La Dirección General del Tesoro Público, dependiente del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), informó que las solicitudes de transferencias de recursos correspondientes a la deuda flotante 2024 (con ingresos al 6 de enero de 2025), por un valor total de G. 751.982.230.777, se empezaron a procesar para la serie de pago en transcurso del pasado 8 de enero y continuará hasta el día viernes 17 de enero de 2025.
A través de la Fuente 10, recursos del Tesoro, el pago previsto será de G. 434.077 millones; con Fuente 20, recursos del crédito público, G. 206.502 millones, y Fuente 30, recursos institucionales G. 111.401 millones. El Ministerio de Economía informó al respecto que las solicitudes de transferencias de recursos con ingreso del 7 al 14 de enero serán incorporadas al calendario de pago para su cancelación.
En la extensa lista aparecen conceptos de pagos como productos alimenticios, medicamentos, inversiones, combustibles y lubricantes, servicios básicos, entre otros, de diversas entidades públicas como los ministerios de Salud, Educación, Obras Públicas, Agricultura, Defensa Pública, Universidad Nacional de Asunción, Cámara de Diputados, Diben, Contraloría, Dinavisa, Presidencia y Justicia Electoral. Puede verse en este enlace: https://www.mef.gov.py/consulta-ciudadana/calendario-de-pagos/pago-a-proveedores.
¿QUÉ ES UNA DEUDA FLOTANTE?
La deuda flotante son compromisos asumidos por las diferentes instituciones públicas que no podrán ser cancelados al 31 de diciembre y se trasladarán al siguiente ejercicio, para su pago a más tardar el 28 de febrero.
Desde la cartera económica resaltan el compromiso del Gobierno con la transparencia en los procesos pagos de la actual administración, tras cancelar sus compromisos correspondientes al ejercicio anterior y de esta forma otorgar previsibilidad financiera a los proveedores y acreedores del Estado.
No compromete la estabilidad financiera
Economista, no obstante, opinó que no se debe descuidar las finanzas públicas.
La Dirección General del Tesoro Público informó que las solicitudes de transferencias de recursos correspondientes a la deuda flotante 2024 por un valor total de G. 751.982 millones. Sobre si estos compromisos asumidos por el Estado a corto plazo podrían afectar la estabilidad de las finanzas públicas, el economista Wildo González afirmó que cuando la demora en el pago de las deudas toma más tiempo del previsto, esto puede generar problemas en el flujo financiero de las empresas proveedoras o contratistas del Estado, pero no compromete la estabilidad económica del país. “Esto más bien termina siendo un tema de gestión pública, no de acciones que comprometan la estabilidad del país. El no pago a tiempo puede comprometer los planes futuros de expansión e inversión del proveedor o contratista; esto, en caso de ser recurrente o de una magnitud considerable, puede afectar la inversión agregada y, por ende, disminuir el dinamismo de la economía en los sectores en los que operan estas empresas”, precisó.
Indicó que esto, adicionalmente, puede generar un incremento en la incertidumbre económica, y enfatizó que es bien conocido el efecto negativo y fuerte que esto tiene en el desempeño del crecimiento económico de una economía. “Su impacto negativo, muchas veces intenso, en el mercado laboral”, enfocó. Con respecto a cómo el Gobierno debe mejorar para evitar incumplir estos compromisos y, en el peor escenario, incrementar la deuda en el futuro, dijo que principalmente depende de una buena planificación financiera en la gestión pública, especialmente en la elaboración de presupuestos plurianuales. Expuso que estas acciones, ya tomadas por gobiernos pasados y por este, se encaminan a una política fiscal estable y predecible que no represente riesgo para la actividad económica ni comprometa los recursos destinados a diversos sectores: programas sociales, inversión pública y pago a proveedores y contratistas.