- Por Melissa Palacios
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La ovinocultura paraguaya se proyecta con dos grandes objetivos para un mayor despegue y busca aprovechar su auge siendo acompañada por la capacitación. Por un lado, la genética se encuentra en un momento extraordinariamente bueno comparando con los países vecinos y, por el otro, los productores desean fomentar más producción de carne.
El titular de la Asociación Paraguaya de Criadores Ovinos (APCO), Dr. Luis Manuel Salinas, mencionó que desde el gremio se cuenta con la tarea de expandir la producción de carne ovina y mantener la línea de producir material genético para tener cada vez más reproductores.
“En cuanto a la carne, necesitamos más capacitación y preparación, así como establecer alianzas público privadas. Fomentar la instrucción de la cría”, mencionó acerca de la proteína de cordero y agregó que aún hace falta entender que sin capacitación la cría no prospera.
En la misma línea, la presidenta de la Asociación Texel Paraguay, Johanna Bottrell, dijo que trabajan en producir carne en mayor volumen y que el paraguayo se acostumbre a consumirla dentro de su dieta actual, el cual es el desafío país como raza. “Estamos trabajando en eso, ya que los mercados internacionales también están abiertos y tienen buen precio y nos gustaría salir a pelear con este producto”, agregó. Se debe enseñar a cada paraguayo a que consuma por lo menos una vez por semana este tipo de producto, señaló.
OPORTUNIDAD
En ese sentido, Bottrell precisó que no quieren desaprovechar la oportunidad que brindará el Frigorífico Victoria que permitirá probar en noviembre su ala ovina. “Estamos apretando un poco el acelerador, ajustando unos detalles para que esa oportunidad no se pierda y podamos demostrar que es un buen negocio además de que es rentable”, manifestó a La Nación/Nación Media.
Sobre el mejoramiento genético, dijo que las cabañas se preparan arduamente para traer otro termo de pajuelas desde el Reino Unido que ayudará a mejorar las majadas, tener corderos pesados o machos mejoradores. “En la parte genética hoy ya podemos contar con animales de material traído el año pasado y palpamos ese mejoramiento”, sostuvo.
Instó a todos los productores a volcarse al negocio de la carne ovina, porque lo que se necesita para abastecer al mercado internacional o el nacional que aún no está abastecido es tener volumen. “Los ganaderos que tienen grandes extensiones pueden preparar la comida, tener majadas de 500 o 1.000 cabezas”, sostuvo.
PRODUCCIÓN
Bottrell mencionó que las cifras actuales declaradas no llegan a la realidad, porque incluso se dan faenas desde establecimientos privados o de manera interna. “Pueden ser 3.000 cabezas mensuales aproximadamente, pero no hay mucha precisión”, subrayó.
Hoy los productores, tanto grandes como pequeños, se están interesando en los planes de manejo. “Estamos dando pasos firmes, pero nos falta mucho todavía a nivel país”, remarcó. Como raza uno de los desafíos es llegar a más departamentos y que los productores utilicen más machos como herramienta de producción de cordero.
La población de ovinos oscila entre los 1.500.000 y 2.500.000 cabezas aproximadamente y la Asociación de Texel posee unos 85 socios activos que producen alta genética y majadas comerciales. En tanto, la APCO aglutina a unos 400 socios distribuidos en diferentes departamentos.
CRECIMIENTO
El viceministro de Ganadería, Marcelo González, manifestó a LN/NM que desde la institución se hallan realizando capacitaciones a través de equipos técnicos en diferentes departamentos. “Todo pasa por el conocimiento y cómo desplegar las actividades de un rubro que uno quiere fomentar”, añadió.
Sumado a esto, González expresó que existe un crecimiento sostenido e importante en la mejora genética dentro del rubro, pero el aspecto en el cual deben volcarse es en la producción a escala. “Para que se tenga mayor disponibilidad de carne de cordero para restaurantes, cadenas o supermercados disponibles para el consumidor”, expuso.
En el marco de la regularización de los procesos se prosigue con la formalización del sector y es por eso que tienen potencial para atender la demanda internacional, ya que existen oportunidades en mercados del exterior, proceso que ya pasaron otras cadenas y en el que la ovinocultura ya está avanzando.