Con 100 mil hectáreas quemadas y un fuego que avanza 20 km por día, el panorama de incendios forestales es complicado. Varias son las organizaciones internacionales y no gubernamentales que brindan informes sobre las condiciones actuales. WWF difunde la existencia de 7853 focos de incendio. A esto se suma Luis Recalde. El ingeniero agrónomo que viene denunciando la destrucción que sufre el Chaco Paraguayo y la matanza de su rica fauna, a través de sus redes sociales desde 2017 habló con Residentas de Gen sobre el aumento de incendios en últimas 12 horas.

Una de las cosas más preocupantes -a su criterio- es que se registran focos relativamente importantes dentro de las áreas protegidas. Hay fuego en el Parque Nacional Caazapá, la Reserva Mbaracayú y el Parque Nacional Paso Bravo, que son las tres reservas más grandes de la región Oriental.

“La situación actual es totalmente distinta a la que teníamos hace 15 días con quema de palmares en el Chaco, que dentro de todo no es tan grave, pero ahora se empezaron a quemar zonas muy importantes para la conservación y están siendo afectadas muchas comunidades indígenas”, destacó.

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Las zonas más afectadas -según los datos oficiales- se encuentran en Amambay, Alto Paraguay, Concepción, San Pedro y Presidente Hayes.

El ingeniero lanzó la hipótesis -basándose en las imágenes satelitales de la NASA- que relaciona los pequeños, pero múltiples focos y en la zona de Canindeyú con los rozados que se hacen dentro bosques para el cultivo ilegal de marihuana. Esto se suma a la quema de pastizales que se hace tradicionalmente.

“No hay un plan nacional de trabajo (para el combate de los incendios forestales). No sabemos qué disponibilidad realmente tenemos (de equipamiento y personal). Ayer estaban diciendo los Bomberos de Villarrica: ‘A nosotros nos llaman para un incendio y tenemos 13 pendientes’. No hay bomberos, no hay equipos, no hay gente”, finalizó.

Desde la Secretaría de Emergencia Nacional difunden imágenes en las que afirman seguir combatiendo intensamente los incendios forestales en el norte del país, “a pesar de las condiciones climáticas que no nos favorecen, con toda la logística que nos apoyan”.

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