• Por Martín Villagra
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“Los tocayos Blas Zapag”, padre e hijo, viajan este domingo a Arabia Saudita. Tomarán parte del Dakar, el rally más famoso y difí­cil del mundo. Hacen escala en Dubái, Emiratos Árabes Unidos, donde pasarán el Año Nuevo. Posteriormente, se embarcan a la sede para las últimas pruebas, inspeccio­nes y trámites. La travesía implica ausentarse del país unos 20 días.

“Llevamos banderas para­guayas de todos los tamaños. Queremos que nuestro país se conozca y pregunten de dónde somos. Contar que el Dakar ya pasó por Paraguay. Para nosotros es un orgullo. Vamos a dar nuestro mejor esfuerzo”, dijo a La Nación Blas Zapag Peralta (hijo), quien hará su debut absoluto en motos. Su padre tendrá de copiloto a Juan José Sánchez en autos.

Saben del desierto saudí, con 90% de dunas y piedras. Un sol intenso, con calor prome­dio de 35 grados les espera a lo largo del desgastante itine­rario. Variables de frío hasta 4 grados bajo cero durante la noche, que deben conside­rar en las etapas largas. En la constancia y tranquilidad está el secreto. Sin desespera­ción. “Lo importante es pen­sar en el día a día. Ir supe­rando cada kilómetro con la cabeza fría”, agregó Zapag hijo.

Para Blas Zapag padre, la prioridad es cuidar la nave­gación, no perder tiempo si se presentan problemas. Autos y camionetas suelen trancarse en el desierto. Para Blas Zapag hijo, lo importante es tener su nueva moto inctacta, acele­rando con cuidado en la justa medida.

“Es un sueño encarar y supe­rar este desafío en moto. Mi viejo se acopló detrás mío. El objetivo es terminar la carrera. No pienso en nin­guna posición. Llegar a la meta y concluir los 12 días de carrera”, agregó el debutante.