El Ministerio de Obras Públicas y Comunica­ciones (MOPC) anun­ció la construcción de una auto­pista elevada de 4 kilómetros que transformará la movili­dad urbana de toda el Área Metropolitana reduciendo los tiempos de entrada y salida a la capital. Esto, como parte del mejoramiento de las rutas Luque-Areguá y Luque-San Bernardino, hasta su conexión con la ruta PY02.

Amílcar Guillén, titular de la Dirección de Proyectos Estra­tégicos del MOPC, indicó que el megaproyecto será una de las prioridades de infraestructura de la cartera. “Estamos traba­jando en afinar los detalles téc­nicos del alcance de la obra. Esta pasará por toda la ciudad de Luque prácticamente y se pro­yecta a lo largo de la ruta de lo que sería Luque, Areguá, hasta Ypacaraí con otras obras com­plementarias porque el objetivo es generar una red vial estruc­turada”, dijo.

DESCONGESTIONAR

De esta manera, la solución está enfocada en mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos que se desplazan diariamente por estas zonas, optimizar la seguridad vial y descongestio­nar el tráfico en las zonas urba­nas de Asunción, Luque, Are­guá, Ypacaraí y San Bernardino. “La parte más importante, y la que más tiempo demora a nivel de travesía, se pasa sobre una autopista elevada”, comentó.

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La construcción se llevará a cabo bajo la Ley de Alianza Público-Privada (APP), y el con­sorcio es el que está a cargo de la explotación de la ruta PY02 (de Ypacaraí a Caaguazú) por los próximos 30 años. El grupo encargado es Rutas del Este (Sacyr + Ocho A), represen­tado por Juan Carlos Petten­gill, y representará una inver­sión de entre 180 y 200 millones de dólares.

PROYECTO DE ALTO IMPACTO

Amílcar Guillén

Amílcar Guillén, titular de la Dirección de Proyectos Estra­tégicos del MOPC, explicó a LN/NM que “uno de los mayo­res problemas que identifica­mos era poder tener una salida rápida de la capital y el Área Metropolitana e identificamos este proyecto como uno de muy alto impacto a nivel urbano tam­bién en el marco de inversiones de infraestructura”.

Añadió que el sector privado financiará el 100 % de la construcción y se encargará del mantenimiento en el marco de los años que dure el contrato. La ejecución estimada es de dos años y medio de obra, y habrá que considerar las expropiaciones o liberaciones correspon­dientes. Si bien siguen los ajustes finales, esperan poder iniciar los llamados a licitación para finales de julio. La solución está enfocada en mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos que se des­plazan diariamente por esta ruta, optimizar la seguridad vial y con­tribuir a la reducción de los tiempos de viaje de la ciudadanía.

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