En relación a la eventual reaparición de la conscripción forzada – eternizada en el colectivo imaginario como el tenebroso arreamiento de jóvenes en camiones militares durante la era stronista –, un activista civil y un militar retirado debatieron en torno a la pertinencia o no de dicha iniciativa.

La idea de relanzar el cumplimiento compulsivo del servicio militar – con la opción de la objeción de conciencia – fue presentada la semana pasada por el ministro de la Juventud, Felipe Salomón, luego de una audiencia con el presidente Mario Abdo Benítez.

Esta noche, en el programa Cara o Cruz, emitido por Unicanal, Vidal Acevedo, del Servicio Paz y Justicia (SERPAJ), y el coronel (SR) Carlos Cohler dieron vida a un debate, hasta folklórico, por momentos.

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“Lo que dijo Felipe Salomón es una falta total de respeto hacia los familiares de las víctimas del servicio militar obligatorio. Hubo 147 muertes de jóvenes en cuarteles y 2 desaparecidos. Paraguay fue incluso condenado por eso”, recordó el activista civil.

Agregó que Salomón echó a andar la propuesta con el único objetivo de ganar crédito ante los ojos del actual inquilino del Palacio de López.

“Felipe Salomón dijo lo que dijo para congraciarse con el presidente de la República. En la primera conferencia de prensa ya dice que va a presentar un proyecto de ley. Algo totalmente errado. Volver a tocar el tema del servicio militar obligatorio (SMO) como prioritario es un retroceso”, lamentó.

ESTRATEGIA

Ya el militar retirado, en sus primeras intervenciones, explicó que iba a desplegar una “estrategia tangencial” durante la conversación y que su tono descendería “lo más bajo posible”, llegando inclusive a recordar que el último de los niveles de negociación era “la destrucción”.

“Si no tenemos FF.AA. estamos invitando a otros países a que nos ataquen o invadan. Hay que elegir a los mejores soldados para servir a la patria. La República del Paraguay, constitucionalmente hablando, debe ser defendida por sus FF.AA. Cuando hablamos de soberanía debemos establecer el servicio militar obligatorio, esa es la base”, amplió Cohler.

Comentó igualmente que, hoy en día, existen 5 mil personas en servicio y que los objetores de conciencia son 140 mil, aproximadamente.

Asimismo, el militar retirado dijo que “el Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada tenían cursos de alfabetización.”

“El que no quiere ser militar, puede ser objetor de conciencia, se va a un hospital de salud y presta servicio por ejemplo, si no le gusta eso, puede pagar un impuesto estipulado que es de aproximadamente 200 mil guaraníes anuales durante 8 años”, indicó.

OBSOLETO

En otro momento, Acevedo reiteró que el SMO es obsoleto y que la perorata de que “el cuartel” sirve para educar a los jóvenes o para alejarlos de las drogas no pasa de eso, un discurso.

“Tenemos 81 generales con un muy buen sueldo. ¿Para qué queremos tantos? Este debe ser el único país en el mundo que militares de la marina se descienden de camionetas 4 x 4 en vez de un barco. El tema del servicio militar obligatorio es obsoleto, se debe pensar en otra cosa para los jóvenes”, planteó.

“En el cuartel la educación está basada en el castigo y en el miedo, un apysarapo o un akapete por ejemplo. Además, el objetor de conciencia tiene que hacer el servicio cuando el mismo esté en regla, la ley es el problema”, indicó el activista del SERPAJ.

LA LEY

En relación a la ley que reglamenta la objeción de conciencia, Acevedo también señaló que la misma adolece de contradicciones y que otorga plenos poderes a un Consejo para rechazar la declaración de un ciudadano como objetor de conciencia.

“Hoy día ningún objetor de conciencia hizo el servicio social civil, excepto en el 2006 cuando un chico hizo el servicio en la Cruz Roja. ¿Por qué dar parte del Presupuesto General de Gastos a las FF.AA. siendo que es una institución vegetativa? Tenemos problemas más acuciantes, de salud, de educación”, finalizó Acevedo.

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