Una mirada sobre la situación de las mujeres con relación a la tierra, fue el foco del debate que reunió a expertas de diferentes ámbitos en el Conversatorio Gobernar la tierra en igualdad: acciones y aprendizajes regionales, llevado a cabo el viernes último en la Universidad Columbia del Paraguay. Este evento se realizó en el del marco del Coloquio Internacional "Gobernar la tierra en igualdad" organizado por FAO – Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y ONU Mujeres.
Fueron panelistas: Mirna Cunningham, presidenta del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y El Caribe (FILAC); Carmen Diana Deere, profesora Emérita de Estudios latinoamericanos, alimentación y recursos económicos de la Universidad de Florida (EEUU) y de FLACSO-Ecuador; Visitación Asprilla, directora nacional para asuntos de la Mujer Rural, Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural del Gobierno de Colombia; Alicia Amarilla, representante de Coordinadora Nacional de Mujeres Trabajadoras Rurales e Indígenas – CONAMURI. Fue moderadora la socióloga Marielle Palau.
"El acceso a la tierra es la base de la justicia social, de la justicia de género", señaló Carmen Diana Deere, al tiempo de explicar que desde un punto de vista académico, "la ecología feminista nos ha impulsado en la lucha, el tratar de asegurar el acceso de las mujeres a la tierra. Me di cuenta – en base a investigaciones- que la mujer que tenía tierra no solo tenía autoestima sino le daba una suerte de poder; crea las precondiciones para la autonomía económica de las mujeres".
Según Alicia Amarilla, el significado de tierra -para las mujeres campesinas e indígenas- es muy profundo porque "hablamos de nuestro "teko", nuestra cultura, nuestra forma de ser; ser campesina, ser indígena está tan satanizado, tan estigmatizado, se siente el rechazo hacia el campesinado, hacia el indígena; en la cosmovisión hablamos de tierra, agua, semillas; las mujeres somos las que cuidamos la tierra".
"Si nos preguntan sobre el significado de territorio diríamos que es nuestro supermercado, nuestro medio de subsistencia; tiene que ver con nuestra cosmovisión, nuestra espiritualidad, con nuestra salud, con el consumo de alimentos sanos. Para los pueblos indígenas el concepto de identidad de ese territorio tiene que ver con la vida", expresó Mirna Cunningham
"Podemos usar una serie de sinónimos, relación de la tierra y mujer, miramos la diversidad, lo ancestral, es mirar como la diversidad étnica se relaciona de forma influyente con el territorio. Como gobierno, como ente público si se tiene claridad se va a dar una serie de acciones. Reconocer toda la diversidad, esa relación y el aporte que se ha dado desde el género femenino", manifestó Visitación Asprilla.
Obstáculos que persisten
Sobre los obstáculos que se observan a nivel mundial, las expertas coincidieron que existe una situación de despojo permanente.
"Somos un estorbo en el campo porque no dependemos de la cadena de supermercados, producimos alimentos para el autosustento; somos las mujeres las que ponemos el pecho para llevar adelante. Para acceder a un pedazo de tierra hay obstáculos, burocracia y el mismo Estado no garantiza ese derecho. La mujer campesina en su territorio vive cada vez más amenazada", puntualiza Amarilla
"Los principales obstáculos son los resabios de la colonización, entraron porque aquí no vivía nadie. Eso significó destrucción de sistemas de vida y a medida que se fueron formando nuestros estados se mantuvieron esas mismas medidas. Para que se escuche nuestra voz, hemos luchado para el establecimiento de estándares internacionales y uno de esos derechos es el derecho al territorio. Las mujeres indígenas creemos que como mujeres no gozaremos de nuestros derechos si nuestros pueblos no gozan de sus plenos derechos", expresa Cunningham.
"Observamos que las mujeres sólo eran sujetos pasivos de los programas, no participaban de forma protagónica, ahora se involucran más, organizaciones activas, de mujeres, mixtas, haciendo un seguimiento a los decretos, a las normas. Oportunidad, alianzas internacionales, sistemas de cooperación. Reestructuraciones en el sistema de gobierno, implementar acciones, capacitando al funcionariado", indicó Asprilla.
"En cuanto a las comunidades la cosa está en la participación, en la toma de decisiones; si las mujeres no participan en ese proceso, no son tomadas en cuenta. En el Estado hay una serie de factores, la coyuntura, la voluntad política. Por muchos años fue por factores legales. Lo que nos ha enseñado la historia en los últimos 30 años, la importancia de la organización, sin esa organización de mujeres y alianzas de organizaciones sociales, academia, tampoco se hubiese logrado todo lo que se tiene", explicó Deere.
El conversatorio contó con la participación de docentes y alumnos de la citada universidad, así como representantes de diversas organizaciones de la sociedad civil.