Desde la Cámara Para­guaya de Exporta­dores de Sésamo (Capexse) explicaron que Paraguay sigue liderando la provisión mundial de chía gracias al buen trabajo que realiza el sector productivo y el comercial. Unos 73 países fueron compradores hasta el corte de octubre, siendo Esta­dos Unidos el mayor compra­dor con más de 10.000 tonela­das, seguido por los países de la Unión Europea, el mercado boliviano, entre otros.

Así lo indicó Gilberto Ozorio, titu­lar del gremio, quien se refi­rió al estimativo del consumo mundial, que rondaría entre 80.000 y 100.000 toneladas por año. “Paraguay ya está exportando más de 50.000 toneladas al año. Eso nos ubica en primer lugar y es lo que va tomando fuerza, esa estadís­tica va aumentando año a año, diría yo de forma sostenida”, sostuvo a la 920 AM.

Mencionó que se debe preser­var ese posicionamiento, pues la mayoría de los importado­res se encargan de fraccionar o industrializar. “Creo que se están haciendo bien las cosas, hasta el cierre de octubre ya se superaron esas 50.000 tone­ladas y la facturación de USD 118 millones que ingresaron en concepto de divisas por expor­taciones”, mencionó.

Ozorio agregó que la chía se caracteriza por una producción de mediana a mayor escala y si bien exis­ten pequeñas fincas, son menores a las del sésamo. El departamento de Canin­deyú es el de mayor produc­tividad, le sigue Alto Paraná, luego San Pedro, y otras zonas del Chaco, que este año podrían haber tenido mayor área de siembra aun­que sin los rindes esperados.

“Lo que siempre recomiendo es que hay que ir creciendo de manera sostenida y no hacer una producción de manera exagerada que pueda dejar los productos en manos de productores y exportadores”, manifestó. El sector está com­puesto por agricultores que tienen desde 5 a 10 hectáreas hasta los que siembran 4.000 a 5.000 hectáreas.

Por otro lado, el representante del rubro destacó que el princi­pal país comprador, el cual es EE. UU., aumentó exponen­cialmente su demanda porque las investigaciones demostra­ron que este producto sirve para llevar una vida saluda­ble en medio de la alimenta­ción en base a comidas rápidas.