En el mercado de las tarjetas de crédito, especialmente los segmentos de menores ingresos, se tiene aún gran potencial para crecer en términos de participación y uso, dijo el analista financiero Stan Canova. Resaltó la necesidad de educación financiera a la hora de utilizar correctamente este instrumento de financiación.
La clave, a criterio del experto, es ser consciente de la capacidad particular de ingresos y evitar “estirar” los pagos para acumular intereses. Según el Banco Central del Paraguay, los plásticos activos en el mercado se incrementó a lo largo de los meses: hasta junio, ya había 1.339.607 tarjetas activas, una cifra récord. “Es aún poco, puesto que somos en Paraguay 3.500.000 personas, económicamente activas. Aún hay mucho campo de crecimiento con las tarjetas de crédito. Si bien en Asunción es una realidad, habría que ver otros puntos del país. Se trata de instrumentos muy válidos de financiamiento”, explicó a Unicanal.
Afirmó que fue la ley implementada para tarjetas hace ya 10 años lo que permitió que las tasas de interés continúen descendiendo hasta ubicarse en 15,41 % (tope para agosto) y se desarrolle el auge en el uso de estos instrumentos de financiación.
“Es un crédito que es mucho más barato que un préstamo de consumo. Es bastante beneficioso en tema de costos y hay que sumarle los beneficios: descuentos y reintegros. El problema está en la conducta al utilizar la tarjeta contra la capacidad de pago”, agregó. Recordó que la clave a la hora de usar las tarjetas de crédito es ser conscientes de la capacidad particular de ingresos y de ahí partir a las costumbres de gastos o consumo.