Se entiende la bioecono­mía como un enfoque económico que utiliza recursos biológicos, renova­bles y sostenibles para la pro­ducción de alimentos, energía, productos y servicios. Se basa en la premisa de que es posible desarrollar procesos y produc­tos amigables con el medioam­biente, aprovechando la biotec­nología y la innovación para maximizar la eficiencia de los recursos naturales.

Así lo explicó a La Nación/ Nación Media Dominica Zavala, miembro del directo­rio de la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD), quien agregó que Paraguay es poseedor de grandes recursos naturales y cuenta con un patrimonio único que incluye algunos de los mayores sumideros de car­bono del mundo.

Aníbal Insfrán y Dominica Zavala

Recordó que el 44 % de nuestro territorio –18 millones de hec­táreas– está cubierto de árbo­les, principalmente bosques nativos y palmeras. Enfatizó que la biodiversidad en estos ecosistemas es extremada­mente rica y que Paraguay tiene la capacidad de alimen­tar a 100 millones de personas en todo el continente y más. “La producción agrícola es un motor clave de nuestra econo­mía y nos enorgullece estar entre los 10 mayores exporta­dores de carne vacuna a nivel mundial. En ese sentido, la AFD desempeña un papel cru­cial como banca de desarrollo, canalizando el financiamiento verde”, precisó.

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Zavala expresó que el enfoque de la banca se centra en finan­ciar proyectos verdes, fomen­tando la innovación y facili­tando el desarrollo de políticas que promuevan el uso sosteni­ble de los recursos biológicos, impulsando así una transición hacia un modelo económico más sostenible y resiliente.

CRÉDITOS VERDES

La directora de AFD explicó que existen créditos verdes otorgados por la entidad y agregó que implementan varias estrategias clave para garan­tizar que tengan un impacto positivo en el desarrollo del país, entre ellas, definir crite­rios estrictos para identificar qué proyectos califican como verdes, asegurando que real­mente contribuyan a la soste­nibilidad ambiental.

Aseguró además que es nece­sario contar con un sistema robusto de monitoreo y evalua­ción. “Esto permitirá hacer un seguimiento del progreso de los proyectos financiados y medir su impacto ambiental y socioe­conómico”, acotó y resaltó que “la transparencia es un tema fundamental”.

RECURSOS NATURALES

La superficie agrícola del país es de poco más de 30 millones de hectáreas (Censo 2022), la superficie forestal es de 17 millones de hectáreas (2022), distribuidas en bosques nati­vos que representan el 36 % de la superficie, palmeras 7,2 % y plantaciones forestales 0,5 % del territorio nacional, según datos del Instituto Forestal Nacional (Infona) y el Minis­terio de Agricultura y Gana­dería (MAG). La oferta bruta de energía en Paraguay es predominantemente renova­ble, alrededor del 76 % (40 % hidroenergía y 36 % biomasa), mientras que el 24 % restante está compuesto por derivados de petróleo importados, refiere un informe del Banco Intera­mericano de Desarrollo (BID). Exponen que paradójicamente el consumo final de energía es poco sostenible debido a la alta participación de derivados de petróleo (39 %) y biomasa no certificada (41 %). La electri­cidad representa solo 19 % del consumo final. El 60 % de la oferta es consumida a nivel local y el 24 % se exporta, de esta 97,1 % es electricidad y 2,9 % biomasa.

ECONOMÍA VERDE

El economista Aníbal Ins­frán dio su punto de vista a La Nación sobre la transición de nuestro país hacia la susten­tabilidad. Dijo que Paraguay es un país que tiene recur­sos naturales abundantes y que debería de fortalecer ese proceso para lograr una eco­nomía verde. “El mismo pre­sidente de la República, San­tiago Peña, en el principio de su discurso había hablado de Paraguay como una economía fuerte, verde y hoy estamos cre­ciendo hacia el desarrollo sos­tenible”, aseveró y agregó que Paraguay es uno de los pocos países en el mundo en contar con energía renovable a través de la energía hidroeléctrica.


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