El director de la Octava Región Sanitaria, Rodney Ojeda, manifestó este miércoles que en la ciudad de Ayolas, departamento de Misiones, la preocupación es por un eventual contagio masivo del COVID-19 tras lo sucedido con los militares, quienes salieron hasta a farrear y dieron positivo al virus.
“Un militar estuvo en un barrio y todos están en zozobra, otro estuvo recorriendo supermercados, farmacias y es la preocupación más grande que tenemos. Es muy difícil que no haya un contacto directo, hay vallas perimetrales y los militares no tienen por qué acercarse a los albergados”, señaló el doctor en comunicación con Universo 970 AM.
Sostuvo que el albergue afectado es el denominado Complejo G4, ubicado en la isla Yacyretá de la ciudad de Ayolas, distante a unos 10 kilómetros del centro, donde se encuentran en aislamiento los compatriotas llegados del exterior y la mayoría de los contagiados presenta alta carga viral.
Indicó que los uniformados no respetaron los protocolos sanitarios y uno de ellos habría tenido contacto con una albergada, adquirió el virus y posteriormente trasmitió la enfermedad a sus camaradas. Hasta el momento son siete los militares con COVID-19 positivo en Ayolas.
“En el departamento de Misiones tenemos tres albergues, todos custodiados por militares. El protocolo establece que un grupo de militares entre con los albergados y se quede en cuarentena con ellos. La primera irresponsabilidad es que hubo contacto directo y, la otra, que hayan salido del campamento”, agregó.
Leé también: Militares dieron positivo al COVID-19 en Ayolas
Hasta el momento son 10 los casos confirmados en el departamento de Misiones, los primeros dos fueron connacionales llegados del extranjero, luego un personal de blanco y ahora los siete militares, de acuerdo con los datos del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social.
El intendente de la ciudad de Ayolas, Carlos Duarte, acusó a los militares con COVID-19 positivo de abandonar sus custodios para hacer gestiones particulares como compras en los supermercados y hasta salían a farrear. Los uniformados niegan las acusaciones, pero hay imágenes de circuito cerrado, según las autoridades.