Docentes de Asunción y del interior del país agrupados en la Organización de Trabajadores de la Educación del Paraguay (OTEP) se plantan sobre la decisión del ministro de Educación, Eduardo Petta, con respecto a que ya no se realizarían clases presenciales para estudiantes, durante este año, a causa de la emergencia sanitaria por la pandemia del COVID-19. Piden la participación de todos para encarar la crisis educativa.
Piden una urgente reunión de Petta con los gremios docentes y estudiantiles para coordinar un futuro con respecto a las clases y el calendario escolar. Señalan que el titular del MEC desconoce la realidad educativa por lo que solicitan una mesa de diálogo. Aseguran que el 80% de los docentes no cuentan con señal de Internet.
“Toda esta improvisación que realiza el MEC va al fracaso. Al igual que Ñangareko y Pytyvõ, como proyectos de contingencia no están resultando. Esta no va a ser la excepción. Los docentes están muy preocupados y golpeados. El ministro de la Educación no tiene los pies en la tierra”, expresó Vidal Ortega, en contacto con GEN.
Sindicatos se pronuncian
Por su parte, Julio López, presidente de la Confederación de la Clase Trabajadora, se refirió sobre la crisis económica a consecuencia del coronavirus. Se mostró preocupado ante la incertidumbre que genera la situación social que afecta a miles de trabajadores paraguayos.
Igualmente mostró posicionamiento sobre cuestiones más urgentes para enfrentar el impacto económico en el país como la falta de llegada de Ñandareko y Pytyvõ. “Preocupa la deficiencia de la política gubernamental para responder a graves problemas sociales. Ninguno de los programas de asistencia se realiza con eficiencia en el campo y en la ciudad”, expresó López, en contacto con GEN.
Señaló que en lo inmediato plantean un “golpe de timón” en la ejecución de los planes de ayuda y además que se eviten los despidos a trabajadores durante la emergencia sanitaria. “Creemos que no es la única alternativa el mayor endeudamiento del país. Porque el Gobierno anuncia una nueva deuda como medida”, afirmó López.
Comunidad educativa de escuela Santísima Trinidad exige reposición de rubros tras jubilación de docentes
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Este martes, estudiantes de la escuela Santísima Trinidad de la ciudad de Asunción se manifestaron pacíficamente para exigir al Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) la reposición de docentes, ya que los cargos quedaron vacantes. Desde inicio del año lectivo, más de 200 alumnos están sin profesores debido a que estos se acogieron a la jubilación, por lo que, cinco materias quedaron sin cobertura.
Según el director Francisco Rojas, desde febrero de este año los alumnos del bachillerato técnico están sin profesores en cinco materias, por lo que, deben retirarse antes o quedan a la deriva por varias. Afirmó que están próximas las pruebas sumativas y que los estudiantes no tienen ninguna clase desarrollada en estas materias que están vacantes.
“Desde inicio de clases y hasta el momento no tenemos docentes que nos puedan cubrir estas disciplinas. Por lo tanto, se está perdiendo la calidad de la enseñanza y aprendizaje de los chicos, que el día de mañana deben insertarse al mundo laboral”, confirmó el director, en entrevista con el programa “Arriba Hoy” de canal Gen y Universo 970/Nación Media.
Jueza hizo lugar al sobreseimiento definitivo de directora, docente y coordinador de colegio de Lambaré
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El juzgado penal de garantías de Lambaré, a pedido de Isabel Bracho, resolvió hacer lugar al sobreseimiento definitivo de la directora de un colegio, una docente y la coordinadora de la institución ubicada en Lambaré, quienes fueron procesadas penalmente por violación del deber de cuidado y otros delitos, a partir de un caso de abuso ocurrido en un colegio lambareño.
Las beneficiadas con la desvinculación total del grave suceso son; Carolina Urbieta de Villate, María Gabriela Santiviago Rivarola y Olga María Feltes Ochoa, quienes por extinción de la acción penal obtuvieron el sobreseimiento definitivo.
Bracho sostuvo en su resolución que “considerando lo que consta en el expediente judicial, no existiendo reapertura de la causa, ni pedido del Ministerio Público para que el caso se eleve a juicio oral, ni otro requerimiento, estando tanto la querella adhesiva como la fiscalía notificadas de la resolución del 27 de diciembre de 2023 donde se decidió el sobreseimiento provisional, a criterio de esta magistratura corresponde aplicar el sobreseimiento definitivo”, indica la magistrada en su resolución.
En su momento, el Ministerio Público investigó este caso e incluso las hoy beneficiarias de la desvinculación definitiva del proceso estuvieron privadas de libertad.
Cuarentena por covid: hace 5 años se paralizó el país
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Por Sara Valenzuela.
El martes 10 de marzo del 2020, la forma de vida de todos los paraguayos sufriría una alteración imborrable, ya que solo tres días después de confirmarse el primer caso de covid en nuestro país, el Gobierno instauraba una inédita cuarentena sanitaria por un periodo inicial de 15 días.
El primer periodo de cuarentena se instauró por decreto presidencial y se estipuló la suspensión de todos los eventos públicos o privados de concurrencia masiva, así como conciertos, prácticas deportivas, reuniones religiosas o de carácter político, actividades en lugares cerrados que incluían a cines, teatros y convenciones. Esta medida también alcanzó a las instituciones educativas de todos los niveles.
Los primeros 15 días posteriormente fueron extendidos a semanas y meses. Luego, con la evolución de los contagios y el avance de la enfermedad en el mundo, fue sufriendo modificaciones, abriendo paso a la llamada “cuarentena inteligente” y luego a la “cuarentena por fases”, que se activaban según los territorios con mayor o menor afectación por el virus.
Analizando en retrospectiva, el médico epidemiólogo Guillermo Sequera, quien en el momento de la pandemia se desempeñaba como titular de la Dirección de Vigilancia de la Salud, resaltó que haber tomado la medida de cuarentena de una manera casi inmediata a la confirmación de los casos en nuestro país le dio al sistema sanitario nacional una brecha para prepararse ante lo que se avecinaba.
“Cuando empezó la pandemia, nuestra capacidad de analizar muestras era de 16 o 17 por día, y así era imposible determinar si existía o no ya una circulación comunitaria, por lo que tras hablar con colegas que estábamos todos con este tema alrededor del mundo y viendo la situación de diferentes países, determinamos que la cuarentena era necesaria en Paraguay para frenar los brotes que posiblemente ya se habían iniciado”, recordó el doctor Sequera en conversación con La Nación/Nación Media.
El reconocido profesional aseguró que el solicitar a todo un país que frene sus actividades, las cuales necesariamente afectarían a la economía nacional, era un enorme desafío que finalmente se logró conquistar, dando tiempo a los médicos a analizar los siguientes pasos teniendo en cuenta que la situación ante el avance de la enfermedad era sumamente fluctuante.
La reclusión de todo un país ante una incierta enfermedad tuvo beneficios inmediatos, pero también perjuicios duraderos. Foto: Archivo
“Nueva normalidad”
“Cuando empezó la pandemia, se creía que el virus iba a llegar a nuestro país proveniente de China, Europa o Estados Unidos y no fue así; los primeros contagiados viajaron y regresaron de países de la región en los que ni siquiera se había confirmado la presencia comunitaria del virus, entonces nosotros supimos que el camino correcto era extremar las medidas de salubridad y, sobre todo, llamar a la conciencia de la población”, indicó el doctor Sequera a LN.
La vida de los paraguayos había cambiado de la noche a la mañana; los planes que en muchos casos se habían hecho con meses de antelación ahora simplemente quedaban en pausa indefinida; las multitudinarias reuniones familiares que eran una actividad casi religiosa para muchos quedaron relegadas ante el encuentro a través de videollamadas o un saludo a metros de distancia; los encuentros recreativos y los bulliciosos quedaron coartados a las salas de estar, los balcones y ver repeticiones de eventos deportivos.
Si bien esa “nueva normalidad” golpeó con fuerza a todos los paraguayos, muy acostumbrados al roce social, los médicos también se enfrentaban a una realidad que los paralizaba, el aumento de los casos, los tratamientos que conforme se conocía a la enfermedad se iban implementando y la dura realidad de que nadie estaba preparado para lidiar con un nuevo virus.
Los médicos enfrentaron un panorama complicado por la saturación de los servicios de cuidados intensivos. Foto: Daniel Duarte/AFP
Experiencia abrumadora
“Fue muy difícil; uno salía, iba, hablaba con los colegas y tratábamos de marcar un protocolo de atención, pero después debíamos de modificar eso y cambiar tratamientos conforme obteníamos la información, porque estábamos lidiando con un virus que no conocía nadie, que nadie sabía exactamente cómo tratar y, lo peor, que no sabíamos cómo evolucionaba para al menos tener un parámetro de tiempos”, expresó el epidemiólogo a La Nación.
En carácter personal, asumió que si bien se capacitó y estudió para este tipo de situaciones, son muy pocos los médicos que tienen la experiencia con epidemias o pandemias, ya que la aparición de este tipo de fenómenos a lo largo de la historia son distantes uno del otro, por lo que ciertamente los médicos y especialistas contaban con las herramientas teóricas, la práctica era abrumadora.
“Yo sabía lo que se tenía que hacer, y con los colegas a nivel internacional hablábamos de los planes de acción, pero uno muchas veces se veía sobrepasado por lo que ocurría, por el conteo de infectados y por sobre todo el de fallecidos; a esto había que sumarle el hecho de que nadie te enseña como comunicarte en estos casos. Yo tenía que salir a hablar y demostrar calma cuando en realidad la situación me dolía mucho”, recordó el doctor Sequera.
Esta crisis sanitaria por la que atravesó el mundo y, en particular, Paraguay, dejó en el sistema sanitario nacional precedentes importantes. Foto: Archivo
Fortalecimiento sanitario
Admitió, además, que esta crisis sanitaria por la que atravesó el mundo y, en particular, Paraguay, dejó en el sistema sanitario nacional precedentes importantes, como el hecho de la extensión de la capacidad de las unidades de terapia intensiva a nivel nacional, la provisión de oxígeno que ahora cada centro asistencial cuenta y las instalaciones y adecuaciones de infraestructura que se dieron en hospitales de referencia para hacer frente a la crisis.
A cinco años del inicio de la pandemia, recordar los contagios, la cuarentena, las medidas de seguridad y, por sobre todo, a los fallecidos a causa del covid, resulta aún difícil porque en la memoria quedaron impregnados momentos que generaciones enteras nunca habían imaginado siquiera vivir, la incertidumbre de contraer el virus, el miedo ante la enfermedad, la impotencia por la cantidad de vidas cobradas y la certeza de que nada volvería a ser igual.
Estos primeros 15 días posteriormente fueron extendidos a semanas y meses, y con la evolución de los contagios y el avance de la enfermedad en el mundo. Foto. Archivo
Docentes se manifestaron ayer frente al Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), en reclamo a los problemas de infraestructura y otras falencias en instituciones educativas del país.
Integrantes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SINTE) este jueves se congregaron para una protesta pacífica frente a las oficinas del MEC, en el centro de Asunción.
De la misma participaron docentes de diversos puntos del país, como Caaguazú, Guairá y Canindeyú, además de algunas localidades del departamento Central.
Dicha convocatoria se llevó a cabo ante la falta de resolución de varias deficiencias que persisten en el ámbito educativo, a pocos días del inicio de clases en escuelas y colegios públicos.
A los habituales problemas de infraestructura se suman la falta de sanitarios dignos en más de 300 instituciones educativas, así como la necesidad de cocinas y comedores para implementar el programa “Hambre cero” y la falta de refacciones edilicias y mobiliarios.
Juan Argüello, dirigente del SINTE, manifestó a los medios que, año tras año y desde hace décadas, vienen reclamando “las mismas cosas de siempre”, motivándolos a salir una vez más a las calles.
“Esto nos demuestra que el sistema educativo está muy mal”, afirmó, expresando su preocupación por el aparente desinterés de varias autoridades para resolver esta situación.