La devoción al Sagrado Corazón de Jesús se inspira en el Capítulo 19, 31 - 37 del evangelio de San Juan, tras la crucifixión de Cristo y cuando un soldado le traspaso con una lanza su costado y del lugar donde fue traspasado, brotó sangre y agua.
El 27 de enero de 1281, en el monasterio de Jelta en Alemania, Santa Gertrudis la Grande o la Magna, tuvo una revelación de Jesucristo y fue la primera en difundir la devoción a su Sagrado Corazón, explica Jorge Catalino González, quien estudia la historia de los santos y la devoción católica.
Luego, casi 400 años más tarde, en 1675, en el Convento de la Visitación, Santa Margarita María Alacoque, religiosa francesa de 25 años, también recibió una aparición del Sagrado Corazón de Jesús, una semana después de la fiesta de Corpus Christi y durante dos años, las apariciones se repitieron, los primeros viernes de cada mes.
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El mensaje que recibía siempre fue: “Que Dios ama a la humanidad, pero muchos no saben corresponder a ese gran amor.” En ella, Jesús pidió que la fiesta del Sagrado Corazón sea celebrada cada año, el viernes siguiente de Corpus Christi, en reparación por la ingratitud de los hombres hacia su sacrificio redentor en la cruz, explica González.
La devoción se hizo popular después de la muerte de Santa Margarita María Alacoque en 1690. Sin embargo, debido a que la Iglesia siempre es cuidadosa en aprobar una aparición o devoción privada, la fiesta no se estableció como oficial en toda Francia hasta 1765.
El 8 de mayo de 1873 la devoción al Sagrado Corazón fue formalmente aprobada por el Papa Pío IX, y 26 años después, el 21 de julio de 1899, el papa León XIII recomendó urgentemente que todos los obispos del mundo observaran la fiesta en sus diócesis.
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Los Papas y la devoción
El sumo pontífice Pío IX en 1856, secundando los deseos de muchísimos obispos, extendió la fiesta del Sagrado Corazón a toda la Iglesia. Fue un hecho decisivo. Desde entonces, como afirma un documento litúrgico, “El culto al Sagrado Corazón, como río desbordado, superó todos los obstáculos y se difundió por todo el mundo”.
La beatificación de Margarita (18 de agosto de 1864) significaba la aceptación por parte de la Iglesia, del núcleo esencial de sus revelaciones. Entre los momentos culminantes de aquella marcha triunfal se debe recordar la consagración de la Iglesia al Sagrado Corazón el 16 de junio de 1875.
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León XIII acentuó el carácter señorial y esplendoroso del culto al Sagrado Corazón. En 1899 elevó la fiesta del Corazón de Jesús al mayor rango litúrgico. Al traspasar los umbrales del siglo S.S., León XIII dispuso, en la encíclica Annum Sacrum (25 de mayo de 1899) la consagración de toda la humanidad al Corazón de Jesús.
San Pío X mandó recitar todos los años en la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, el acto de consagración, mientras que Benedicto XV, en 1920 canonizó a Margarita María Alacoque. El papa Pío XI reafirmaba el reinado social de Cristo al instituir la fiesta de Cristo Rey.
San Juan Pablo II tiene preciosos y abundantes textos dedicados al Corazón de Jesús. En 1994 escribió una carta con motivo de 150 aniversario del Apostolado y otro papa reciente, Benedicto XVI ha infundido profundidad teológica y aliento pastoral al culto y devoción al Corazón de Cristo, según comentó González.
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Significado del Corazón De Jesús
“El Sagrado Corazón de Jesús es la expresión más genuina del amor divino por la humanidad. Un amor sufriente, cuya impronta queda expresada precisamente en el momento en que el Señor entrega su espíritu al padre, en la cruz”, aseguró González.
La imagen de este corazón aparece junto a otros elementos: una corona de espinas, una herida y una cruz rodeada de llamas.
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