Portimao, Portugal. AFP
La número 100 se hace esperar: el contador de pole positions del británico Lewis Hamilton se mantiene bloqueado en 99 después de que su compañero en Mercedes Valtteri Bottas le privase de ese honor este sábado en el Gran Premio de Portugal.
Habría sido simbólica una centésima pole, 27 años después de la muerte del ídolo de Hamilton, el brasileño Ayrton Senna.
Para el finlandés es la primera pole de la temporada de F1, la 17ª de su carrera, y la esperaba con ganas después de las primeras sesiones clasificatorias decepcionantes (3º en Baréin y 8º en Emilia-Romaña).
Bottas no vivía un sábado de carrera tan feliz desde el GP de Sakhir en diciembre del 2020. “Las cosas van al fin por el buen camino. Las sesión de clasificación ha sido uno de mis puntos débiles esta temporada, pero trabajé mucho para este fin de semana”, afirmó.
Una recompensa que le sabe aún mejor por cuanto la carrera precedente fue una pesadilla para el finlandés, fuera de carrera por un choque con el Williams del británico George Russell.
Lastrado como el resto de pilotos por las ráfagas de viento sobre una pista deslizante, Hamilton solo pudo reconocer que su sesión fue “desordenada, no de las más limpias”, con “solo una vuelta buena”.
Pero el séptuple campeón del mundo salvó lo esencial. Hoy, a las 10:00, sale por delante de su principal rival, el neerlandés de Red Bull Max Verstappen, relegado a la segunda línea junto a su compañero de equipo mexicano Sergio Pérez.
“No esperábamos copar la primera línea” del tercer GP del 2021, reconoció Hamilton. “Hay que estar satisfechos”.
En un comienzo de temporada especialmente igualado, la menor ventaja es siempre bienvenida. Con una victoria y una pole cada uno, Hamilton y Verstappen mantienen trayectorias casi idénticas en este inicio del Mundial, con un punto más para el primero (el logrado por la vuelta rápida en GP de Emilia-Romaña).