El caso ocurrió el pasado 24 de enero en la aldea indígena La Esperanza de Irala Fernández en Presidente Hayes.
Siendo las 09:00 del viernes 24 de enero, la joven indígena María Dolores Paredes de 17 años empezó trabajo de parto y este fue complicándose cada vez más por lo que pidieron una ambulancia para trasladarla.
De todos los pedidos de auxilio, solamente una llamada fue contestada pero sin resultado desde el Hospital de Yalve Sanga y el promotor de salud sintió gran impotencia e indignación, según señala la publicación de la Radio Pa’i Puku.
Desde la primera llamada, pasaron 5 horas y para las 14:00 prácticamente María Dolores ya estaba agonizando. La joven sufrió durante 5 horas, hasta que ya no cayó en coma y fue trasladada de urgencia hasta el hospital de Filadelfia, donde falleció a las 16:00 aproximadamente.
La joven murió, como suele suceder en el Chaco, en el olvido de un sistema de salud que no funciona y de un Estado ausente, a solo 400 km de Asunción.
Indignante
Lo que más indignó a los familiares es la forma en que fue entregado el cuerpo de la joven. Fue depositado en una caja de cartón de heladera, siendo trasladado en una patrullera policial, hasta la comunidad de El Estribo, donde fue enterrada, después de una ceremonia comunitaria. Varios dirigentes expresaron su indignación y manifestaron que el hecho no quedaría en el olvido, durante un programa de Radio Pai Puku.
“Claro, ella no era hija de un presidente o parlamentario, era simplemente una joven indígena que en su momento fue la reina de un club de fútbol de su zona”, lamentaron.