En estos días, conocimos los casos de un cura que habría sido encubierto por la Iglesia a pesar de estar acusado de abuso sexual, y de un catequista que habría abusado de al menos 20 personas haciendo uso de su condición de hombre religioso. Según las denuncias, ambos casos son de larga data, pero sus protagonistas mantenían sus roles en el ámbito eclesial.
El catequista, identificado como Víctor González, lideraba el grupo juvenil Misioneros de San Gerardo de la iglesia Virgen de las Mercedes de Lambaré. Se presume que desde hace 10 años venía abusando de adolescentes, de entre 14 y 15 años, en los retiros espirituales que llevaba adelante.
El cura, identificado como Anuncio López, se desempeñaba como cura párroco de la parroquia Santa María y director del colegio Santa María del Chaco de la localidad de Mariscal Estigarribia. Ya en el 2014, un grupo de siete jóvenes presentó una denuncia concreta ante la Iglesia para exponer los abusos que presuntamente cometía el sacerdote. Se adjuntaron imágenes en las que se lo veía con menores de edad, con torso desnudo, besándose. Hasta el momento, no tuvieron respuesta.
En este contexto, es inevitable traer a colación #IglesiaOscura, la serie de publicaciones que había realizado La Nación en mayo del 2016, que reveló que al menos cinco sacerdotes argentinos denunciados por abuso sexual estuvieron escondidos en territorio paraguayo, amparados por la Iglesia local y con una llamativa actitud del Poder Judicial, mientras eran buscados por la Justicia argentina. Además, casos de clérigos locales con negros antecedentes.
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Curas argentinos
Dos de los clérigos, Carlos Ibáñez Morino y Raúl del Castillo, seguían oficiando misa y compartiendo con feligreses en diversas actividades religiosas. El caso de Carlos Ibáñez es aún más complejo, ya que el mismo se encontraba suspendido en su obispado de origen, pero igual continuó ejerciendo en Paraguay; es más, llegó a concelebrar misa con el papa Francisco en Ñu Guasu, cuando su santidad visitó nuestro país en el 2015.
En otra faceta, Ibáñez logró hacerse de un status más que importante en el mundo académico nacional, incluso, a pesar de que no estaba habilitado por el Ministerio de Educación para ejercer, conformó el plantel docente de varias universidades públicas y privadas durante años.
En el caso de Raúl del Castillo, la congregación salesiana sabía de la denuncia por supuesto abuso sexual en su contra en Mendoza, Argentina, pero aduce que nunca recibió nada oficial. Del Castillo se hizo cargo de un proyecto denominado “Don Bosco Róga”, dedicado a atender a jóvenes y niños vulnerables. En los tribunales de Mendoza existe una causa que sigue abierta.
A ellos se suman los sacerdotes Carlos Urrutigoity y Luis Eduardo Sierra, quienes ya no están en nuestro país. El primero fue sacado de la diócesis de Ciudad del Este en junio del 2015, retornando a su ciudad natal Mendoza, Argentina. El segundo, si bien fue condenado por abusos cometidos en Claypole, Argentina, no pisó la cárcel, ya que fue beneficiado con arresto domiciliario con tobillera electrónica en su casa. Según denuncias, estuvo en nuestro país, específicamente en Asunción, donde también habría dejado antecedentes de abusos a menores.
El quinto caso es el de Aldo Vara, quien fue imputado por crímenes de lesa humanidad y estuvo prófugo de la Justicia argentina hasta que fue detenido en Ciudad del Este, donde falleció en junio del 2014, mientras guardaba prisión domiciliaria a la espera de que concluyera el trámite de extradición.
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Pedido de investigación
El Vaticano pidió que se abra una investigación. En principio, se formó una Comisión Especial de Investigación, pero luego se desmanteló; varios de los sacerdotes que debían ser investigados conformaban este grupo. Posteriormente, la Comisión se volvió a conformar, pero con otras personas. En el informe, solo se señala negligencia por parte de la Iglesia paraguaya a la hora de manejar el caso Ibáñez y de su presencia en Paraguay, principalmente, como sacerdote.
En este marco, se había anunciado que el mismo ya no podía ejercer como sacerdote y que se establecía un nuevo método de control para la llegada de sacerdotes de otros países a Paraguay.
Casos locales
Al menos hasta el 2016, en el marco de #IglesiaOscura, La Nación recopiló varios casos de abuso de parte de sacerdotes en el seno de la Iglesia. Los casos conocidos o denunciados se registraron en el departamento Central, teniendo como protagonistas a los clérigos Estanislao Arévalos y Gumercindo Caputo Segovia; en Amambay, Cecilio Ferreira y Herminio Abel Casco; Alto Paraná, Juan Andrés López Sosa y Mario Sotelo; en Concepción, Teobaldo Velázquez; Canindeyú, Juan Manuel Martínez e Isidoro Cabral; Guairá, Gustavo Ovelar y Francisco Bareiro. Desde entonces, pasaron 4 años durante los cuales lastimosamente la historia continuó repitiéndose.
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“La historia es la raíz de la nación y si muere la raíz, muere la nación”
- Fotos. Emilio Bazán
En estas fechas de celebraciones patrias, Augusto dos Santos recibe en el programa “Expresso”, transmitido por GEN/Nación Media, al historiador Fabián Chamorro, con quien reflexionan sobre el origen de la nación y la simbología patriótica. Chamorro resalta la importancia del sentido de pertenencia social que encierran los actos públicos, pero al mismo tiempo advierte sobre el problema del conocimiento cada vez más precario que hay sobre nuestra historia.
¿Qué significado y qué significante es hoy la Independencia y qué significado tiene para nuestra sociedad actual?
–Yo creo que tiene que ver con una cuestión identitaria, la identidad nacional, tener una fecha que nos congregue como paraguayos. La verdad que tenemos varias fechas por los episodios que Paraguay tuvo en el pasado, pero siempre la Independencia es el puntapié. Ahí nace el concepto de nación, ahí nace nuestro concepto de que somos paraguayos. Ese es el valor que sigue teniendo. Ya no esa cuestión nacionalista de “vamos a desfilar porque podemos ir a una guerra”. Eso sí se fue perdiendo con el tiempo y también con el tema de que estamos reinterconectados y se mezclan todas las culturas, pero nos enojamos por las choclotortas.
–Es muy interesante tratar de entender qué es la Independencia para las comunidades posmodernas. Vos creés que tiene mucho más que ver con la identidad que con el nacionalismo. Pero yo sigo creyendo que nos quedamos más en el boato de la celebración, en el culto a eso...
–Las celebraciones son importantes porque la fecha sigue marcando algo, es lo que nos identifica. Fijate lo que generan los festejos de la patria. Debe ser uno de los pocos días en los que hay esa alegría, cuando la gente llena la plaza aunque haga frío, canta, grita. Ese tipo de manifestaciones te muestran algo. Uno tiene todavía un sentido de pertenencia muy fuerte. Eso hay que rescatar y mantener porque es lo que nos sigue definiendo como nación.
–Además de la identidad que mencionaste, el otro sentido fuerte es el sentido de pertenencia.
–Claro. De hecho que tiene que ver con la identidad. La nación tiene varios elementos: el territorio; el pueblo, que es lo más importante; la cultura, el idioma, el sentido de pertenencia. Entonces eso tiene que ver y todo eso se junta en fechas como estas.
NACIONALISMO
–¿Creés que el nacionalismo sigue firme en nuestra sociedad?
–Sí, pero un nacionalismo medio sui generis. Somos muy nacionalistas en algunas cuestiones como enojarnos porque alguien le llama de otra forma a una comida que se come también acá en Paraguay, pero por ejemplo tenemos olvidados nuestros sitios históricos, tenemos olvidado nuestro patrimonio, no cuidamos el guaraní, porque cada vez es más el porcentaje de paraguayos que no hablan guaraní, que no entienden guaraní. Entonces, no estamos cuidando del idioma. No va a desaparecer en 50 o 100 años, pero va camino a eso si es que no se lo cuida.
–Y te agregaría el ninguneo horrible a las comunidades originarias.
–Claro, las comunidades originarias creo que hoy en día son el 2 o 3% de la población paraguaya. Lastimosamente a largo plazo van a desaparecer. Así que tenemos un nacionalismo extraño, de boca para afuera. “¡El mariscal!”, nos enojamos cuando de repente hay un personaje histórico al que le toca, pero a la hora de demostrar ese nacionalismo en cosas palpables no ocurre.
–Hay un nacionalismo más presente en el Paraguay para afuera que en el Paraguay para adentro.
–Sí, totalmente. Nos molestan de repente los extranjeros. Depende de dónde vienen también. Pero acá el problema es que no nos enfocamos no solamente como Estado, también como ciudadanía, en atender cuestiones que tienen que ver con lo que está acá, con lo que se ve, con lo que se toca.
–Quería preguntarte si lo que falla es la escuela, la educación, pero la única forma como la escuela paraguaya en gran parte de su tiempo, fundamentalmente durante la dictadura, transmitió el sentido nacionalista fue con cantar el himno y saber las fechas en que nacieron los próceres y eso finalmente no es sentido de pertenencia.
–Es parte de la expresión en todo caso ponerse las escarapelas. Ese tipo de cosas no cambiaron mucho, pero hay que reconocer que ya no hay una educación nacionalista y hay un abandono de la historia. La historia cada vez es menos contada y cada vez es peor contaba. Ves por ejemplo que los periodistas van por la calle y les preguntan a los alumnos qué se festeja el 14 y 15 de mayo. “El cumpleaños del mariscal”, de repente dicen. Y eso también es peligroso porque la historia es la raíz de la nación. Si muere la raíz, muere la nación. Es fundamental la historia para entender los procesos, saber por qué estamos como estamos, quiénes somos, por qué somos como somos.
–Pero probablemente también somos un poco prisioneros de las diferentes formas de dominación a nivel universal en diferentes épocas. Un día dijeron “los nacionalismos ya no nos sirven” y hablo del buen nacionalismo, no del patrioterismo.
–Estamos hablando de cómo nosotros entendemos nuestros procesos históricos inclusive. Los pilares del nacionalismo paraguayo son tres: José Gaspar Rodríguez de Francia, Carlos Antonio López y Francisco Solano López. Después apareció Bernardino Caballero, porque tenía que sostener la línea política de aquella época, sobre ellos se sustentó el discurso de todos esos años. Por eso es que de repente hasta ahora hablar un poquito mal nomás de López o de Francia implica un choque con una generación que vivió haciéndole loas a los tres.
HISTORIA CIENTÍFICA
–Y también capaz que tiene que ver con el acartonamiento, cómo transferimos la información histórica. El paraguayo tiene buen humor, pero nos acartonamos para contar ciertas cosas como la historia, por ejemplo.
–Es aburrido cómo se cuenta. Lastimosamente es así. Lo que sí yo valoro de este periodo posdictadura es que se volvió científica la historia, te permitió que vos puedas justamente hablar de López, cosa que en la época de Stroessner estaba prohibido, inclusive podías ir preso si hablabas mal de López. Pero hoy en día con la apertura de archivos, la conexión con los archivos de Inglaterra, del Vaticano, etc., es mucho más fácil. Eso es lo positivo. Lo malo es el tema de la difusión, cómo estamos comunicando, cómo estamos transmitiendo historia hoy en día. Las redes sociales de alguna manera nos ayudan, pero ahí también hay de todo. Entonces más allá de las redes sociales, tiene que ser el sistema educativo el que se encargue. Puede usar esas mismas herramientas, pero se tiene que encargar el sistema educativo de educar con respecto al tema de la historia paraguaya.
–Gente como vos carga una enorme responsabilidad de ser los nuevos relatores de la historia paraguaya para generaciones que tenían repudio al respecto de cómo se contaba la historia antes.
–Y también el poco interés que encontrás. Al de antes le interesa más, pero ya no hay forma de hacerle cambiar de opinión. Se va a pelear contigo por lo que él aprendió en tercer grado o le contó su abuelo sobre la guerra y no le vas a convencer de lo contrario. A esta generación le podemos contagiar, pero es otro trabajo. Entonces tenemos una generación que se va yendo, pero a la que no le podés hacer cambiar de opinión y te va a atacar por el simple hecho de decir lo contrario de lo que él aprendió hace 40, 50 años, y está una generación apática con respecto a la historia.
–Creo que el idioma guaraní es de las cosas genuinamente nuestras.
–Y es lo último que va quedando de lo nuestro por esta cuestión que hablamos hace rato, estamos hiperconectados, todo se mezcla y al guaraní hay que cuidarlo mucho más, hay que mimarle más a nuestro idioma.
AMENAZA EXTERNA
–Ponele que Francia, Molas, Yegros, Caballero, se reunían en esos tiempos para fundar un equipo de fútbol, el Deportivo Español, y que no se produjo lo que se produjo y seguíamos dependientes de España. ¿Quién nos devoraba en ese contexto?
–Es un ejercicio que yo no puedo hacer como historiador, pero voy a hacer porque es interesante. El Paraguay no quería independizarse de España. Ocurre porque Napoleón toma España y eso le deja sin rey a Latinoamérica y en la región ya había ciertas ideas de independencia luego de las invasiones inglesas que habían ocurrido unos años antes nada más, donde participaron también paraguayos. Entonces, el paraguayo no estaba muy apurado de salir de España porque justo cuando estaba mejorando todo, en Paraguay no hubo moneda durante 200 años y justo cuando hubo la reorganización de 1776, cuando se crean los virreinatos, el nuestro era el Virreinato del Río de la Plata, comenzó a entrar una migración más sostenida, más dinero, o sea no había un problema con España. Nuestro problema sí era con Buenos Aires, que siempre asfixió la economía paraguaya, y los portugueses que estaban en Brasil. No nos iban a absorber tan fácilmente porque ahí está el ejemplo de Paraguarí y Tacuary.
–¿Qué pasa ahí?
–Cuando se enteran los paraguayos que los porteños iban a venir, se unen porque era el enemigo común. El tema era defender a la España, defender este territorio. No voy a hablar de identidad porque al paraguayo de entonces vos le preguntabas el 14 de mayo qué era y te iba a decir “soy español”.
–Pero capaz que había ya un sentido de identidad a partir de un componente que era el territorio.
–El territorio, exactamente. Y ni siquiera el idioma, porque la mayoría hablaba guaraní en Paraguay. Entonces, con Buenos Aires definitivamente no estaban bien las cosas. Iban a tener que anexarnos a la fuerza. Y lo mismo hubiera ocurrido con los portugueses, que avanzaban sobre el territorio. Ya no existían los bandeirantes, pero estaba la imagen de estos saqueando pueblos españoles, matando... Entonces, había esos dos enemigos y el que quería prevalecer debía hacerlo por las armas. De otra forma no iban a poder meterse culturalmente. Los geopolíticos brasileños siempre hablaban de las fronteras vivas y hasta eso ya era difícil, no era que iban a poder entrar nomás en un territorio haciendo esa invasión sostenida por mucho tiempo. Entonces, nos iban a tener que absorber por la fuerza.
–¿Paraguay ya tenía esa importancia geoestratégica?
–Paraguay era la frontera con Portugal y estuvo siempre olvidado por el tema de que acá no había plata, no había oro. Por eso es que no venían tampoco muchos. No es que Paraguay tenía un ejército grande de españoles defendiendo la frontera. Recién en esa última etapa con los virreinatos se fortalecen las fronteras a través de fuertes, pero anteriormente todo quedaba en manos de los que vivían acá. Había que juntar la plata y las armas y cada uno con sus recursos debía defender esta frontera. Entonces, España no le peloteó mucho a Paraguay nunca. El proceso de independencia es sencillo con España porque cómo enviás tropas españolas acá, un país mediterráneo. Tenías que tomar primero Buenos Aires. Podían entrar por Montevideo, pero igual iba a ser un lío. En algún momento iban a pelearse con las tropas que estaban en Buenos Aires y no iban ni siquiera a llegar acá. Entonces, nuestro problema no era con España, nuestro problema era con nuestros vecinos.
DISIDENCIAS
–¿Qué es lo que pasó entre los próceres que se deterioró tanto hasta la muerte de esa relación?
–Primero, la mayoría de nuestros próceres eran militares. Dos, había una diferencia generacional importante porque Francia era mucho mayor que ellos. Francia tenía 45 y Yegros tenía 31 años, que era el más viejo del grupo. Vicente Ignacio Iturbe tenía 21 años y él es el segundo más importante de lo que ocurrió el 14 y 15 de mayo. Entonces, Francia nunca tuvo muy buena relación con ese grupo generacionalmente. Él era un intelectual, era un hombre que ya había tenido cargos importantes. Los otros eran gente de campo de batalla y del campo. Yegros era de Quyquyhó, Vicente Ignacio Iturbe era de San Pedro del Ycuamanduyú, Mauricio José Troche era de Curuguaty, Pedro Juan Caballero era de Tobatí.
–El mito te transporta al Francia ideólogo porque vivía dentro de las ideas por su formación, pero realmente ¿fue el ideólogo o fue una idea más bien de estrategia militar?
–Militar fue, porque no había tiempo. En marzo se le echa a las tropas porteñas. Todo ese contingente que llegó hasta lo que hoy es Carmen del Paraná, volver a sus bases en Yaguarón y después volver a Asunción ya era abril. ¿En qué momento ibas a negociar algo con una persona que estaba recluida en Trinidad, que cuando eso era otro distrito, no es que estaba cerca. Fue un componente vital a partir del 16 de mayo, pero lo que ocurrió el 14 y 15 de mayo fue una operación militar y en la cabeza estaba Fulgencio Yegros, que es la figura que recuerdan los paraguayos desde 1870. Cuando termina la guerra contra la Triple Alianza, él es el representante de la independencia nacional. Después, cuando prevalece el discurso nacionalista previo a la guerra del Chaco, se eleva la figura de Francia.
–¿Por qué pasan esos cambios?, ¿por qué cambiamos de ídolos?
–Se le vio a Francia como el padre de la patria por haber soportado (el contexto regional hostil).¿Por qué cierra Francia el país? Porque era una amenaza lo que hoy es Argentina. Las Provincias Unidas del Río de la Plata fueron en algún momento una amenaza para Paraguay. Francia cierra la frontera y va gobernando así. Y luego en Paraguay empiezan a ser reivindicados esos gobiernos fuertes.
IDENTIDAD E INDEPENDENCIA
–Su impronta es la soberanía.
–Totalmente. Francia consolida la identidad nacional y también la independencia nacional. A partir de él somos paraguayos, no hay otra opción. Él elimina todo elemento español y porteñista con el tiempo, lentamente, ya sea a través de expulsiones del país, ya sea a través del fusilamiento, y hace una sociedad más homogénea. De hecho, Paraguay era homogéneo porque venía de un proceso de mestizaje de 200 años, pero Francia le hace tan homogéneo que le prohibió a los españoles casarse con mujeres blancas. Se podían casar con una mestiza, pero con una mujer blanca no y en la otra generación ya desaparecía el tema europeo 100 %.
–¿No te parece que hay pocos textos populares históricos sobre Francia para que la gente lo conozca mejor?
–Estoy pensando que no hay libros populares sobre nadie. No produjimos historia más allá de la historia oficial. Falta mucho. No solamente de Francia, de todo. Y la figura preponderante en Paraguay es López. La figura que lleva todo, o sea que hasta ahora genera un debate fuerte, que genera muchos libros, es la figura de López y la guerra contra la Triple Alianza. Nosotros nos olvidamos la guerra del Chaco, el paraguayo en general. El debate mayor sigue siendo por la guerra contra la Triple Alianza, lo que significó.
–¿Por qué?
–Porque casi destruyó Paraguay y le marcó al paraguayo. López qué representa. La defensa de la soberanía, representa el haber muerto en el último campo de batalla con sus últimos hombres para que no caiga el Paraguay. Todo eso se volvió discurso, se volvió educación. Ese, por ejemplo, sigue siendo un elemento que aglutina hasta cierto punto. Cuando se convierte en un discurso nacionalista muy fuerte, chauvinista, ya no sirve de mucho. López, nos guste o no nos guste, representa todo eso que trataron de recuperar los novecentistas porque justamente representaba esa cuestión de soberanía, representaba esa cuestión de oponerse contra el Tratado Secreto de la Triple Alianza, porque ellos entendían lo que era el tratado de la Triple Alianza. Ahora tenemos que explicar lo que es el tratado primero para después entender cuál es la dimensión de López.
–¿Quiénes son otras figuras que te parecen interesantes de comentar de este equipo independentista?
–Yegros para mí es preponderante, pero también se mostró ambiguo en algún momento. Yo creo que cuando Francia acumuló todo el poder, él vio la posibilidad de “por qué no nos juntamos nomás con Argentina si de todas maneras vivimos así”. Y terminó abandonando un poquitito esas ideas que él tenía de una patria totalmente independiente, pero sigue siendo una figura para mí fundamental.
–La tradición oral ayudó mucho a crear un mito en torno a Francia, pero qué pasó con el equipo. Uno terminó preso, otro murió.
–Todos prácticamente murieron. Hay un supuesto complot, porque no hay mucha documentación al respecto, donde son procesados casi todos ellos en general por traición. Fulgencio Yegros fue fusilado en 1821, Caballero sabiendo su condena se suicida, Fernando de la Mora muere en la cárcel. Francia a los Iturbe no les quería, eso era evidente. A Iturbe lo saca de la cárcel para fusilarle en 1837 cuando él mismo ya se sentía a morir. Así que hay una historia muy triste en torno a todos los próceres.
–Cómo faltan estos análisis que nuestra falta de conciencia crítica nos secuestró, por el hecho de que todos ellos fueron devorados por la revolución.
–El que sobrevive y por eso es el único que está en el panteón es Tomás Antonio Yegros. Los Yegros están emparentados con Francia.
–¿Hay uno solo que sobrevive?
–Francia tenía una buena onda con él y le dice “andate a Corrientes, o si no te tengo que meter a la cárcel”. Y se va a vivir a Corrientes. Cuando muere Francia vuelve al país y se instala en Quyquyhó nuevamente, de donde era la familia Yegros. Este Yegros, hermano de Fulgencio, tiene mucho que ver con lo que ocurre después de Tacuary, porque (Manuel) Belgrano, el que comandó las tropas porteñas, le convence al comandante paraguayo Manuel Atanasio Cabañas de que él venía de buena onda. O sea, trajo un ejército que vino para tratar de liberar de los españoles. En esa relación de cartas Tomás Antonio tuvo mucho que ver. Belgrano de una manera le convence de “libérense y únanse a nosotros”. Ahí estuvo Tomás Antonio Yegros, que participa de los eventos del 14 y 15 de mayo y él muere ya cerca de la guerra contra la Triple Alianza. Cuando él fallece el que rescata la tumba es Juan O’Leary en 1961, cuando iban a cumplirse 150 años de la Independencia, cuando se rescatan los huesos del único prócer que está en el Panteón de los Héroes. Inclusive Mariano Antonio Molas, que fue quien propuso la dictadura (temporal) de Francia.
SUCESIÓN
–¿Cómo es que aparece en escena un poco más tarde Carlos Antonio López?
–Carlos Antonio López era una persona ya respetada que se había alejado del poder central, o sea del campo de influencia de Francia, que era Asunción. Se fue y se mudó hacia la zona de Villa del Rosario, primero, y después en la zona de la confluencia de río Manduvirá con Paraguay, que hoy es Arroyos y Esteros. Se mantuvo lejos.
–Si tenías cierto poder, lo mejor era estar lejos.
–No poder, sino cierta preponderancia. Que vos tengas unos cuantos aleros ya estaba mal. Entonces mejor no más bien allá recluido. Su esposa tenía mucha plata, él había tenido algunos casos que había llevado como abogado y era conocido. Hay alguna relación entre él y Mariano Roque Alonso, que no encuentro cuál, pero evidentemente había. Mariano Roque Alonso le elige a él como su secretario, a la persona que piense por él, porque era militar. Mariano Roque Alonso en un período breve de anarquía después de la muerte de Francia se apropia del poder porque ya era insostenible la situación. ¿Qué hizo Francia? Como no formó una elite intelectual, militar, nada, (el país) estaba lleno de brutos y esos brutos trataban de quedarse con el poder. Un golpecito acá, otro golpe acá. Después dijo Mariano Roque Alonso “basta” y él toma el poder, se arrima a Carlos Antonio López y ellos forman el Consulado, que es 90 % Carlos Antonio López.
–¿Y qué hace Mariano Roque Alonso?
–Como era militar, reorganizó las milicias, sobre todo sobre la costa del río Paraguay, que era fundamental. Pero después nada, todo era Carlos Antonio López y a partir de ahí se vuelve preponderante, después hegemónico también. Evidentemente a Mariano Roque Alonso no le interesaba mucho el poder tampoco y sube Carlos Antonio López y empieza otro periodo, también de dictadura, pero mucho más aperturista. Una vez que Argentina reconoce la independencia del Paraguay, en 1852 recién, Paraguay sale al mundo y le envía a su hijo (Francisco Solano López) como emisario, busca reconocimiento de otras potencias, trata de traer tecnología y a partir de ahí podemos hablar de una primera modernización del Estado paraguayo.
–¿Demoraron toda la etapa de Francia en el tema del reconocimiento?
–Sí, porque Francia tampoco se preocupó mucho por eso. Para Francia era una amenaza todos los extranjeros, tanto así que eliminó las congregaciones religiosas. Él dijo “el papa soy yo acá. Ustedes no van a recibir información de acá”. Comienzan a depender del Estado y ya no dependen de sus congregaciones afuera.
–O sea, se llega a Dios a través del Estado.
–Asimismo. Y todo lo que fue la organización de ese primer Estado paraguayo que hace Francia, deja a Paraguay libre, independiente, pero sin gente que pueda gobernar.
MODERNIZACIÓN
–Luego llega Carlos Antonio López e inaugura un proceso que es bien recordado.
–Sí, es mejor recordado que Francia por todo lo que estoy diciendo. También tuvo sus problemas. Siempre se dice que dijo que con Brasil las cosas hay que resolver con la pluma y no con la espada. Sin embargo, él solamente gobernó con la espada, pero sabía dónde parar. Tuvo problemas con Francia, con Inglaterra, con Norteamérica. Incluso la primera expedición naval militar que ejecuta Estados Unidos fue contra Paraguay. Carlos Antonio López modernizó bastante en comparación con Francia, con la fundición de Ybycuí, el ferrocarril, el astillero, el arsenal y también la obra arquitectónica que hizo en el centro histórico, que fue muy importante, pero tuvo también sus problemas y el nacionalismo exageró sus logros, de que tuvimos el primer ferrocarril. Nosotros estamos en una isla rodeada de tierra. Brasil por supuesto tuvo primero. Todos los que tienen costa tuvieron todo primero, el primer telégrafo, etc.
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Los siniestros tienen cara de joven
Desde mi mundo
- Por Mariano Nin
- Columnista
Voy a contarles una historia real con nombres ficticios. Una historia en la que se mezclan varias vidas con un mismo final. Al contrario de otras historias, esta no tendrá un final feliz, pero dimensionar el dolor puede ayudarnos a entender mejor un problema que se repite y no se detiene.
Es pasada la medianoche, Carlos toma un trago mientras Alejandra pone mala cara. Es tarde y mañana tiene que rendir. Le faltan un par de materias y será doctora. En la misma mesa, Pedro y Javier siguen con la fiesta como si fuese la última noche. Piden otra ronda mientras bailan y cantan eufóricos. Son jóvenes divirtiéndose en un feriado largo.
Del otro lado de la ciudad, Arnaldo está cerrando su caja. Trabaja en una bodega, irónicamente no toma, le toca despachar y cobrar. 12 horas al día que nunca terminan cuando las ganas de llegar a casa sobrepasan al sacrificio. Lo esperan su mujer y sus dos hijos. Generalmente llega cansado, pero sabe que la felicidad está allí, en ese momento en que puede abrazar a su familia.
Carlos ya cambió su humor. El cansancio y el alcohol le pasan la factura. Trabaja en un banco mientras sigue sus estudios, es de una familia acomodada. Vino a la fiesta en la camioneta de su padre y con él, Alejandra.
El ruido de la música es ensordecedor. Alejandra le pide que no maneje, sabe que tomó unas copas de más, pero Carlos insiste. Asegura que está bien y que va a manejar despacio. Pedro y Javier están destruidos, pero incitan a Fabián con la famosa frase: “Uno borracho maneja mejor”.
Es el momento en que la alegría y la excitación se juntan con las ganas de llegar a casa para descansar un par de horas y luego, al trabajo. Casi a la misma hora, Arnaldo cierra el negocio, enciende el auto y suspira. A veces el cansancio tiene cara de niños.
Según las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, la principal causa de muerte de las personas de entre 19 y 35 años en nuestro país no está relacionada a enfermedades, sino a los accidentes de tránsito.
En conversación con Carlos Martini, la inspectora de la Patrulla Caminera Patricia Ferreira le decía que, en una semana (la que pasó), tuvieron 40 accidentes, solo lo que registraron ellos. El dato se puede duplicar si se registraran o se denunciaran todos los accidentes.
Carlos sube el volumen de la radio mientras Alejandra revisa el celular. Pedro y Javier cantan desbordados, mientras ríen a carcajadas. Nadie se dio cuenta de que venían a una velocidad criminal. Algunos testigos dijeron que el chofer esquivo un bache…
El choque fue tan brutal que los forenses especularon que todos murieron en el acto. No hubo tiempo de reaccionar. No hubo manera de esquivar el impacto. No hubo forma de evitar la tragedia.
El auto de Arnaldo quedó hecho un amasijo de hierros retorcidos. Nunca vio venir la tragedia. La camioneta dio un par de vueltas y se estrelló contra una columna que cayó como un misil sobre el vehículo. Los bomberos llegaron a prisa solo para descubrir una imagen desoladora de destrucción y muerte.
Jóvenes con un futuro, un hombre que salía a pelearla cada día, van a dejar un doloroso manto de luto a familias destrozadas por un instante donde se mezcló irresponsabilidad y desidia.
Cada 8 horas muere una persona a raíz de los sucesos viales en Paraguay. El accidente es la punta del iceberg.
Los accidentes también golpean a nuestra economía. Los costos directos atribuibles a la atención de pacientes traumatizados van de 682 dólares a 780 dólares por día por paciente.
La historia y sus protagonistas son ficticios, pero cambiando los nombres y las características son situaciones que se repiten irremediablemente a lo largo de todo el país.
La Agencia Nacional de Tránsito y Seguridad Vial contabiliza un promedio de 40.000 personas accidentadas por año, de las cuales 52 por ciento corresponde a motociclistas que totalizan 400 fallecidos por año y de estos, 40 jóvenes de 15 a 35 años que quedan en estado vegetativo.
Irresponsabilidad sobre autos y motos, alcohol y malísima infraestructura pueden convertir la fiesta en una tragedia. Estos son días en los que vivimos apurados, estresados y con enormes ganas de llegar a casa. Pero más importante que llegar temprano, seguirá siendo llegar. Pero esa… esa es otra historia.
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Gran Logia Simbólica abrirá este martes al público las puertas del Palacio Masónico
Este martes 14 de mayo, desde la Gran Logia Simbólica del Paraguay confirmaron que abrirán las puertas del Palacio y Museo Masónico, que este año cumple 120 años, para dar a conocer su historia al público en general. La visita guiada será desde las 15:00 y se tiene previsto el ingreso de las personas en cuatro turnos.
El encuentro será en el Palacio Masónico y el Museo Masónico, ubicado en R.I.2 Ytororó esquina doctor Benigno Ferreira, en la ciudad de Asunción. El acceso será gratuito para la ciudadanía en general. Se podrá ingresar a las 17:00, 18:00, 19:00 y 20:00, los grupos ingresarán hasta 10 minutos antes de la hora prevista.
Guía de historiadores
“Hay tres historiadores que van a estar guiando a la gente en cuatro turnos a partir de las cinco de la tarde. La entrada es totalmente gratuita y conocerán la historia de la masonería del Paraguay”, detalló José Miguel Fernández Zacur, gran maestro de la logia, este martes, en entrevista con el canal GEN/Nación Media.
Afirmó que la historia de la independencia del país tiene mucho que ver con la masonería. “La masonería tiene mucho que ver con la historia paraguaya, mediante la intervención de sus miembros en episodios importantes de la epopeya nacional. Hoy con la visita tal vez se puedan encontrar con un Bernardino Caballero o Mariscal Estigarribia que darán una amena conversación”, aseguró.
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Dos condiciones para ser masón
“La masonería tiene una connotación histórica y hay leyendas urbanas que fueron instaladas alimentadas un poco por conductas de miembros de la institución, que probablemente hayan hecho o no a su membresía, pero ocurre en cualquier ámbito”, apuntó el gran maestro.
Explicó que para ser masón se tienen dos condiciones básicas para poder estar en las filas de la masonería. “Te tienen que proponer o también se puede hacer un pedido, pero este tiene que estar avalado por uno de los miembros de la institución. Además, de ser libre y gozar de buena costumbres”, refirió.
Ayer martes 13 de mayo, se conmemoró el “Día del Masón Paraguayo”, fecha en la que se constituyó la Gran Logia Simbólica del Paraguay. En el año 1923, la gran logia sustituyó al hasta entonces “Gran Oriente del Paraguay” para el gobierno de los primeros tres grados de la Masonería.
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Un recorrido a pie por nuestra historia
El pasado 7 de mayo se realizó una nueva edición de Asu Jeguata, un recorrido guiado por sitios emblemáticos de nuestra capital, que con motivo de las actividades por los 213 años de la Independencia tuvo una parada especial en el sitio donde se planificaron las acciones para ejecutar la revolución incruenta que puso fin al dominio colonial español.
- Por Paulo César López
- paulo.lopez@nacionmedia.com
- Fotos: Eduardo Velázquez
El punto de encuentro de la jornada fue el Centro Cultural de la Ciudad Carlos Colombino - Manzana de la Rivera, que está compuesto por una serie de edificaciones que conjugan diversas corrientes arquitectónicas como la colonial y neoclásica.
De acuerdo a la información disponible en el código QR de la placa informativa, el complejo está conformado por la casa Viola (siglo XVIII), la más antigua de Asunción; Casa Clari (siglo XX), Casa Clari Mestre (siglo XX), Casa Castelví (siglo XIX), Casa Vertúa (siglo XIX), Casa Emasa (siglo XX), Casa Serra 1 y 2 (siglo XIX) y Casa Ballario (siglo XX)”.
Bajo la guía de Alberto Vera Maciel, encargado de productos turísticos de la Municipalidad de Asunción, el recorrido se inició poco después de las nueve de la mañana en el Museo de la Ciudad de dicho centro cultural, donde los visitantes pudieron observar documentos, ilustraciones e imágenes de la ciudad, desde su fundación en 1537 por el capitán Juan de Salazar, algunos episodios que marcaron su diseño como el gran incendio de 1543 y la organización en cuadrículas dispuesta durante el gobierno de Gaspar Rodríguez de Francia (1813-1840) –antes de lo cual las calles no respondían a un trazo planificado y los caminos seguían en muchos casos los surcos abiertos por el paso de los raudales– hasta fotografías del siglo XX de gran calidad técnica y artística.
La primera parte del itinerario finalizó con una foto grupal en la explanada de la Manzana con una imponente vista al Palacio de López, que fue concebido originalmente para ser residencia de Francisco Solano López y cuya construcción arrancó en 1857. No obstante, a raíz del estallido de la guerra contra la Triple Alianza, López dejó la capital para dirigir las tropas paraguayas, por lo que nunca pudo verlo terminado ni mucho menos habitar en él.
En efecto, los primeros que se establecieron allí, tras bombardearlo, fueron las fuerzas brasileñas tras la ocupación de Asunción en 1869, en las postrimerías de la contienda. El palacio quedó abandonado por 10 años hasta que durante el gobierno de Juan Gualberto González (1890-1894) se impulsó la reconstrucción y en 1894 se convirtió en despacho presidencial habiendo sido Juan Egusquiza su primer ocupante en tal carácter.
GESTA EMANCIPADORA
La siguiente parada fue la Casa de la Independencia, que fue la residencia de los hermanos Martínez Sáenz y donde los próceres se reunían para hacer los planes revolucionarios y de donde salieron a través del callejón histórico en la noche del 14 de mayo de 1811 para intimar al gobernador español Bernardo de Velasco que entregara el poder.
El guía refirió que en el lugar, donde funcionaba una posada, el capitán Pedro Juan Caballero, quien era oriundo de Tobatí, se hospedaba cuando estaba de visita en la capital. Enfrente se encontraba la casa de doña Juana María de Lara, quien cumplió un papel fundamental en la gesta emancipadora facilitando la comunicación de los conspiradores y quien además albergaba a su sobrino Vicente Ignacio Iturbe, quien también formaría parte de aquellos sucesos.
La casa era de dominio privado hasta que en 1943 fue adquirida por el Estado paraguayo. En 1961 el sitio fue declarado Monumento Nacional y en ese mismo año se iniciaron las labores de restauración y puesta en valor para su posterior conversión en Museo Histórico Nacional en 1965.
“Posee un estilo colonial previo a la Independencia cuando el país era una colonia española. Ha sido refaccionada y debido a estas modificaciones, realizadas a través de los años, se ha desvirtuado parte de la esencia del estilo arquitectónico que ella representa. Esto se observa en las fachadas que dan al Callejón Histórico y sobre la calle 14 de Mayo, las cuales ya no cuentan con las galerías externas, que, en algunos de sus lados, debieron ser demolidas en las ‘rectificaciones’ del mandato del Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia. Estas galerías comunicaban el interior de las casas con la calle”, dice la información del código QR sobre las características del edificio.
En su interior están expuestos documentos relativos a la Independencia, muebles, joyas, utensilios, objetos, cuadros y otras pertenencias de los próceres, así como instrumentos de la época colonial como un reloj de sol de la época jesuítica.
INTIMACIÓN A VELASCO
La ocasión también fue propicia para transitar una polémica que fue abierta por historiadores en ocasión del Bicentenario: ¿cuál es el cuadro que ilustra la verdadera intimación a Velasco? ¿La del artista italiano Guillermo Da Re o la del pintor paraguayo Jaime Bestard?
Según advirtió en su momento el historiador, escritor y poeta Carlos Villagra Marsal, la famosa imagen que se encuentra en el reverso del billete de 10.000 guaraníes representa la intimación en Buenos Aires al virrey del Río de la Plata, Bartolomé Hidalgo de Cisneros, en la noche del 24 de mayo de 1810.
“La pintura fue realizada por el artista italiano Guillermo Da Re por encargo del Gobierno argentino para conmemorar el centenario de Independencia de este país en 1910. Sin embargo, tras un cambio de gobierno, la obra no fue aceptada por el aquel entonces presidente Hipólito Yrigoyen. Según versiones, el cuadro fue vendido al paraguayo Juan Silvano Godoy con el nombre de ‘Intimación a Velasco’, algo conveniente en su momento”, señala una publicación del sitio Historia Numismática del Paraguay.
En efecto, como bien dan cuenta las crónicas históricas, la intimación a Velasco fue presentada por Iturbe en un espacio abierto ubicado entre la plaza, donde estaban desplegados los cañones de los revolucionarios, y la Casa de los Gobernadores, que estaba situada frente al Cabildo y que fue demolida paradójicamente en el marco de las labores de “hermoseamiento” para los festejos del centenario de la Independencia. Esta escena fue magistralmente recreada por el pintor paraguayo Jaime Bestard en el óleo sobre lienzo “Intimación de los revolucionarios a Velasco” (1960).
El historiador Julio César Chaves, en su obra “Compendio de historia paraguaya”, relata que en la nota “Pedro Juan Caballero ‘por sí y sus subalternos’ exigía: que se entregue al cuartel la plaza y todo el armamento; que el gobernador siga en su gobierno pero asociado con dos diputados que nombrará el cuartel; que posteriormente se tratará y establecerá la forma y modo de gobierno que convenga a la provincia; que se clausure la casa capitular; que ningún barco se mueva de los puertos; que no salgan de la ciudad los ‘portugueses que ahora a poco han entrado en ésta con diputación clandestina’”.
Con respecto a este último punto es preciso aclarar brevemente el motivo de la mención a los portugueses. Si bien el movimiento ya venía gestándose desde la victoria sobre la expedición de Manuel Belgrano entre setiembre de 1810 y marzo de 1811, la chispa que terminó de hacer estallar el movimiento fue el acercamiento entre Velasco y Portugal propiciado por el primero con el fin de precautelar los intereses españolistas ante el acecho de Buenos Aires.
Esta aproximación a Portugal vendría a precipitar un movimiento que ya estaba siendo preparado, pero que debió adelantarse ante el inminente acuerdo entre el gobernador-intendente y la potencia lusa, como evidenciaba la misión que cumplía por esos días en nuestra capital el teniente José de Abreu.
Otro pasaje de la intimación a Velasco expresa que “en atención a que la provincia está cerca de que habiéndola defendido a costa de su sangre, de su vida y de sus haberes del enemigo que le atacó, ahora se va a entregar a una Potencia Extranjera, que no la defendió con el más pequeño auxilio, que es la Potencia Portuguesa, este Cuartel, de acuerdo con los Oficiales Patricios, y demás soldados, no puede menos que defenderla con los mayores esfuerzos”.
Si bien hubo un tímido intento de las tropas españolistas de resistir, estas huyeron al ser tiroteadas y el gobernador terminó entregando el bastón de mando sin derramamiento de sangre de por medio.
Menos de un mes después, el 8 de junio de 1811, a raíz de los nuevos intentos de Velasco de recibir auxilio de los portugueses, fue definitivamente depuesto quedando en el gobierno los diputados Dr. Francia y el capitán Juan Valeriano Zeballos, un español partidario de las reivindicaciones criollas.
PANTEÓN Y ORATORIO
Posteriormente, la delegación se dirigió al Panteón de los Héroes y Oratorio de la Virgen Nuestra Señora Santa María de la Asunción, un edificio de estilo neoclásico y réplica a escala menor del Le Panthéon de los Inválidos de París, Francia. La construcción fue encargada por Francisco Solano López en 1863. Las obras se iniciaron en 1864 bajo la dirección del arquitecto italiano Alessandro Ravizza, pero poco después se paralizaron por el inicio de la guerra y concluirían recién 70 después, en 1936, bajo el gobierno de Rafael Franco, quien lo convirtió en Panteón Nacional de los Héroes e hizo depositar en él los presuntos restos del cuerpo del mariscal López y del soldado desconocido. Además de los ya mencionados, en el lugar están depositadas las cenizas de Carlos Antonio López, el Gral. José Eduvigis Díaz, el general Bernardino Caballero, el mariscal José Félix Estigarribia, su esposa Julia Miranda Cueto, los niños mártires de Acosta Ñu, Eusebio Ayala, y el poeta y músico Emiliano R. Fernández.
El edificio tiene la particularidad de tener dos nombres, pues luego de su declaración como Panteón Nacional de los Héroes la feligresía y la jerarquía eclesiástica protestaron, por lo que en 1937 el presidente Félix Paiva le restituyó el carácter de Oratorio a la Virgen de la Asunción.
LA PRIMERA DIÓCESIS DEL RÍO DE LA PLATA
Poco antes de iniciarse la misa de las once, la comitiva llegó al último punto del circuito, la Catedral de Asunción, la primera de nuestro país y del Río de la Plata, que fue inaugurada en 1845, durante el gobierno de Carlos Antonio López.
Vera Maciel explicó que desde su inauguración el templo funciona con la misma estructura, con un pasillo central flanqueado por seis columnas en cada lado, que simbolizan a los doce apóstoles que acompañaron a Jesús, además de que conserva el techo de madera original. El altar mayor es un retablo que fue hecho por jesuitas coronado por la imagen de San Blas, el patrono del Paraguay, y por una réplica de la imagen de la Virgen de la Asunción.
A sus pies, en la parte derecha, se encuentra un relicario que contiene tejidos del corazón del primer y único santo paraguayo, Roque González de Santa Cruz. En el lado izquierdo hay otro relicario que contiene un pedazo del cráneo de la beata María Felicia de Jesús Sacramentado, Chiquitunga. A los costados se observan capillas que homenajean a diversos santos y en la parte superior de la entrada se encuentra uno de los únicos dos órganos a tubo que hay en el Paraguay y que fue inaugurado con una audición abierta al público realizada en 2018; el otro pertenece a la iglesia de La Encarnación.
Al son de las campanadas que anunciaban el inicio de la misa, charlamos brevemente con la profesora Carolina Espínola, de la carrera de Hotelería y Turismo de la Universidad Americana, quien acompañó el circuito con una decena de jóvenes y que destacó que con este tipo de actividades los estudiantes, además de la experiencia en clase, tuvieron la oportunidad de conocer más sobre nuestra cultura, además de la puesta en valor del patrimonio y el conocimiento de la historia a través del turismo cultural.