Una política enfocada a aprovechar la fuerza de trabajo de la población joven del país, la transición hacia una economía más formalizada y las reformas en la capacitación y formación laboral alienadas a la incorporación de nuevas inversiones y tecnología, figuran entre los principales desafíos del Paraguay para dar un salto en la calidad del empleo.
Así manifestó la ministra de Trabajo, Mónica Recalde, en la apertura del seminario internacional denominado “Paraguay: Desafíos de creación de empleo en un mundo de transformación tecnológica y digital”, organizado por la cartera de Trabajo y la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Dijo que la reciente adhesión del país al Acelerador Global de Empleo, impulsado por la OIT, una medida que se alinea con el objetivo del Gobierno de crear 500.000 nuevos empleos, según lo publicado por la agencia IP.
Indicó que este paso se da en un contexto en que se está transitando de una economía informal hacia la formalización laboral. “Estamos en un momento crucial en la transición hacia una economía más formalizada, y este proceso exige no solo reformas en la formación y capacitación, sino también un cambio cultural significativo que abordaremos en los próximos años”, apuntó.
Recalde manifestó que el enfoque del Gobierno se centra en adaptar las políticas laborales para fomentar nuevas formas de empleo y atraer inversiones que requieren una transformación tecnológica y cualificación de la mano de obra.
Frente a este escenario, el Ministerio de Trabajo y la OIT propiciaron el seminario internacional para discutir de manera integral las innovaciones tecnológicas, la creatividad y la integración de los jóvenes en estos nuevos sectores laborales. La ministra subrayó que la juventud paraguaya representa un potencial considerable para el desarrollo económico.
“Es fundamental que aprovechemos al máximo nuestro potencial juvenil, de lo contrario, podríamos perder una oportunidad crucial para el crecimiento y la modernización de nuestra economía”, concluyó.