“Rohayhu Paraguay, Ñandejara tapenderovasa”, fueron las significativas palabras del Monseñor Cristóbal López Romero, quién en pocas horas será ungido Cardenal por el Papa Francisco.
En su mensaje para nuestro país, insto a rezar por el Santo Padre, por la Iglesia y por el, puesto las felicitaciones sirven de poco y las oraciones sirven de mucho.
Dijo que ser nombrado cardenal, obispo o sacerdote no es ningún honor si no una responsabilidad, alegando que dicha mención no le hace mejor que nadie, porque el honor más alto que puede tener una persona es el bautismo, que nos hace ser hijo de Dios y más alto que eso no hay nada.
“Yo no soy elevado, no soy ascendido, no soy promovido, no tengo ningún título especial que no sea el de ser hijo de Dios”, reiteró.
Alma de comunicador
El Monseñor además envió un saludo muy cordial a todos lo amigos del Paraguay, especialmente a la audiencia de las radios que transmitirán sus palabras y a la Asociación de Comunicadores Católicos de la cual tuvo el honor de ser fundador.
Asimismo, mencionó que está muy contento de estar acompañado en este día tan especial por un buen grupo de paraguayos y que su felicidad no es solo por él, si no por la Iglesia de Rabat de Marruecos, a donde el pertenece actualmente. “También de la iglesia paraguaya de la que me considero hijo”.
El español nacionalizado paraguayo Cristóbal López Romero, salesiano almeriense que ha trabajado en Paraguay antes de su nombramiento como arzobispo de Rabat, Marruecos, en el 2017, fue nombrado como cardenal por el papa Francisco.
Hace un mes, el obispo de Roma anunció que hoy sábado 5 de octubre se celebrará un consistorio para el nombramiento de 13 nuevos cardenales, entre ellos el Monseñor Cristóbal López .