El maestro Carlos Franco es el histórico abanderado de Paraguay en el golf. En 1998 ingresó a la principal gira del mundo, la PGA Tour, la más millonaria y competitiva a nivel masculino. A partir de 1999 se hizo jugador regular del circuito por más de una década, codeándose entre los mejores.

Rescata lo positivo de estar en el país, compartiendo con su familia más tiempo de lo habitual, que por sus constantes viajes y torneos le resultaba imposible en una situación de normalidad. Lo negativo es la falta de competencia, ya que todo está parado a causa de la pandemia del Covid-19.

“Estamos acá, no tenemos ingresos. El country está cerrado (su club en Arroyos y Esteros Carlos Franco Country Golf). No hay nada, solo pérdidas. No sabemos cómo vamos a llevar todo esto adelante. No tengo gente que juega. Todavía están trabajando un poco algunas personas. Es todo un tema, no es fácil”, dijo Franco.

Contó que llegó al país una semana y media antes de decretarse la cuarentena total a causa del coronavirus. Desde aquella vez, no ha salido ni una vez del club, donde entrena diariamente para no perder la forma. “Estoy internado prácticamente”, refirió. Informó que hay algunas fechas tentativas para dos torneos de la Gira Senior en Estados Unidos. Al respecto, destacó que “la PGA Tour nos ha dado una esperanza. La verdad que muchas ganas no tenemos de ir así. Cada día hay más infectados. Esa es la única noticia que tenemos los jugadores de la PGA Tour. Es una pena no estar trabajando, querer hacer las cosas y no poder”.

Carlos Franco afirmó que uno llega cuando puede y quiere. “Esto que hice (sus grandes conquistas) tiene un significado muy importante como golfista y deportista. Dejar siempre en alto a mi país, con humildad y mucho empeño”, refirió. Mencionó que a lo largo de su extensa carrera dejó muchas cosas por darle prioridad al golf. “Entró en mí y en el corazón de todos mis compatriotas del Paraguay. Nosotros los paraguayos somos muy orgullosos de representar a nuestro país. Somos pocos, pero buenos”, sentenció.