Decidida, valiente, trabajadora, y ahora también preparada, la mujer paraguaya enfrenta su realidad y sale adelante pese a las adversidades. A diario se conocen historias de niñas sobresalientes, jóvenes luchadoras y mujeres talentosas que dignifican cada día al género femenino.
La heroicidad y templanza de las paraguayas trasciende las fronteras y hasta el papa Francisco la reconoce como “la más gloriosa de América”. Durante su visita al Paraguay, en el año 2015, decía en Caacupé, en el marco de la misa dedicada a las mujeres que “fueron capaces de levantar un país derrotado y sumergido por una guerra inicua, porque siguieron esperando contra toda esperanza ¡Dios bendiga a la mujer paraguaya la más gloriosa de América!”.
A la vez de halagar la valentía de las paraguayas, el Pontífice las instaba a que sean “protagonistas y forjadoras del hoy y el mañana”.
Hoy en día, las mujeres conforman el 49,6%, de la población del país, según los datos de la Encuesta Permanente de Hogares del 2019, dependiente de la Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos. (DGEEC).
A partir del Decreto Ley del 6 de diciembre de 1974 se estableció como “Día de la Mujer Paraguaya” el 24 de febrero, en conmemoración de la primera Primera Asamblea de Mujeres Americanas realizada en Asunción. Tras esta reunión surgió la determinación de miles de paraguayas que decidieron reunir sus joyas y alhajas para donarlos a fin de ayudar a los soldados que batallaban en la Guerra de la Triple Alianza. Meses más tardes, quedaba en manos de ellas refundar el país, tras cinco años de cruenta guerra en el que la población masculina fue totalmente mermada.
Pero la “gloria” de la mujer paraguaya no se remonta solo a la guerra de 1870. Mucho antes, ya existían féminas decididas a marcar la diferencia y dejar sus huellas, como la India Juliana, nombre con el que fue bautizada al cristianismo una indígena de la etnia cario, allá por el año 1.520.
Esta nativa fue entregada a los españoles como parte de un pacto entre nativos y conquistadores para que sea la esposa de Nufrio de Cabrera. Pero ella, cansada de los abusos de su amo-marido lo degolló mientras dormía, según comentó el periodista y recopilador, Luis Verón.
Continúa contando que consumado el hecho, Juliana incitó a las otras mujeres nativas a sublevarse y hacer lo mismo con sus parejas españoles, pero la rebelión fue dominada y Juliana apresada, torturada públicamente para ejemplo de las demás mujeres y condenada a morir en la horca, en 1542, por orden del adelantado Alvar Nuñez Cabeza de Vaca.
En 1811, otra mujer tomó protagonismo. Se trata de Juana María de Lara Vda. de Bedoya, quien jugó un papel importante en la gesta de la independencia. No solo fue la figura femenina que saludó a los revolucionarios y llevó flores que motivaron los colores de la bandera, sino además ayudó a sonar las campanas de la Catedral tras la gesta histórica y además fue parte de las reuniones secretas.
El historiador Herib Caballero Campos recuerda que en la teoría de la Historia de América Latina, el historiador chileno Luis Vitale al referirse al rol de las mujeres en la historia dice que son "la mitad oculta de la Historia, es decir, el rol de las mujeres a lo largo del devenir histórico está ocultada, subalternizada e incluso ignorada”.
Añade que los primeros monumentos a las mujeres están vinculados a los hechos guerreros. No obstante, cree que es necesaria incrementar los estudios de la historia de las mujeres en el Paraguay, tarea que ha sido emprendida por varias historiadoras como Idalia Flores de Zarzar, Olinda Massare en el pasado, y en la actualidad por Ana Barreto, Anahí Soto entre otras.
En el siglo XIX, las hermanas Celsa y Adela Speratti tuvieron un papel preponderante en la educación del país, puesto que fueron las responsables de la innovación de la enseñanza escolar en el Paraguay. Ambas fundaron la primera Escuela Normal de profesores, cuya primera directora fue Adela, y tras su muerte la siguió en el cargo su hermana Celsa.
Serafina Dávalos fue otra fémina que logró destacarse en el pasado, constituyéndose en la primera abogada del país, a la edad 24 años. Es considerada también la primera feminista, pues con su tesis Humanismo se alzó en la defensa de las mujeres. Junto a otras damas de su época firmó una solicitud de paz a los revolucionarios de la guerra civil y fue fundadora de la Escuela de Peritas Mercantiles.
Española de nacimiento, Josefina Plá fue una reconocida y premiada poeta y dramaturga. Su influencia sobre las generaciones intelectuales futuras quedó plasmada en obras caracterizadas por la defensa de los derechos humanos y por la igualdad entre hombres y mujeres.
Entre tanto, Carmen Castro de Lara, una reconocida política y activista por los derechos humanos y de las mujeres del siglo XX fue una de las primeras parlamentarias que tuvo el Paraguay y fue miembro fundadora de la Comisión Paraguaya de los Derechos Humanos.
La maestra normal, Concepción Leyes de Chávez tuvo una extraordinaria trayectoria, que la llevó a ser la primera diplomática y conferencista, hablando sobre temas diversos. También era conocida por ser la autora de libros de lectura aprobados para el uso en todas las escuelas del país.
Rosa Brítez era conocida como la Ceramista de América y era una reconocida alfarera que desarrolló un particular estilo. Realizó varias exposiciones de su trabajo y recibió premios y distinciones por sus obras. “Yo soy lo que soy porque hago del barro lo que quiero”, repetía.
MUJERES DE HOY
“La mujer paraguaya está llegando a lugares de más poder. Las mujeres tenemos capacidad”, asegura la atleta paraguaya Camila Pirelli. Sostiene que en el ámbito en el que se desempeña, hoy en día existen profesoras y entrenadoras que se destacan con lo que hacen.
Al hablar de la historia del deporte paraguayo, Camila acepta que en los últimos años, las mujeres han podido incursionar en mayor medida y sobre todo posicionarse. “Hace 15 a 20 años atrás, la representación del deporte era de hombres, pero ahora ya se ve normal que las mujeres que practican”, indica.
La deportista insta a las niñas, adolescentes y jóvenes a incursionar en el campo del deporte y asegura que pese a las limitaciones las paraguayas siempre están entre las top 10 de Sudamérica. “Le digo a las mujeres que se den cuenta de la fortaleza que tenemos, de la historia, tenemos la capacidad de decir que somos mujer mbareté”, asegura.
Por su parte, la directora de Envaco, Karen Wineker sostiene que las mujeres están pasando por un cambio cultural muy grande, no solo a nivel nacional, sino mundial; por lo que les insta a que se atrevan a ser protagonistas. “El desafío que enfrenta la mujer es vivir el cambio, no quedarse en su lugar, en el molde, sino tomar protagonismo desde donde esté. No importa que sea desde la familia, en el ámbito empresarial, emprendedor...el desafío de la mujer es atreverse a ser protagonista”, dice.
Asegura que cuando la mujer está en posición de liderazgo, no debe existir diferencia con los hombres. “Las mujeres exigen hoy una posición y se destaca, porque toda la vida fueron líderes de familia y ahora eso se traslada a otros ámbitos, donde lleva la sensibilidad y sobresale”, añade e insta a las mujeres a romper los esquemas y asumir el liderazgo que naturalmente ejercen en las casas.
CIFRAS
De acuerdo a la Encuesta Permanente de Hogares 2019, las mujeres de 15 y más años de edad tienen un promedio de estudios de 10,5 años. La tasa de empleo de ellas es del 55,0%, es decir, 1.393.267 mujeres se encuentran trabajando, de las cuales, un 27,8% lo hace por cuenta propia, el 27,7% como empleada u obrera privada y el 18,1% en tareas domésticas.
Se estima que las mujeres mayores de 15 años tienen un promedio de estudio de 10,5 años. En cuanto a la media de ingresos, las féminas perciben un salario mensual de G. 2.100.000 a G. 550.000 menos que los hombres.