Autoridades del Ministerio de Industria y Comercio (MIC) y del Centro de Industriales Metalúrgicos del Paraguay (CIME) analizan los desafíos del sector, las inversiones, infraestructura, promoción de la producción nacional y generación de empleos, entre otros, según publica la agencia IP. A tal efecto, el viceministro de Industria, Marco Riquelme, recibió al titular del Centro de Industriales Metalúrgicos del Paraguay (CIME), José Huidobro, en la sede ministerial.
Riquelme puntualizó que el sector metalúrgico es clave para el desarrollo, tiene la capacidad de mejorar la infraestructura eléctrica del país, como, por ejemplo, el armado y construcción de torres y subestaciones que garanticen la distribución de energía, proveyendo así mejor infraestructura y servicios para las industrias.
Al respecto, el titular del CIME, José Huidobro, destacó que la industria metalúrgica tiene un papel esencial en la economía, dinamizando el país a través de la generación de empleos y la producción nacional. A su vez, recalcó el interés del viceministro Riquelme en impulsar acciones conjuntas que promuevan el desarrollo sostenido del sector, según lo informado por el MIC.
APOYARÁN AL SECTOR OLERO
Por otra parte, el ministro de Industria y Comercio (MIC), Javier Giménez, anunció la instalación de una mesa de trabajo continuo con el sector olero, que involucra principalmente a los pobladores de la ciudad de Tobatí y alrededores, en el departamento de Cordillera, con el objetivo de propiciar un mayor desarrollo de la actividad.
“Tenemos una responsabilidad directa, un compromiso muy fuerte de venir acá para escuchar y entender los problemas, porque la olería es un sector muy importante, al ser un generador clave de empleo y desarrollo económico en la zona”, expresó Giménez durante una visita el viernes pasado. El titular del MIC comentó que están elaborando un relevamiento de datos en cada punto de la cadena, para buscar impulsar su competitividad, para que les sea más rentable producir ladrillo y mejorar el nivel de empleo.
El sector mueve cerca de 1.500 mipymes oleras detrás de cada ladrillo, con una cadena de trabajo que impacta directamente a entre 8.000 a 10.000 personas, atendiendo a que involucra a otros subsectores como el leñero, logístico y de la construcción.