La Iglesia Católica conmemora cada 24 de junio la fiesta de San Juan Bautista. Es el único santo al que se festeja en el día de su nacimiento y no en la fecha de su muerte que es el 29 de agosto.

Fiesta

Aunque la fecha es el 24 de junio, la fiesta de San Juan se hace habitualmente por la tarde o noche del 23 de junio. Es como una vigilia, aunque en nuestro país se festeja cualquier día del mes de junio.

Antiguamente, el acontecimiento era una mezcla de celebraciones religiosas y paganas, pero con el pasar del tiempo tuvo en el país su carácter peculiar, explica Jorge Catalino González, estudioso de los santos católicos.

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“Hoy va desapareciendo cada vez más la dimensión religiosa, mientras que sigue permaneciendo la fiesta caracterizada por elementos de la tradición popular, combinados, en muchos casos, con otras exigencias y necesidades que fueron transformado poco a poco la fiesta de San Juan en una actividad con fines económicos; personales o colectivos”, sostiene.

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Los Bomberos Voluntarios, así como otras organizaciones organizan la fiesta de San Juan para juntar fondos. Foto: Fernando Riveros.

Historia

El San Juan en la tradición es una fiesta que viene de Europa y fue introducida al Paraguay por los españoles. En España, se celebraba la fiesta profana de la adoración al sol (solsticio de verano, el 21 de junio), con la noche más corta del año y el comienzo de la estación caliente.

La fiesta religiosa de San Juan, el 24 de junio, empieza la noche de la vigilia (el 23 de junio), con músicas, cantos, danzas y juegos alrededor de una gran hoguera. Los protagonistas de esta gran tradición son el sol y el fuego.

Los católicos explican que la fiesta de San Juan se celebra con fuego, pues cuando nació el santo, su madre Santa Isabel, avisó del acontecimiento mediante una gran hoguera en el campo.

Tradiciones del San Juan

Kamba: interpreta una persona pintada de negro y con una máscara de manera que no se la pueda identificar. Este personaje parece haber nacido como alegoría de los antiguos esclavos africanos. Al Paraguay llegaron a finales del siglo XVI. El Kamba debe actuar en el San Juan como el malo, el fastidioso que infunde miedo yendo tras de las personas, sobre todo de los niños, para los cuales el personaje es una verdadera diversión, comenta González.

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Juegos

El del toro candil (toro ardiente), del Judas kái (quemar el muñeco), la pelota tatá (pelota de fuego), o diversiones y competiciones como el yvyrá-sÿi (palo de la jauja), el kambuchi jejoka (romper el jarrón), la carrera vosa (carrera de sacos o bolsas), el kure ñembohuguái (diseñar la cola a la imagen de un pequeño cerdo) y el tata ari jehása (pasar sobre el fuego), el paila jeheréi, entre otros jugos tradicionales.

Paila jeheréi, una de los juegos típicos de San Juan. Con esta actividad se entretiene a los más pequeños de la familia. Foto: Gentileza.

Adivinar el futuro

La pruebera es una de las más solicitadas. En muchos casos se contrata a gente que hace lectura de cartas, mientras que en otras ocasiones se monta la carpa con una mujer vestida como una gitana, que se encarga de leer el futuro a través de los naipes españoles por una ínfima suma de dinero.

También se utilizan las gotas de cera de la vela, dejadas caer en una recipiente con agua, con el que se intenta descifrar figuras o letras.

Los hombres y las mujeres que desean casarse son los que recurren al “gallo ñemongarú” (dar de comer al gallo). Para este juego se deja al animal sin comida al menos por 24 horas (desde el 23 y se lo libera el 24) de modo a que la hora de la prueba, el animal esté hambriento.

Para participar del juego se forma un círculo y delante de cada participante se colocan un montículo de maíz. Una persona, que no forma parte del círculo es la encargada de lanzar al gallo en medio de la ronda. El primer grano comido por el gallo indica a la persona que se casará pronto, o dentro del mismo año.

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San Juan dice que sí, San Juan dice que no”

Se trata de escribir en una serie de trocitos de papel “San Juan dice que sí”, y sobre otra serie “San Juan dice que no”. Las hojitas de papel se mezclan en una caja, la persona interesada extrae una de ellas y sabrá si San Juan dice que sí o que no a su pregunta. Una variante de esta prueba es la de expresar un deseo, extraer una hojita de papel y, según lo que dice San Juan, se sabrá si la respuesta será positiva o negativa.

Las comidas típicas

La rica comida paraguaya es el menú principal de la fiesta de San Juan: mbejú, payagua mascada, chicharo trenzado, asaditos, chipa so’o, sopa so’o, pastel mandi`ó, chipa asador, y otros más.

Se consumen observando la fiesta, donde las danzas populares son realizadas por grupos de bailarinas/es, vestidos elegantemente y pintados tradicionalmente, al son de la música paraguaya, explica González.

Mbeju es una de las comidas típicas más requeridas en las fiestas de San Juan. Foto: Pánfilo Leguizamón.

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¿Quién era San Juan Bautista?

San Juan Bautista, fue hijo de Zacarías y Santa Isabel. Según el relato bíblico, su nacimiento fue milagroso, porque ella era estéril. Sin embargo, el poder de Dios permitió su concepción, pues debía preparar el camino para la llegada del Salvador del Mundo: Jesús.

El relato bíblico también menciona que Zacarías quedó mudo hasta el nacimiento de su hijo, pues no creyó la promesa de Dios, anunciada a través del ángel Gabriel: “Tendrás un hijo y deberás ponerle el nombre de Juan”.

La vida de San Juan estuvo ligada desde antes de su nacimiento a Jesús. Cuando Santa Isabel tenía 6 meses de gestación, recibió la visita de su prima, la Virgen María. El relato bíblico menciona que al escuchar la vos de la Virgen, el niño saltó en el vientre de la madre.

Este acontecimiento se conoce como La Visitación y parte del diálogo entre Isabel y María se utiliza en el Ave María: “Bendita eres entre las mujeres”.

Tras su nacimiento, todos querían ponerle el nombre de Zacarías, como su padre. Pero él, que aún estaba mudo, escribió en una tablilla: “Juan, es su nombre”. En ese momento, Dios le devolvió el habla y todos quedaron maravillados, explicó Jorge Catalino González, estudioso de los santos católicos.

Desde pequeño, San Juan Bautista sentido el llamado de Dios y que debía cumplir una misión. “Juan, movido por el Espíritu Santo fue a vivir en el desierto para habituarse a la soledad, al ayuno y al silencio. Lejos del mundo se está más cerca de Dios, y Dios da la fuerza para luchar contra el mal y las pasiones”, sostuvo González.

Vestía piel de camello y comía lo que la Providencia pusiera a su alcance: frutas silvestres, raíces, y principalmente langostas y miel silvestre. Vivió toda su juventud dedicado nada más a la penitencia y a la oración.

Bautizaba en la región del Jordán con el fin de limpiar los pecados a los que acudían a él. También bautizó a Jesús y lo reconoció como Mesías, cuando el Espíritu Santo descendió sobre él.

Además, San Juan, fue quién denunció la unión incestuosa de Herodes Antipas, con su sobrina Herodías, mujer de su hermano. Esto causó gran ira y odio, por lo que Salomé, hija de Herodías, a costas de su madre, pidió la cabeza de San Juan, tras haber bailado ante el rey.

Herodes ordenó la ejecución, a orillas del Mar Muerto. Después, su cabeza fue ofrecida a Salomé en una bandeja de plata, según el relato bíblico.


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