La transferencia electrónica de dinero, en especial por vía telefónica es uno de los servicios más utilizados en los últimos años. A pesar de su practicidad, se registraron varios casos en el que un dígito erróneo ocasionó que el giro sea enviado a otro destinatario. Esto por lo general se resuelve inhabilitando la operación a través de la empresa que brinda el servicio, siempre y cuando el dinero no se haya efectivizado.
Cuando esto no es posible, la otra opción es apelar a la honestidad de quien recibió esa transacción para que devuelva. Sin embargo, si al recibir el giro de un desconocido y a sabiendas que ese dinero no le pertenece, la persona lo retira y se rehúsa a devolverlo, está cometiendo un delito.
Una situación similar ocurrió hace apenas unos días, una joven cobró G. 1.500.000 que recibió por error a su número telefónico. La persona que realmente debió recibirlo se contactó con ella y le explicó lo que había ocurrido, le pidió incluso que al menos le devuelva el 50%, pero la mujer se excusó diciendo que lo lamentaba pero que ya lo utilizó en su totalidad.
En este punto es donde surge la pregunta ¿Es un delito cobrar un giro equivocado? Según el abogado Marcelo Ayala, este caso es más complejo de lo que parece, porque hablamos de una suma de dinero que se movió a través de una gerenciadora de giros. “Si hablamos de dinero electrónico hasta ahí bien”, apuntó.
Pero el haber o no efectivizado ese giro es lo que define si se cometió o no un delito y hasta qué punto llegará su efecto, explicó el profesional.
“Por el solo hecho de no querer devolver el dinero que no era suyo esta persona está cometiendo un delito de apropiación y se expone a 5 años de cárcel más multa”, explicó Ayala a La Nación.
Resaltó que todo depende de la interpretación de cada profesional que va a ejercer una demanda contra esta persona. “En el fuero penal las personas no pueden manifestar el desconocimiento de las leyes. Además, ella reconoce que recibió el dinero y que no lo quiere devolver, eso es una apropiación. Ella tiene que demostrar cómo se hizo de esa suma”, refirió.
En otro momento, destacó que la joven se está arriesgando de una manera innecesaria y que además es una cuestión moral la intención o no de devolverlo.
“Va por el lado de recibir esta suma de dinero y que el afectado te escriba para reclamar y explicar que hubo una equivocación. También es una cuestión moral el tener la intención de devolverlo, porque si no te corresponde y te están reclamando es cuestión de devolver, para que se acabe”, explicó.
Agregó que en el caso de que se realice la denuncia correspondiente, el Ministerio Público debe solicitar un informe y se puede corroborar de dónde provino esa suma. “Se expone a que la Fiscalía la impute por la figura de apropiación y eso es innecesario. Al someterse, debe reparar el daño y eso lleva otro gasto monetario”, dijo.
Instó a la afectada a realizar su denuncia en la unidad fiscal correspondiente, ya que con el estado mediático que tomó el caso tendrá una rápida solución. “Además es una causa que se da todos los días, más aún durante este tiempo de crisis sanitaria que se están usando mucho las trasferencias y pagos electrónicos”, concluyó.
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¿Qué ocurrió?
El hecho en cuestión invadió las redes sociales entre ayer y hoy, la afectada explicó que por la situación actual por la que atraviesa el país la está pasando muy mal, y que los G. 1.500.000 era un préstamo que había conseguido para realizar algunos pagos pendientes.
La respuesta de la joven fue que ella también estaba esperando un giro y pensó que era el que le correspondía, por lo que decidió pagar una cuenta. “Lo siento mucho por usted. No es mi culpa que se hayan equivocado yo no pedí, así como te dije también estaba esperando el giro de mi papá que me manda cada mes”, apuntó la joven.
Ante la negativa, la afectada decidió hacer público lo ocurrido y lo compartió en redes sociales. Los internautas y la ciudadanía en general no tardaron en realizar sus reclamos, incluso manifestaron que lo seguirán haciendo hasta que la mujer devuelva el dinero a su dueña.
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