La fiscala Mirtha Ortiz imputó por lesión grave y tentativa de homicidio al oficial inspector Néstor Gerardo Vázquez Guerrero, de 33 años, y el suboficial Jorge Manuel Cañiza, de 27 años, permanezcan detenidos en la comisaría 3ra de Luque hasta que se realice la imposición de medidas preventivas al Juzgado de Garantías, este miércoles.

Los policías involucrados se exponen a altas condenas. “Eran las dos personas que contaban con armas de fuego, los dos realizaron disparos. A uno de ellos se le observa más involucrado”, expresó Ortiz.

Además la fiscal solicitó una prórroga de 24 horas para analizar la situación de los otros tres policías que participaron del hecho: Cristian Llanes Servín, Marcial Flores Gauto y Mario Fariña Echeverría.

La fiscala afirmó que la imputación podría cambiar debido a que los policías continuaron disparando cuando el vehículo ya se encontraba parado con las niñas y la mujer en su interior. Los policías afirmaron que se buscaba un vehículo blanco y sin chapa, en tanto que el transporte escolar es una furgoneta Toyota, modelo Noah, de color gris y con chapa.

“La conductora logra salir a su suerte por el lado del piloto, y fue agredida por estos agentes. Recién cuando avistan a los menores dentro del transporte, muestran sus placas y se presentan como policías. Hay un testigo que presenció todo esto y declaró en sede fiscal”, expresó la fiscal en contacto con la 800 AM.

“Lamentable e irregular”

Vázquez Guerrero y Cañiza están acusados de disparar 50 a un transporte escolar que trasladaba a dos niñas de de 8 y 11 años, que resultaron heridas tras recibir impactos de bala, en Caacupemí, Areguá, ayer de tarde.

El viceministro de Seguridad, Hugo Sosa Pasmor confirmó que no había ninguna orden de trabajo por un vehículo robado y calificó de “lamentable e irregular” el accionar de los policías que dispararon a matar a los ocupantes del bus escolar. Igualmente ordenó la separación del director de Central, el jefe y subjefe de investigaciones.

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