De lejos, una sonrisa abierta, franca, el dedo índice levantado y un caminar que denota una premura por llegar. ¿El destino? Un grupo con un cartel de cartulina, una bandera tricolor y una bolsita en la que no duda en meter la mano. El papa Francisco rompe todo protocolo, no puede ocultar su alegría al ver el entusiasmo de los jóvenes que quieren cumplir con su antojo de días antes: comer chipa. Les da la mano, como se hace con los amigos. Les brinda una breve conversación. No olvida tomar el paquete de una tradicional chipería paraguaya antes de hacer el gesto de la bendición sobre sus cabezas.

“Una emoción tan grande siento!!!! Kike Fanego y Chevo Colmán. La verdad siento orgullo, emoción, ganas de llorar. Les quiero tanto chicos!!! Acompaño con mis oraciones esta gran misión. Que bendición!!!!”, (sic9 se lee en el mensaje que acompaña el video en la cuenta de Facebook de Vicky Ramirez Jou, que ya se vuelve viral. Los chicos que protagonizan estas imágenes dicen sentirse “felices y bendecidos”.

Hace una semana, Francisco tras la Audiencia General llevada a cabo en Ciudad del Vaticano, en el Aula Pablo VI, saludó a los presentes. En la ocasión se detuvo a tomar mate de las manos del padre Francisco Ocampos de la Arquidiócesis de Asunción. El sacerdote actualmente vive en Roma y se encuentra cursando un Doctorado en la Universidad Pontificia Gregoriana.

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En la mañana del miércoles 30 de enero, el Sumo Pontífice se acercó y lo primero que dijo fue: ¿trajiste la chipa?, le dije que se quedó en el aeropuerto, devolvió el mate y dijo gracias”, explicó el sacerdote, quien dijo estar emocionado hasta las lágrimas.

Con el Paraguay en el corazón

Jorge Mario Bergoglio -cuando se desempeñaba como arzobispo de Buenos Aires- asistía a los eventos organizados por la comunidad paraguaya. En esa época tomaba tereré y hablaba palabras en idioma guaraní.

De profesión técnico bioquímico, en su juventud había trabajado de cerca con la activista paraguayo-uruguaya Esther Ballestrino, una de las fundadoras de la asociación de las Madres de Plaza de Mayo.

“Fue con ella que también aprendió algunas frases en guaraní, que llegó a utilizar en sus homilías”, comentó Celso Chamorro, miembro de la Comisión de Derechos Humanos de la organización de paraguayos residentes en la capital argentina en una nota publicada ya en 2013.

Su afición por lo típicamente paraguayo es bien conocida. Durante su visita a Paraguay, paró el “papamóvil” para recibir la ofrenda de una chipera que lo esperaba con su canasta.

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