El militar “supercontagiador” de COVID-19 en gran parte del departamento de Paraguarí recibió su alta médica y debe ser trasladado hasta una comisaría a cumplir una orden de detención emitida por el Ministerio Público. El uniformado no puede ejercer sus funciones, aclaró el fiscal del caso.
De acuerdo al fiscal Darío Villagra, el hombre debe ser trasladado provisoriamente a cumplir con su declaración indagatoria y a una audiencia ante el juzgado para la imposición de medidas cautelares.
Recordemos que el mismo contagió a más de 100 personas durante su visita a la ciudad de San Roque González de Santa Cruz y el paseo que realizó por otros distritos del departamento de Paraguarí.
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El militar con diagnóstico de COVID-19 fue imputado por violación de la cuarentena sanitaria y tentativa de lesión grave, por lo que se pidió su detención. Sin embargo, ni la Policía Nacional ni las Fuerzas Armadas responden al traslado del uniformado.
“El juzgado debe resolver dónde debe estar recluido si hace lugar al pedido de prisión preventiva. Tenía que cumplir con la cuarentena y tratamiento hasta su alta, que recibió hace ya unos días. El lugar de reclusión posterior a la comisaría es asunto del juzgado”, expresó el fiscal Villagra en contacto con 1080 AM.
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El agente fiscal explicó que el uniformado se expone hasta a 10 años de prisión por los hechos punibles presentados en su contra, y agregó que no maneja información sobre el sitio donde se encuentra el hombre. Señaló que ordenó su detención, pero no recibió ninguna información de parte de la Policía Nacional ni de los militares.
Antecedentes
El militar viajó desde Ciudad del Este a San Roque González para visitar a sus familiares. En esta ciudad se trasladó hasta una bodega, luego compartió bebidas alcohólicas con el casero e incluso se trasladó hasta la sede del Banco Nacional de Fomento (BNF) en la ciudad de Carapeguá, donde realizó trámites con un funcionario de la entidad bancaria.
Posteriormente, se trasladó hasta la ciudad de Paraguarí y luego el personal a su cargo, con quien compartió un vaso, se trasladó hasta Asunción y Villeta, lo que colocó en riesgo de potencial contagio a todo un asentamiento de esta última ciudad.