Nuevas evidencias en el caso del asesinato del joven Mauricio Benítez, a manos de guardias de la empresa de seguridad privada Protek, revelan que el mismo habría sido ejecutado a quemarropa. Esta nueva información surgió durante la reconstrucción de los hechos.

En contacto con la Radio 970am, el abogado querellante, Federico Ocampos, reveló que un mal funcionamiento del sistema de apagado a distancia del vehículo asegurado provocó la persecución que duró más de una hora, tras la cual los guardias dieron alcance a Mauricio, bajando uno de ellos de la moto para luego acercarse al vidrio trasero del automóvil y efectuar el disparo mortal.

"Se llama ejecución a quemarropa, hablamos de ejecución cuando se tiene asegurado el deceso de la persona u objetivo, y a quemarropa cuando es a menos de un metro", afirmó el abogado.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Para Ocampos, este hecho está fuera de los parámetros normales donde un tiro al aire o intimidatorio hubieran bastado, siendo responsable la empresa de seguridad al contratar gente sin preparación para prestar el servicio.

El abogado instó a debatir si el castigo en realidad debe ser para el empleado no apto o para la empresa que le proveyó de armas a pesar de no estar calificado, y sostiene que Protek tiene responsabilidad directa en el homicidio porque entregó las armas a sabiendas del riesgo que implica entregar un arma a una persona inexperta.

Antecedentes

El hecho ocurrió el jueves 15 de junio, cuando la hermana de Mauricio Benítez, de 22 años de edad solicitó a la firma Protek que encontrara su vehículo que había sido llevado por su hermano.

El vehículo fue localizado en Luque y la persecución terminó en la zona de Puerto Botánico de Asunción, donde uno de los guardias disparó y mató al conductor.

Julián Benítez fue quien lo hizo, mientras que Óscar Tomás Blanco delimitó el perímetro. Ambos estaban habilitados para la tenencia de armas, pero no para portarlas.

Dejanos tu comentario