Si bien las últimas pre­cipitaciones acumu­ladas apaciguaron el descenso sostenido del cau­dal hídrico, sobre todo en el río Paraguay, la alerta hidro­lógica persiste, así como la expectativa de alcanzar un inminente nuevo récord de bajante: el registro histórico data de 2021.

En este contexto, las barcazas ya circulan con limitaciones en las capacidades de trans­porte, al 60 % de carga, que impacta en el correcto fun­cionamiento de logística, generando sobrecostos, que se pueden traspasar a los con­sumidores finales.

Desde el Centro de Arma­dores Fluviales y Marítimos (Cafym), alertaron que la actual crisis hidrológica está afectando de manera severa el funcionamiento normal de logística, disminuyendo la capacidad de transporte no solamente en términos carga o bodega, sino que también en el tiempo insumido para cada viaje.

“Las empresas navieras también están empezando a ejercer cláusulas de sobre­costo por aguas bajas y se están evaluando diversas modalidades de transporte que podrían mitigar este impacto. Por ejemplo, el tras­bordo multimodal de merca­derías”, explicó el presidente de Cafym, Raúl Valdez, a La Nación/Nación Media.

De ahí que surge la preocupa­ción por el inicio de aumentos de precios en determinados productos importados. En tal sentido, entre los más impor­tantes que se traen a Paraguay únicamente del exterior se encuentra el combustible.

“El combustible que se importa para la distribución en las estaciones de servicios viene casi en 100 % a través de la hidrovía Paraguay-Pa­raná. Si existe alguna necesi­dad de hacer algún trasbordo o incrementar los costos de transporte, eso sería tras­ladado también a todos los actores de la cadena, depen­diendo de la proporción, aun­que todavía no se da el caso. Ese es el impacto que podría tener una situación tan crí­tica como la que estamos viviendo”, recalcó Valdez a LN/NM.

El titular de Cafym enfatizó además en que estamos cerca de alcanzar los niveles histó­ricos de bajante de 2021 y es inminente la llegada de una nueva marca. Aunque, a dife­rencia de aquel año, todavía se puede navegar debido a los constantes trabajos de dra­gado.

“La situación no nos toma desprevenidos. Con los tra­bajos que se vienen reali­zando desde el 2021 en cola­boración con el Ministerio de Obras Públicas y Comu­nicaciones y la Administra­ción Nacional de Navega­ción y Puertos, calculamos de que hemos ganado entre 1 y 2 pies de calado de Asunción al norte, y entre 2 y 3 pies de calado hacia el sur, que nos permite navegar todavía en esas condiciones”, detalló.

La crisis actual de bajante reafirma, a criterio de Raúl Valdez, la necesidad de implementar un “plan maestro de vías navegables” que sirva para mitigar los efectos. “Se está trabajando en este plan, pero no aún con la estructura que requiere a largo plazo y con inversio­nes de mayor envergadura, que son sumamente nece­sarias y relativamente bajas en comparación a los benefi­cios que pueden suponer al comercio exterior”, añadió a LN/NM.

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