• Willian Legal

Transformar y cons­truir grandes consen­sos son los principa­les disparadores de Germán Rojas Irigoyen, presidente de Banco Basa, quien se define como un hombre que valora el trabajo, la honestidad y la construcción de relaciones basadas en la confianza. En su día a día, se centra en ges­tionar voluntades y priorida­des, entendiendo que detrás de cada logro hay historias y oportunidades que impac­tan positivamente en las per­sonas.

Con una destacada trayecto­ria en el sector financiero y presidente de uno de los ban­cos más importantes a nivel país, sueña ver en un futuro a Paraguay como referente de estabilidad y modernización financiera en la región. En una nueva entrega de Hace­dores, Germán Rojas con­versó con La Nación/Nación Media sobre los desafíos que presenta actualmente el sec­tor financiero. Destacó la importancia de la inclusión, la digitalización y la educa­ción financiera como pila­res para un desarrollo sos­tenible.

-¿Cómo se describe en lo personal y en lo profesio­nal?

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

-Creo profundamente en el valor del trabajo, en la pala­bra empeñada y en la impor­tancia de construir relaciones basadas en la confianza. Me adhiero al principio de gestio­nar voluntades, en lo posible administrar prioridades per­sonales en la gestión y conse­cución de los objetivos que se encomiendan.

A lo largo de los años he enten­dido que los números son importantes, pero que detrás de cada número hay una his­toria, una familia, una oportunidad de generar prosperi­dad a las personas y eso es lo que realmente le da sentido a este trabajo

-¿Cuáles son sus motivacio­nes a lo largo de su carrera?

-Siempre me motivó el desa­fío de construir y transfor­mar sobre la base de la gene­ración de grandes consensos. Desde mis primeros pasos en la administración pública hasta la actualidad en el sec­tor privado he buscado apor­tar para que las organizacio­nes sean más eficientes, más humanas y más orientadas a generar impacto positivo en su entorno. Ver crecer a las per­sonas y los lugares en donde sirvo es una de mis mayores satisfacciones.

-¿Qué filosofía de trabajo guía sus decisiones?

-Creo en la construcción de decisores basada en la cer­canía, en tomar decisiones con información, pero tam­bién con sensibilidad. Valoro mucho la coherencia: que lo que se dice se cumpla, y que los valores institucionales se reflejen en cada decisión. En Banco Basa, en ese sentido, promovemos una cultura de innovación responsable y de servicio al cliente con calidez, sin perder de vista la solidez financiera.

-¿Cómo equilibra su vida personal con las exigencias de su cargo?

-Es un ejercicio constante. Creo que uno nunca termina de encontrar el equilibrio perfecto, pero sí se puede ser consciente de su importan­cia. Para mí, la familia es un pilar fundamental. Procuro dedicar tiempo de calidad a los míos y mantener espacios de desconexión. Además, tengo pasatiempos que me ayudan a recargar energías.

-¿Qué legado le gustaría dejar en el sistema finan­ciero paraguayo?

-Me gustaría seguir contribu­yendo a un sistema financiero más moderno, más inclusivo y con una fuerte base ética. Que seamos capaces de acompañar el crecimiento del país, pero también de impulsar a los sec­tores que tradicionalmente han tenido menos acceso a servicios financieros. Y que Banco Basa sea visto como un actor relevante en ese proceso.

-¿Cómo evalúa el estado actual del sistema finan­ciero paraguayo?

-El sistema financiero para­guayo es sólido, prudente y con buenos niveles de capitaliza­ción. Hemos demostrado resi­liencia ante contextos com­plejos y seguimos creciendo, aunque aún enfrentamos desafíos importantes en tér­minos de inclusión financiera y digitalización. Hay mucho potencial para seguir moder­nizando servicios y llegar a más sectores.

-¿Considera que Paraguay necesita alguna reforma para potenciar su sistema financiero?

-Sí. Hay espacio para reformas que faciliten el acceso al cré­dito formal, la bancarización de segmentos más amplios de la población y la adopción de nuevas tecnologías. Tam­bién sería valioso contar con un marco regulatorio que promueva más competencia e innovación, sin perder de vista la estabilidad. Vivimos en una era en donde la veloci­dad de las transformaciones es bien dinámica, a diferencia de épocas pasadas, en donde es crucial una buena interacción entre el sistema y el ámbito de regulación.

-¿Qué importancia le da a la educación financiera en el desarrollo económico del país?

-Es clave. La educación finan­ciera permite a las personas tomar mejores decisiones, protegerse ante riesgos y pla­nificar su futuro. Desde Banco Basa venimos impulsando campañas y talleres porque entendemos que no basta con ofrecer productos; hay que enseñar a usarlos bien. Un país con ciudadanos financie­ramente educados es un país con más oportunidades.

-¿Qué desafíos identifica en la digitalización de los servicios financieros en Paraguay?

-El principal desafío es cerrar la brecha digital, tanto en infraestruc­tura como en habilida­des de uso. Pero al mismo tiempo es una gran oportunidad para acercar servi­cios a zonas rurales, a jóvenes emprendedores y a pequeñas empresas, que hoy tienen con la tecnología herramientas para generar oportunidades para una mejor calidad de vida. La digitalización bien enfocada puede ser un gran igualador de oportunidades.

-¿Cómo imagina el sistema financiero paraguayo den­tro de 10 años?

-Lo imagino mucho más digi­tal, interconectado y con una oferta de productos más diver­sificada. También veo un sis­tema donde la inclusión finan­ciera no sea solo un objetivo, sino una realidad, con nue­vos jugadores y mayor aper­tura a la inversión regional. Me gustaría ver a Paraguay como referente de estabilidad y modernización financiera en la región.

-¿Cuál es su visión sobre las oportunidades que tiene Paraguay con el grado de inversión?

-El grado de inversión es una herramienta de confianza que abre puertas. Permite acce­der a finan­ciamiento a menores cos­tos y atraer capitales que antes no mira­ban al país.

Pero hay que saber aprove­charlo. Debemos trabajar en fortalecer nuestras ins­tituciones, mantener disci­plina fiscal y proyectar estabilidad a largo plazo, que en otras palabras significa con­solidar ese logro.

-¿Qué estrategias se debe­rían implementar para atraer mayor inversión extranjera al país?

-Primero, garantizar previsi­bilidad en las reglas de juego, que hoy ya se valora en este momento de Paraguay. Este atractivo es visible para quie­nes ya están instalados y para quienes tienen intenciones de incorporarse. Segundo, invertir en capital humano e infraestructura, donde queda todavía un desafío impor­tante. Y tercero, simplificar los procesos para el estableci­miento de inversiones. Tam­bién es importante promover los sectores donde Para­guay tiene ventajas naturales: energía, agroindustria, ser­vicios logísticos y tecnología, sin dejar de perseve­rar en el proceso de institucionali­zación.

Perfil de Germán Rojas

Déjanos tus comentarios en Voiz