVID-19, lo que habría empeorado su cuadro y provocado su muerte.
Morínigo aseguró que le practicaron el hisopado a la paciente que ingresó al Ineram 72 horas antes de su muerte. Aseguró que todos los casos son tratados como COVID-19 positivo.
“Nosotros cuando recibimos pacientes por cuadro respiratorio lo primero que se le hace es el hisopado. A esta señorita se le hizo la prueba allá en Ciudad del Este y también en el Ineram. El resultado dio positivo para COVID. El protocolo indica que se debe realizar el test”, expresó el médico.