Desolador es el panorama que se ve en lo que alguna vez fue pujante ciudad comercial, hace 14 meses que lo único que se observan en la ciudad de Alberdi, en el departamento de Ñeembucú, son comercios cerrados, en donde detrás de cada candado oxidado hay historias de familias que buscan la manera de subsistir.De la noche a la mañana la ciudad se convirtió en un pueblo fantasma, dejando a sus habitantes sumidos en la miseria y desesperación sin la esperanza de mejorar su situación.En la ciudad no hay industrias, ni otra fuente de trabajo que no sea el comercio por lo que la pandemia se ha ensañado con ellos dejándolos en el olvido y abandonados a su suerte incluso por las autoridades nacionales.Por Ariamne Roa