Realizada por segundo año consecutivo, la representación del Vía Crucis en el cerro Ñemby fue éste viernes santo una de las mayores atracciones del largo feriado en el departamento Central.
Con una asistencia que ronda las 30 mil personas, según los organizadores, la puesta en escena de la pasión y muerte de Jesucristo en el calvario, adquirió tal realismo en ese espectacular escenario natural iluminado con al menos cinco mil candiles hechos de apepú.
Pero la ambientación no fue solo realzada por las luces de miles de candiles, sino por un magnífico juego de luces en todo el perímetro de la ex cantera, lo que le aportó más espectacularidad al evento.
Los actores que representaron la pasión y muerte, todos del elenco Kurusu Rapykuere, son provenientes del barrio Cañadita de ésta ciudad. Ataviados con atuendos propios de solados romanos, fieles hebreos y el propio Jesùs con la cruz a cuestas, sangrando por los latigazos, el elenco arrancó aplausos, llanto y todo tipo de emociones a las miles de personas que acudieron a presenciar el evento en el atardecer del viernes santo.
En total 8 grupos de estacioneros y uno de mujeres estacioneras, se encargaron de agregar realismo y sentido popular a la representación con canciones en guaraní que rememoran todos los momentos del calvario del Mesías.
La concurrencia se registró desde las 15:00 horas aproximadamente, pues el Vía Crucis arrancó a las 18:00.
El Vía Crucis del Cerro Ñemby fue declarado de interés nacional por el Congreso de la Nación, dado a que cada vez más fieles acuden a éste evento desde todos los puntos del departamento Central.
La iniciativa fue impulsada por el intendente Lucas Lanzoni, para brindar un espacio a la ciudadania luego de recuperar el cerro de la explotación. La coordinación estuvo a cargo de Roque Gonzalez Vera.