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La sobrevivencia en medio del confinamiento obligatorio decretado por el Poder Ejecutivo se ha convertido en una dura batalla para muchos. Obligados por esa sensación amarga de hambre en el estómago, incluso algunos han salido a manifestarse en las calles violando la prohibición presidencial. Se ha disparado el índice de personas en situación de vulnerabilidad en nuestro país, pero también es auspicioso resaltar que la solidaridad entre paraguayos contagia más que el letal virus que a casi un mes de instalarse en el país (tras notificarse el primer caso el 7 de marzo) afectó a 113 y mató a cinco compatriotas.
La Asociación de Empresarios Cristianos (ADEC), es una de las entidades que desde hace unas semanas se propuso dar una ración diaria a los más necesitados. Inicialmente fueron 8.000 platos de comida por día, distribuidos en Asunción y Gran Asunción a través de comedores instalados en 33 parroquias. Hoy son 16.000 almuerzos entregados diariamente mediante la colaboración de empresas de diferentes rubros, además de productores y ganaderos, a los que se suman algunas instituciones del Estado. Y el desafío es ir aumentando cada día el número de comensales, comenta a La Nación Luis Fretes, presidente del citado gremio empresarial. Destaca el aporte del sector ganadero con un total de 25.000 kilos de carne.
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“Lo importante es que hay mucha colaboración del sector privado y del Estado. Los ganaderos nos están donando la carne para nuestros comedores y esta semana vamos a llegar a 16.000 en nuestros comedores que están en 33 parroquias. Y también estamos ayudando a los asentamientos a través de Techo Paraguay, ellos nos envían al Seminario kits para cocinar para 300 personas. Con eso sumamos 16.000 platos, hace una semana eran 8.000 nada más”, señala.
Explica que las entregas se canalizan a través de los comedores parroquiales porque es ahí donde se identifica a las familias que están en situación de vulnerabilidad. Las provisiones se concretan en medio de un riguroso cuidado, respetando el protocolo de prevención establecido por el Ministerio de Salud.
“Entregamos un plato grande de comida al mediodía, con eso el que está en extrema pobreza ya puede aguantar”, destaca el empresario y a la vez asegura que la iniciativa irá creciendo acorde a la cada vez más creciente demanda de comensales.
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“Esto irá casi duplicándose por la cantidad de llamados que tenemos, de pedidos de parroquias y asentamientos. Los asentamientos son los lugares que más necesitan porque ellos no tienen la posibilidad de tener una parroquia cerca, pero eso por suerte lo estamos canalizando muy bien”, dice.
Fretes refiere que a la par de insumos, también reciben dinero en efectivo que se destina a las compras de hortalizas para las ollas populares.
Sobredosis de solidaridad
Luis Fretes menciona que de toda esta experiencia lo más importante es resaltar el valor de solidaridad que le nace al paraguayo en tiempos de crisis, como la pandemia del nuevo coronavirus.
“Yo estoy convencido de que si cada uno pone un plato de comida, o sea el que puede dar, nosotros cubriremos las necesidades. Nadie va a morir de hambre acá”, afirma Fretes, optimista.
Este lunes santo, la asociación recibió la donación de 3.000 kilos de carne de pollo e inmediatamente fue direccionada a los comedores. La Asociación de Productores de Carne ya dio más de 25.000 kilos de carne, a los que se sumaron también aportes del Senacsa y de CEA.
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“Ellos nos dan eso y nos aseguran para las proyecciones el proveer la carne. Nosotros tenemos asegurados porque ellos están juntando tropas y cada vez hay más ganaderos que dan tropas, entonces la cantidad necesaria para 50.000 o 60.000 platos ellos ya están juntando. Están haciendo realmente una tarea titánica”, elogia.
La Cámara Paraguaya de Arroz también donó más de 10.000 kilos de este cereal y la Unión de Gremios de la Producción (UGP) proveyó dinero, toldos y productos agrícolas, según el entrevistado.
“Es el momento en que el sector privado por solidaridad o aunque sea por egoísmo, tiene que dar. Porque si no da por egoísmo, sus vecinos le van a invadir los campos, sus vecinos le van a invadir las producciones y si ellos no son solidarios en este momento con sus vecinos, esto va a explotar”, acota.
Por último, recuerda que la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) y el Ministerio de Desarrollo también se adhirieron a esta cruzada de la ADEC con el suministro de “una importante cantidad de kits de alimentos”.