Los gobernadores de varios departamentos manifestaron el impacto que tendrá el Plan 1.000, impulsado por el Gobierno para pavimentar 1.000 kilómetros de caminos urbanos a nivel país, que incidirá en el crecimiento económico y social en las comunidades. El proyecto se concretó ayer con el acuerdo suscrito por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) e Itaipú Binacional. El gobernador de Boquerón, Harold Bergen, considera que serán beneficiadas las pequeñas localidades que carecen de infraestructura vial.
“En el Chaco tenemos muchos problemas de polvo, lluvias y barro, eso va a facilitar la movilidad de los trabajadores que día a día deben trasladarse a sus puestos de trabajo, hospitales y escuelas, y lo deben hacer a varios kilómetros de distancia”, expresó en entrevista con medios del Estado.
La gobernadora de Paraguarí, Norma Zárate, afirmó: “Más de 1.000 kilómetros significa un movimiento económico importante, mano de obra porque la gente lo que quiere es trabajo y eso vamos a tener con este plan. Eso es lo que el Paraguay quería, trabajo y circulante, es lo que estamos teniendo”.
En tanto, el gobernador de Guairá, César Sosa, resaltó que la mejora vial es sinónimo de progreso. “Este plan va a generar un gran alivio a todos los productores frutihortícolas que también se están dinamizando de la mano del programa Hambre Cero y ahora con caminos de todo tiempo”, subrayó Sosa. Por su parte, el gobernador de Caaguazú, Marcelo Soto, hizo hincapié en la visión de desarrollo urbanístico y de reactivación económica del presidente de la República, Santiago Peña.
“Este es un proyecto bastante ambicioso, es una inversión histórica nunca antes vista, de 100 millones de dólares, destinada a las pequeñas y medianas empresas que, a su vez, van a poder emplear a la ciudadanía local. Esto es realmente histórico”, puntualizó.