Harold Bedoya, representante residente del Banco Mundial, asegura que Paraguay puede jugar en las grandes ligas realizando mejoras en gobernanza, instituciones, infraestructura y capital humano, y aprovechando la resiliencia y el espíritu emprendedor de los paraguayos.

Harold Bedoya tiene una carrera amplia y diversa en el Banco Mundial (BM), habiendo ocupado diversas posicio­nes gerenciales en América Latina y Asia. Antes de asu­mir el rol de representante residente en Paraguay, donde arribó en agosto de este 2024, se desempeñó como gerente de operaciones para China, Mongolia y Corea y como asesor en la Unidad de Ser­vicios de Operaciones para la Región de Asia Oriental y el Pacífico.

El origen de Harold refleja una diversidad similar a la de su carrera, nació en Perú y fue criado en Puerto Rico. Hoy vive en Paraguay y dice que desde el primer día se sintió como en casa. En un mano a mano con La Nación/Nación Media, destacó la resiliencia y el espíritu emprendedor de los paraguayos, habló sobre el enfoque estratégico del BM en Paraguay, las perspectivas de crecimiento y las recomenda­ciones sobre el grado de inver­sión.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

–¿Hace cuánto está en Paraguay y qué opinión le merece el país y su gente?

–Llegué a Paraguay en agosto de este año y disfruto desde entonces de una gran expe­riencia cultural y gastronó­mica muy enriquecedora para mí y mi familia. Este país tiene una belleza natural y mucha historia en cada rincón que ya pude visitar desde mi lle­gada, por mencionar algunos: desde la histórica Chacarita, el impresionante Chaco y la pujante Encarnación.

Lo que más me impresionó fue el calor humano de su gente, los paraguayos son amables, acogedores y siempre dispues­tos a ayudar y compartir sus tradiciones. Su hospitalidad y calidez me hicieron sentir como en casa desde el primer día. ¡Me hallo!

–¿Podría nombrar una vir­tud de Paraguay y de los paraguayos que debería ser mejor aprovechada para su desarrollo?

–Una de las virtudes más des­tacadas de Paraguay es la resi­liencia y el espíritu empren­dedor de su población. Los paraguayos poseen una capa­cidad innata para enfrentar desafíos y encontrar solucio­nes innovadoras.

Esta característica, combi­nada con su fuerte sentido de colaboración y trabajo, es un recurso invaluable para el país. Aprovechar y potenciar este espíritu emprendedor es fundamental para impulsar la productividad, la innovación y el crecimiento económico.

–¿Cuál es el enfoque estra­tégico del Banco Mundial en Paraguay?

El Banco Mundial busca acompañar el crecimiento verde e inclusivo de Para­guay proveyendo financia­miento, compartiendo cono­cimiento, análisis y asistencia técnica, siempre centrándo­nos en áreas que el país consi­dera cruciales para su desarro­llo. Nuestra estrategia actual apoya la agenda de capital humano, infraestructura, mercados agrícolas y desa­rrollo sostenible. El programa también apoya en capacidad técnica y analítica a diversos ministerios y publica reportes económicos regularmente. La cartera en Paraguay incluye cinco proyectos por USD 545.3 millones.

–¿Qué tipo de proyectos se están financiando actual­mente y cómo contribuyen al desarrollo social y eco­nómico?

–El Proyecto Ñamyasai Salud y Familia que busca mejorar las Unidades de Salud Fami­liar y ampliar el acceso a ser­vicios de calidad en salud. El proyecto es implementado por el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MPSBS) con una inversión de USD 115 millones. En agricultura, el Proyecto de Inserción a los Mercados Agrarios (PIMA) se dedica a abrir nuevas opor­tunidades de comercio para los productores agrícolas y las comunidades indígenas. Este proyecto, que mejora el acceso a los mercados y brinda apoyo en momentos de emergencia, es ejecutado por el Ministe­rio de Agricultura y Ganade­ría (MAG).

En cuanto al sistema vial, el Proyecto de Conectividad del Transporte busca reducir los costos de conexión y elevar los niveles de seguridad vial en algunos tramos de carre­teras pavimentadas. Además, busca optimizar la planifica­ción y gestión de los activos viales del país. El Ministerio de Obras Públicas y Comu­nicaciones (MOPC) lo imple­menta y cuenta con USD 100 millones.

El Proyecto de Resiliencia Urbana en la Franja Costera de Asunción busca impul­sar la transformación de la Franja Costera de la ciudad de forma sostenible y resi­liente, revitalizando espacios como el Centro Histórico, el Parque Caballero y la Chaca­rita. Lo implementa el MOPC y dispone de USD 105 millo­nes. Finalmente, el Proyecto Tejiendo Apoyos para la Exce­lencia Educativa (TAPE) con una inversión de USD 125,3 millones, que se enfocará en elevar la calidad del entorno de aprendizaje tanto para estudiantes como para pro­fesores. Sus objetivos inclu­yen mejorar áreas cruciales como infraestructura, tecno­logía educativa, formación de docentes y evaluaciones aca­démicas.

–¿Cuáles son las perspecti­vas de crecimiento econó­mico para Paraguay en los próximos años?

–Las perspectivas económi­cas de Paraguay son positivas, con un crecimiento proyec­tado por un 3.6 % en el periodo 2025-2026. Este crecimiento estará respaldado por la inver­sión privada, apoyada por con­diciones financieras globa­les más amenas y también el reciente éxito de Paraguay de conseguir el grado de inver­sión de la calificadora Moody’s.

Las condiciones climáticas siguen siendo el principal riesgo para estas proyecciones, en lo que respecta a la produc­ción de soja y la generación de energía hidroeléctrica.

–¿En qué áreas específicas se prevé una mayor inter­vención del Banco Mundial en Paraguay en el futuro cercano?

–En los próximos años, nues­tro objetivo es continuar apo­yando a Paraguay en su trayec­toria de reducir la pobreza a través del crecimiento y de la creación de empleos de cali­dad, con una visión enfocada en la mejora de la productivi­dad a través de instituciones eficientes, servicios públicos de alta calidad y un entorno empresarial sólido. De manera que a su vez esto pueda fomen­tar un ecosistema que permita un crecimiento sostenible y resiliente mediante una ges­tión macrofiscal y de recur­sos naturales responsable, y que todas las personas pue­dan beneficiarse de este cre­cimiento.

–¿Qué recomendaciones hace el BM a Paraguay a partir del grado de inver­sión?

–El grado de inversión refleja los logros de estabilidad macroeconómica de Paraguay y una serie de reformas impor­tantes en los últimos años. Es clave seguir avanzando en esta dirección, principalmente con mejoras en la gobernanza y la calidad de las institucio­nes públicas, fortaleciendo la seguridad jurídica, el régimen de insolvencia y otros aspec­tos del ambiente de negocios y eliminar las distorsiones en el mercado laboral que impi­den una mayor formaliza­ción. Esto hará que Paraguay pueda dar el paso hacia un país de ingresos altos.

Paraguay enfrenta la nece­sidad de aumentar sustan­cialmente sus inversiones en infraestructura y capital humano, elementos esencia­les para impulsar el desarro­llo del país. Para lograr este objetivo, será fundamen­tal ampliar el espacio fiscal mediante una mejora en la eficiencia del gasto público y también una mayor recau­dación, manteniendo siem­pre la disciplina fiscal que ha caracterizado su gestión macroeconómica hasta el pre­sente. Muchas de estas refor­mas son obviamente difíci­les, pero necesarias para que Paraguay pueda aprovechar su potencial de ser un actor clave para la seguridad ali­mentaria a nivel global y ener­gética a nivel regional.

PERFIL

HAROLD BEDOYA

Es representante residente para el Banco Mundial en Paraguay.

Tiene una maestría en Comercio Internacional y Política de la Universi­dad George Mason y una licenciatura en Ciencias Económicas en la misma alta casa de estudios.

Fue economista en el Ser­vicio Agrícola Exterior del Departamento de Agricul­tura de los Estados Unidos.

Fue gerente de operaciones para China, Mongolia y Corea.

Fue asesor en la Unidad de Servicios de Operaciones para la Región de Asia Ori­ental y el Pacífico.

Déjanos tus comentarios en Voiz