“Recibí una notificación de un pasajero mexicano y su familia que tenía que recoger en la Terminal de Omnibus de Asunción y que quería que los traslade a un hotel cercano. Cuando llegué, bajé y abrí la maletera para subir las valijas del pasajero, pero de pronto me cercaron dos vehículos, un fun cargo y un Toyota Allex, y de ellos bajaron los conductores y comenzaron a insultarme. Me gritaban que era un bandido y esas cosas y yo les contesté porqué, si pagaba mis impuestos para trabajar”, relató hace instantes Alfredo Duré, quien a continuación indicó que la situación se agravó en pocos segundos.
Duré contó que varios “cuellos azules” (taxistas de la TOA) lo rodearon y él para protegerse se introdujo dentro de su vehículo, pero como el portabultos estaba abierto no pudo llavear su coche.
Agregó que entonces llegó “uno grandote” y que trató de sacarlo de su auto a la fuerza y él se resistió. En ese momento el mexicano cerró la maletera y pudo guarecerse dentro del rodado.
“La Policía está acá y mira lo que pasa, pero no hace nada”, refirió asustado el trabajador Uber, quien coincidentemente hoy cumple 30 días en este servicio, con 265 viajes sin ningún inconveniente.