Análisis agroclimá­tico estima la pre­sencia de preci­pitaciones y aumentos en la temperatura que influi­rán en la siembra y desarro­llo inicial de los cultivos de primavera-verano. El Insti­tuto de Biotecnología Agrí­cola (Inbio) examinó algunos parámetros de precipitación y temperatura, y analizó las posibles implicancias en el desarrollo de la siembra de cultivos de verano. De acuerdo con las estimacio­nes para el mes de setiembre se estiman niveles de pre­cipitación por debajo de los registros históricos habitua­les para este periodo. Aunque no se proyecta un descenso excesivo, se recomienda tener en cuenta este factor para la decisión de siembra.

La distribución y los acu­mulados de lluvia alcanzan valores óptimos durante el periodo comprendido entre el día 21 al 30, según el aná­lisis agroclimático del Inbio. De confirmarse el pronós­tico, se prevé una mayor dis­ponibilidad hídrica y en algu­nas áreas específicas podrían acumularse precipitaciones de entre 50 y 75 mm. También se estima el aumento de tem­peratura que puede influir en el inicio de siembra y de desa­rrollo de los cultivos de pri­mavera-verano, ocasionando estrés térmico en los cultivos además de propiciar la apari­ción de plagas y enfermedades.

MES DE OCTUBRE

Para el décimo mes se espera una elevada variabilidad en los patrones de precipitación a nivel nacional. Una gran parte del territorio presen­taría niveles de lluvia inferio­res a los habituales. Mientras que algunas áreas del sur de la región Oriental y del extremo oeste de la región Occidental registrarían precipitaciones equivalentes o levemente superiores a sus registros normales para este mes.

Las proyecciones climáticas indican una alta probabilidad de ocurrencia de olas de calor, lo que representaría un fac­tor de riesgo predominante en zonas con suelos arenosos, que tienen una menor capa­cidad de retención de agua.

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