Asunción, una de las ciudades más antiguas de Sudamérica, cumplió la semana pasada 481 años de vida fundacional. Caracterizada por sus espacios verdes, un casco histórico en el que se siguen percibiendo ecos del pasado y una creciente y vibrante zona comercial-residencial que se agiganta con el correr de los años.

Capital del Paraguay y hogar de más de 500 mil paraguayos, pero espacio laboral de casi 2 millones de personas en días hábiles que llegan en diferentes medios de transporte, Asunción hoy tiene una estructura vial y un sistema de movilidad que no acompañan el acelerado ritmo de crecimiento que se asoma sobre ella.

VISTA AÉREA DE LA ASUNCIÓN. FOTO: ARCHIVO.

Con calles, avenidas y cruces colapsados de vehículos de todo porte, una desorganización urbanística y una infraestructura vial deficitaria y con vida útil vencida, Asunción hoy se perfila como una ciudad casi intransitable, devastada por décadas de atraso y desidia de autoridades, que nada tiene de amigable con el tráfico vehicular y mucho menos peatonal.

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Lo bueno de todo lo malo es siempre la oportunidad del cambio y ese cambio necesita de la articulación de políticas, proyectos y visualización de la problemática desde varias aristas. A criterio del arquitecto y concejal municipal de Asunción, Federico Franco Troche, el problema real de Asunción yace tanto en la forma de movilidad como en las condiciones de viabilidad.

Movibilidad

En contacto con La Nación, el edil explicó que la capital debe ser sometida a profundos cambios específicos que provoquen un transitar más fluido, organizado y descongestionado. Es decir, enfocarse en la forma de moverse.

Esto implica una reestructuración del sistema de concesión del transporte público, ejecución de un estudio de 220 cruces conflictivos, análisis del sistema semafórico y el sentido de circulación en las diferentes arterias.

IMAGEN ILUSTRATIVA. ARCHIVO.

No solamente los buses deben ser tenidos en cuenta en la reconversión del sistema de transporte, sino también los taxis y demás vehículos de alquiler particular. Se debe también determinar la necesidad, como demanda real, de estos servicios en la capital.

Troche también habla, e incluye como punto en la agenda, a una nueva institucionalidad en el asunto del transporte, teniendo en cuenta que existen ordenanzas municipales ya no acordes a los nuevos tiempos.

Viaductos y túneles: ¿Solución?

La respuesta es no. La construcción de supercarreteras, viaductos y túneles no es la solución inmediata para la ciudad, para el concejal. Inclusive, Troche expresa que con la proliferación de estas costosas estructuras lo único que se hace es inducir al tránsito y no allanar caminos a una solución vial.

“Lo que genera el conflicto del tráfico es la forma que nos movemos, y si modificamos eso, se pueden hacer las obras viales, o sino luego terminan todas colapsadas”, refiere. Troche menciona que muchos países se están adaptando a nuevas formas de tránsito: están demoliendo viaductos y supercarreteras que construyeron en las décadas de los 80 y 90.

Se están construyendo ciudades más compactas y se proponen vías alternativas al vehículo, la materialización de bicicendas, entre otras medidas. Además, viaductos y túneles pueden significar una polución visual si no van acompañados de estudios de factibilidad.

Entonces, ¿qué se debe hacer con el dilema de la vialidad?

Según la Dirección de Obras y el Sistema de Información Geográfica de la comuna capitalina, la ciudad tiene una superficie de 117 km2. Cuenta con 15.196 cuadras, de las cuales 11% tienen pavimento de tipo asfalto, 80% de tipo empedrado, 2% adoquín, 1% hormigón y el 6% restante sin mejora alguna.

De todas estas, más del 50% en el caso del pavimento tipo empedrado y un 80% de las calles asfaltadas han cumplido sobradamente con su vida útil legal, requiriéndose una inversión que orilla los US$ 120 millones para su reparación y repavimentación, según cálculos realizados por el concejal Troche.

IMAGEN ILUSTRATIVA DE ARCHIVO.

Pero el gasto de sumas siderales de dinero en mejoras de calles se vuelve solo “parche”, ya que luego de algunos meses la vía reparada vuelve a verse fragmentada, por diversas causales, entre ellas y la que más influye, el agua servida.

Construir desde abajo hacia arriba

La interpretación que nace de estos datos es que el problema de Asunción y sus calles es estructural. Así como una casa con problemas de cimiento, donde aparecen fisuras y se “solucionan” con pinturas y relleno, pero luego la estructura se debilita por varias razones y vuelven a aparecer las fisuras, sino se consolida la base, dice Troche.

Y en Asunción el “problema de cimiento” está en la carencia de desagüe cloacal, desagüe pluvial y en la pérdida de tuberías de agua corriente, condiciones que requieren de inversiones que escapan por hoy de las posibilidades financieras de la ciudad.

Volviendo a los números, se puede observar que en el 75% de la ciudad no existe desagüe pluvial, solo el 50% cuenta con red de alcantarillado sanitario, un 30% tiene pozo ciego y el resto vierte sus efluentes en la vía pública.

En relación al agua corriente, según información de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (ESSAP), el 42% del agua tratada para el consumo de la población se pierde en las vías de distribución, siempre mirando al margen capitalino.

ILUSTRATIVA. Foto: Gentileza ESSAP.

Enfoque global

El concejal Troche reconoce que la comuna lleva adelante ahora un proyecto de US$ 90 millones para un sistema de desagüe pluvial, que tendrá en cuenta las cuencas y cauces que se encuentran en la ciudad. No obstante, considera que a la par se debe trabajar en el alcantarillado sanitario y en la disminución de las pérdidas del sistema de distribución de agua potable.

En ese contexto, el arquitecto concluye que no se puede encarar trabajos de mejoras en la vialidad, así como bacheos y mucho menos construcción de viaductos o túneles, sin tener un enfoque global, que incluya a trabajos en el desagüe cloacal, pluvial y en el sistema de agua corriente, para lograr la tranformación sustancial que Asunción necesita, así como todos los que transitan en ella.

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