El intendente de la ciudad de Carapeguá, Luciano Cañete, señaló este viernes que no tuvo otra opción y cerró su “frontera” a los pobladores de San Roque González de Santa Cruz ante el aumento de casos positivos de COVID-19 tras el paseo del militar infectado.
“Hay muchas personas que se enojaron conmigo, digamos que cerramos nuestra frontera con San Roque”, dijo el jefe comunal en comunicación con la 1080 AM.
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Sostuvo que en Carapeguá no tienen casos positivos, pero el chofer de una de las ambulancias de la ciudad que dio positivo vive en San Roque y el sábado pasado estuvo por la municipalidad.
Indicó que algo similar pasó con una funcionaria del Instituto de Previsión Social (IPS), dio positivo y estuvo en un local del Banco Nacional de Fomento (BNF), que tuvo que cerrar por algunos días. Afortunadamente todos los funcionarios dieron negativo y actualmente ya se encuentran trabajando.
“Estamos hablando con la comunidad a través de un medio de comunicación que nos ayudó bastante. Les explicamos la peligrosidad del virus y de nuestro precario sistema de salud", agregó el intendente de Carepeguá.
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Señaló que en Carapeguá no se hacen más velatorios y la municipalidad sacó una ordenanza fuerte para multar a las personas que violan las normas sanitarias, ya que “es la única forma para que tengan miedo".
El militar viajó de Ciudad del Este a San Roque González para visitar a sus familiares. Habría participado, incluso, de un velorio en plena cuarentena tras prestar servicio en un albergue de Ciudad del Este, destinado a compatriotas que llegaron desde el exterior. Al volver a la capital del Alto Paraná se le notificó que dio positivo al nuevo coronavirus.
El uniformado habría estado en una bodega, luego compartió bebidas alcohólicas. También recorrió la ciudad de Paraguarí en su paso por dicha zona del país y luego se trasladó hasta Asunción y Villeta.