- Por Jorge Zárate
- jdzarate@gmail.com
Son 50 los desafíos a vencer en el mismo número de días y el último de ellos es arrojarse desde lo alto de un edificio. Se trata de un juego tenebroso que se está difundiendo en las redes y que ya cobró víctimas en Brasil.
Se llama la "Ballena azul", porque pide en uno de los momentos a los participantes, en general adolescentes, que se dibujen una con un cuchillo u hoja de afeitar en el cuerpo. En Paraguay se llamó a estar alertas y comunicados con los hijos y denunciar cualquier cuestión al portal protecciononline.gov.
De acuerdo a lo que se conoce, los adolescentes reciben mensajes en su teléfono o en perfiles de Facebook para unirse a grupos donde se usa el hashtag #I_am_whale (soy una ballena).
Para el psicólogo Agustín Barúa, este tipo de problemática llama a reflexionar sobre "qué pasa en nuestra vida cotidiana, y no digo real porque lo virtualidad tiene también de realidad, que funciona de manera expulsiva hacia lo virtual. En este caso son juegos, pero pueden ser muchas cuestiones, conocer gente, tener sexo, en el sentido amplio jugar, informarse, tendríamos que plantearnos como sociedad por qué preferimos estar en lo virtual y no lo real y a partir de ese planteamiento ver qué hacemos con eso".
Para el profesional, si bien es importante acercarse a los jóvenes, se ve también en el caso un escenario del control social y el adultocentrismo: "Difundir este tipo de juegos tiene, por un lado, una efectividad muy alta en términos de control social, de instalar como una lógica de vigilancia respecto a cómo nos relacionamos, pero a la vez hay un plus que es de nuevo las generaciones más jóvenes como sospechosas y no confiables y eso me parece un poco grave en sociedades como las nuestras, que son adultocéntricas", señaló.