El Instituto Privado del Niño (IPN), sanatorio privado del área de pediatría ubicado en la capital, ignoró completamente los protocolos de comunicación institucional y respondió de forma muy inoportuna a un padre que reclamó en redes sociales sobre un caso en particular.

Se trata del ciudadano Javier Viveros, quien a través de su cuenta de Twitter realizó un descargo dirigido al perfil del IPN en la misma red social. El cliente del nosocomio dijo que fue atendido por un doctor que lo trató muy mal, además de ser muy impaciente. Reclamó un buen servicio teniendo en cuenta el dinero que paga por la atención.

“Hola @IpnPy me acaba de atender el Dr. Juan Villalba, muy mala la atención, no tiene paciencia y encima desagradable, se supone q pagamos por una buena atención, deberían cuidar a sus clientes”, señaló.

Ante esto, desde la cuenta del IPN, en lugar de canalizar el reclamo a través de los medios protocolares y atender la queja del padre del paciente, respondieron prepotentemente. Inclusive, lo calificaron como padre irresponsable y le dejaron “consejos” de cómo ser uno bueno.

“El primer deber de un padre es saber lo que le pasa a su hijo. El segundo, informar debidamente al profesional que le atiende y no sólo exigirle “ que no tosa en el avión.” Hacemos Pediatría protegiendo a los niños en todos los sentidos y también de padres irresponsables”, dice textualmente el primer tweet emitido como respuesta.

Seguidamente, se publicó un segundo tweet que “aclaraba” que en el IPN “no son un delivery asistencial, que se somete al vil metal (refiriéndose al dinero) para satisfacer los cómodos deseos de gente prepotente”.

CAPTURA DE PANTALLA DE LA "CONVERSACIÓN".

Tras la insólita serie de respuestas emitidas desde la cuenta oficial del sanatorio privado, Viveros, impresionado, optó nada más por acudir al sarcasmo para realizar su réplica.

“Excelente respuesta, que bueno saber de antemano, disculpe para la próxima voy con un doctorado en pediatría para saber el nombre las drogas que ustedes le dan a los pacientes, que penoso y lamentable su servicio, y en la respuesta ya está mas que claro quién fue prepotente”, escribió.

Esta inadecuada comunicación institucional incurrida por el IPN generó indignación entre los usuarios de la red social, quienes se compadecieron con el cliente. Algunos hasta sacaron al tapete sus malas experiencias sufridas en dicho centro médico para niños.

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