El doctor Harvey V. Fineberg, ex presidente de la Academia Nacional de Medicina de Estados Unidos y ex rector de la Universidad de Harvard, propone seis pasos para luchar contra el coronavirus según el New England Journal of Medicine. Paraguay ¿estará implementando alguno?
El primer paso que propone Fineberg es “establecer un comando unificado”. Nombrar a un comandante, que no solo informe directamente al presidente de la República de la situación, sino también al pueblo y que se gane su confianza. Este “comandante” tiene que tener poder suficiente para movilizar todos los activos civiles y militares necesarios para “ganar la guerra”. Esta persona deberá coordinar con cada gobernador, por ejemplo, la ayuda necesaria conforme a cada caso y etapa en la que se encuentre la epidemia.
En Paraguay, el ministro de Salud, Julio Mazzoleni, tomó el liderazgo del llamado “Comando Operativo y Estratégico” de todo el sistema de sanitario nacional el 19 de marzo. No está claro si tiene contacto directo con los gobernadores, por ejemplo, pero podría ser la réplica del primer paso señalado por el experto norteamericano.
Leé también: Mazzoleni toma el Comando Operativo de Salud
El segundo punto es “poner a disposición millones de tests”. Fineberg aclara que no todas las personas necesitan hacerse la prueba, pero sí todas aquellas que presentan síntomas. A criterio del experto, la clave del éxito de Corea del Sur en el manejo del coronavirus fue ésta (9.887 infectados, frente a 165 muertos), pues cada decisión sobre el manejo de casos depende de la buena evaluación médica y de los resultados de las pruebas de diagnóstico. Sostiene, categóricamente, que sin pruebas de diagnóstico no se puede rastrear el alcance del brote. Él sugiere organizar la realización de los tests de manera descentralizada, incluso, implementar móviles que recorran las ciudades y realicen las pruebas.
En Paraguay, esta es nuestra principal deficiencia, ya que desde que se anunció el primer caso, el 7 de marzo, hasta ayer 1 de abril, solo se realizaron 1.173 muestras, de las cuales 1.096 resultaron negativas. Esta cifra puede parecer alentadora, pero no real, considerando que según los expertos deberían hacerse entre 500 y 1.000 tests al día para tener un panorama verdadero del avance de la enfermedad en el país.
Salud Pública no tiene actualmente la capacidad de realizar la cantidad de tests necesarios y hasta el momento son contados los laboratorios que están habilitados para tal efecto. En los próximos días se esperan donaciones para incrementar las muestras.
Mirá también: Se deben hacer 500 a 1.000 test de Covid-19 al día: “No hay que esperar”
El tercer paso es “suministrar equipos de protección a los trabajadores de salud y equipar los hospitales”. El médico grafica esto con una frase: “no enviaríamos soldados a la batalla sin chalecos antibalas, los trabajadores de salud en primera línea de esta guerra no merecen menos”. Para él, se deben repartir los equipos necesarios, de estándar internacional, respiradores y todos los elementos sanitarios, a los hospitales con mayor necesidad.
En Paraguay, esta es otra falencia. El 25 de marzo, desde el sector Salud manifestaron su preocupación por la falta de insumos de bioseguridad para el personal sanitario, como los mamelucos impermeables, máscaras faciales, protectores n95 en cantidad suficiente para varios meses, y que éstos lleguen a todos los centros asistenciales, no solo para las terapias intensivas de algunos centros de contingencia, ya que esta enfermedad puede afectar todo el país.
Los profesionales señalaron que el médico, la enfermera, el personal de limpieza que no está protegido, va a funcionar primero como un vector que va a llevar la enfermedad a otros lugares y segundo, cuando este personal de salud caiga enfermo, va a dejar de ayudar a otras personas.
Pero, no todo está perdido en este punto, ayer un laboratorio privado donó 41 mil dosis de hidroxicloroquina para el Ministerio de Salud, a ser destinados a los profesionales de blanco en el marco de la lucha contra del coronavirus. Falta que se haga lo mismo con equipos y elementos necesarios para nuestros soldados en la guerra contra el coronavirus.
Leé también: "Un médico contagiado o muerto, no le sirve al sistema sanitario”
El cuarto punto es “diferenciar a la población en cinco grupos y tratarlos en consecuencia”. Según el médico, es necesario saber quién está infectado, quién se supone que está infectado, quién estuvo expuesto al virus, quién no sabe si estuvo expuesto o infectado y quién se recuperó de la infección y está inmune (aunque sigue en estudio si uno puede o no volver a contagiarse).
Para Fineberg, hay que hospitalizar a las personas con la enfermedad grave o de alto riesgo, establecer enfermerías utilizando centros de convenciones vacíos para atender a las personas con enfermedades leves o moderadas y de bajo riesgo. Esto disminuiría el contagio dentro de una familia por ejemplo. Lo ideal es aislarlos por 2 semanas. Para él, identificar el quinto grupo, los que se infectaron previamente, se recuperaron y son inmunes, “cambiaría el juego, al reiniciar partes de la economía de manera más rápida y segura” volviendo dichas personas a su vida normal.
Esta es una idea que se maneja en varios frentes en Paraguay. Incluso, se ofrecieron espacios para tal efecto, es decir, para albergar a pacientes de coronavirus. Los clubes de fútbol más importantes del país, Olimpia y Cerro Porteño, pusieron sus estadios a disposición. Estudiantes y docentes de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Arte de la Universidad Nacional de Asunción diseñaron estrategias para albergar a los contagiados en la Conmebol, por ejemplo. Hoy, el INERAM es el único centro asistencial habilitado para recibir a pacientes de COVID-19, mientras se construye otro en Itauguá.
Lo que sí está pendiente, y tal vez resulte más complicado, es identificar a las personas y ubicarlas según los grupos propuestos por el experto. Para ello, dependemos de la masificación de los tests. Los empresarios, principalmente, estarían de acuerdo con que las personas que no son de alto riesgo y que son de baja probabilidad de contagio continúen con su vida normal, tomando las medidas de higiene adecuadas, para no desactivar del todo la economía del país.
El quinto paso es “inspirar y movilizar al público”. El objetivo es que todos ayuden a reducir el riesgo de exposición y apoyar a sus amigos y vecinos en este momento crítico. A esto se suma que todos usen una máscara quirúrgica fuera del hogar, aquellos que son presintomáticos e infectados tendrán menos probabilidades de transmitir la infección a otros.
En Paraguay, el uso o no del tapabocas estuvo en la polémica desde el vamos. Algunos profesionales aseguran que solo deben usarlas quienes tengas síntomas, mientras que otros son de la misma tesitura que el experto estadounidense. Sin embargo, aquellos que no recomiendan su uso sería más bien para evitar el desabastecimiento de dicho elemento en un momento de extrema necesidad, al menos, esa fue la explicación recogida en varios medios. Lo mismo en el caso de los guantes, su uso sería ideal para evitar la diseminación del virus, pero no todos los recomiendan. El desabastecimiento de insumos médicos es una realidad a nivel mundial, y ningún país está escapando a ello.
Leé también: Tapabocas en los sanos puede ayudar a propagar el coronavirus
El último punto es “aprender en tiempo real mientras se investiga”. A criterio del especialista, las decisiones para determinar la respuesta de salud pública y reiniciar la economía deben ser guiadas por la ciencia. Si sabemos quiénes ya fueron infectados y ya son inmunes a la enfermedad, podemos dejarles reanudar su actividad normal. A la par, los médicos y científicos buscan un tratamiento antiviral eficaz y una vacuna, así como lo hicieron con otras epidemias.
En Paraguay, Salud Pública informó que un tratamiento eficaz podría darse a partir de la hidroxicloroquina, droga cuyo abastecimiento se garantizará conforme un acuerdo al que llegó con el gremio farmacéutico. En lo que respecta a la vacuna, el país está dependiente de desarrollos en Estados Unidos, China, Francia, Alemania, que están más avanzados en sus investigaciones.
De todas formas, a corto plazo, no se vislumbra la posibilidad de llegar a una vacuna. Mientras, lo mejor que podemos hacer es #QuedarnosEnCasa.
Mirá también: La droga que podría “dar un respiro” a la humanidad: Hidroxicloroquina