Desde la Cámara Para­guaya de Seguridad Industrial (Capasi) resaltaron que con los gran­des desafíos actuales reque­rimos de normas y reglamen­taciones actualizadas frente a los riesgos de incendios.

Esto, considerando los gran­des emprendimientos edili­cios en el país que requieren de autoridades responsables y comprometidas con la pre­vención de incendios. Toda la ciudadanía deberá asumir en conjunto el cumplimiento de las reglamentaciones y nor­mas de manera que tengan los márgenes de seguridad en prevención de incendios adecuados para velar por el bienestar de todos.

Así lo indicó a La Nación/Nación Media el presidente de la Capasi, Fernando Ayala, quien comentó que se avanzó mucho en materia de control, pero falta mucho más. “Las ordenanzas municipales exi­gen la instalación de equipos de seguridad y prevención, pero hay que entender que el combate se divide en tres par­tes que son la prevención, eva­cuación y combate”, explicó.

Mencionó que el trágico suceso del 1 de agosto de 2004 ocurrido con el Ycuá Bolaños, donde más de 400 personas perdieron la vida, no solo fue un hecho aislado, porque las consecuencias tienen conno­taciones muchas veces no visi­bilizadas a primera vista, tales como el daño al ambiente, la pérdida de confiabilidad de una empresa afectada por un incendio, que inclusive le puede llevar a la quiebra.

Los datos de estadísticas actuales reflejan que no ter­minamos de aprender o no podemos capitalizar las expe­riencias. En los dos últimos años, cerca de mil niños y ado­lescentes y más de quinientos adultos mejoraron su calidad de vida tras intervenciones quirúrgicas por quemaduras.

Las atenciones en urgencias y las curaciones realizadas superan las 23 mil personas asistidas. Desde el 2013 hasta julio de 2016, fueron realiza­das 1.468 cirugías plásticas reconstructivas, sobre todo en el interior del país. Durante la administración 2018-2023 en el marco de un programa fueron atendidas 5.825 per­sonas.

Entre los avances, se dio la promulgación de la orde­nanza 468/14 del año 2014, en la cual se introdujo como requisito la instalación de los rociadores automáticos, con­forme al uso, al riesgo y a la envergadura de la edificación.

En el año 2023 se dictó la norma paraguaya que esta­bleció los criterios técnicos para la instalación de los sis­temas de extinción automá­tica: los rociadores.

“Hoy las normas de seguridad no son obligatorias y tiene que haber un decreto que las haga obligatorias, principalmente el Ministerio de Industria y Comercio”, puntualizó Ayala.

La presidenta del ente enfatizó que es fundamental invertir en seguridad.

La presidenta del Instituto Nacional de Tecnología y Normalización (INTN), Lira Giménez, afirmó que Paraguay todavía precisa madurar mucho la seguridad industrial y que el mercado tenga mayor regulación.

Actualmente se encuentran en un proceso de mejorar los controles en el sector y afianzar el sello de calidad en la búsqueda de mejores normas de seguridad con­tra incendios que sean ade­cuadas al mercado y los pro­ductos.

“Se trata de hacer obligato­rias algunas normativas que tienen que ver con la seguri­dad, fortalecer ese proceso”, comentó, agregando que las normas de rociadores si bien no están implementadas, ya están prestas y disponibles.

Giménez se refirió a los municipios, pues estos cuen­tan con autonomía, pero esto debe ser a nivel país. “Noso­tros tenemos que tener segu­ridad en todas las regiones y zonas del país. Tenemos que trabajar con la cultura de que invertir en seguridad es fun­damental”, dijo.

La directora del INTN acotó que muchos edificios ya cum­plen de manera voluntaria con el uso de rociadores debido a exigencias de los holdings a los que pertenecen, pero se tendría que analizar la nece­sidad de hacerlo obligatorio. Resaltó que representa una inversión, no un costo, evitán­dose así tragedias, desgracias o accidentes que pueden enlu­tar a familias.

En este proceso todos deben tener la conciencia de traba­jar coordinadamente para dar mayor seguridad a los ciudadanos. En seguridad industrial, el INTN se aboca en ir controlando el uso de los agentes extintores para que el sector sea serio y el mercado tenga garantía, e igualmente avanzan en las medidas de control del ámbito eléctrico.

“Estamos elaborando las normas con los organismos reguladores, desarrollando la base normativa como, por ejemplo, para el amoníaco, entre otros gases industria­les que después nos va a ser­vir para reglamentar”, deta­lló. El sector privado debe tener la conciencia de que trabajar bajo normas exi­gentes es una garantía para todos, y no se trata de abara­tar costos en detrimento de la seguridad. “Es un proceso en el que todos tenemos que mejorar y trabajar coordina­damente para darle mayor seguridad a nuestra gente”, finalizó Giménez.

La instalación de sistema de rociadores automáticos hoy salva vidas.

El ingeniero Guillermo Cáce­res, capacitador de la Cámara Paraguaya de Seguridad Industrial (Capasi), se refi­rió a los avances que estamos logrando en el ámbito de la prevención contra incendios a nivel país y resaltó que Para­guay es un gran precursor de poder subir el estándar y ele­var la vara en lo que son los sistemas de protección.

Lo que ocurrió con el Ycuá Bolaños dejó una enseñanza de lo drástico que puede ser desatender este sistema de protección para la vida. “Aun­que hemos avanzado mucho, todavía hay mucho camino por recorrer”, afirmó. Den­tro del campo de la protec­ción contra incendios ahora se avanza en la parte de insta­lación del sistema de rociado­res. “Sabemos que Paraguay se está yendo en vertical. Cada vez están saliendo proyectos que rompen récords de lo que es la altura. Entonces se deben tomar en cuenta las norma­tivas internacionales que ya tienen experiencia con este tipo de edificaciones”, dijo.

Agregó que hoy el sistema de rociadores automáticos salva vidas. “Eso está mun­dialmente aceptado, sucede en Europa, en Estados Uni­dos, en todos los lugares. El sistema más seguro a nivel de salvar vidas es el sistema de rociadores automático”, detalló. El sistema de detec­ción electrónico lo que hace es una evacuación dando un aviso temprano para que la gente evacúe, pero en caso de que no se pueda realizar toda la evacuación o existan personas quedando atra­padas, lo único que puede salvar vidas y también los activos son los sistemas de rociadores automáticos.

En ese sentido, añadió que para que sea realmente efi­ciente y cumpla su come­tido, debe estar bien pro­yectado, bien ejecutado y también mantenido a través del tiempo con un plan de inspección, prueba y man­tenimiento como lo esta­blece la norma paraguaya de Rociadores 21 048 23 en su capítulo 19.

“Sería además de vital impor­tancia que podamos tener apoyo gubernamental como, por ejemplo, el del municipio de Asunción, sobre todo para que todas las normativas que se están escribiendo a través del INTN, etcétera, entren en vigencia y sean adoptadas por la Ordenanza Municipal que data de 2014 y que ya se encuentra muy desactualizada. Entonces, las normas del INTN deberían ser de estricto cumplimiento y para eso se debe reglamentar; si no, no deja de ser una mera recomendación”, puntualizó.

Se puede intercambiar conocimientos de normas y reglamentaciones sobre los sistemas utilizados en otros países.

La Capasi trabaja con la Red Latinoamericana de Protec­ción Contra Incendio (Latam PCI). Con ello se fortalece la alianza regional para impul­sar una nueva forma de perci­bir la seguridad contra incen­dios desde un punto de vista social, técnico y normativo.

El ingeniero Carlos Halke, secretario de la Latam PCI, explicó que esto es muy impor­tante, ya que se puede inter­cambiar información y cono­cimientos a través de todas las normas y reglamentaciones sobre los sistemas utilizados en todos los países de la región.

“Al formar parte de esta red somos uno de los países que tenemos una presencia impor­tante atendiendo a que en nuestro país tenemos regula­ciones acordes a las exigencias para mantener un nivel razo­nable de seguridad en todas las edificaciones”, expresó. Con respecto a la situación de Paraguay en el rubro, dijo que, si bien tenemos normati­vas, todavía nos falta la capacidad tanto de conciencia y res­peto de las reglamentaciones por todos, tanto profesiona­les como empresarios e inver­sores. “Todavía necesitamos esa buena concienciación de manera de valorar lo que repre­senta tener un sistema que represente un nivel razonable de seguridad en cuanto a pre­vención y conciencia”, sostuvo.

Dentro de ese contexto, agregó que quizás nos falte una mayor difusión, además de tener mayores herramientas y más profesionales que se dedi­quen al área de manera que eso pueda tener una mayor expansión a nivel país.

Resaltó la importancia de poder participar de eventos internacionales como foros, simposios, seminarios, inclu­sive la posibilidad de que com­patriotas nuestros puedan asistir a eventos en el cual puedan ir adquiriendo mucho conocimiento sobre el área.

Halke mencionó que ya están dadas las bases para que el año que viene la Organización de las Naciones Unidas pueda promulgar el 8 de octubre como Día Internacional de la Prevención contra Incendios.

“De esta manera podemos concienciar y podemos tam­bién tener una percepción de la ciudadanía sobre lo que representa la seguridad de prevención contra incendios”, aseguró, pues lo que hace a la prevención contra incen­dios es una tarea que muchas veces no es dimensionada en su justa medida, ya que es una inversión, teniendo en cuenta que si llega a ser necesario uti­lizarla el sistema tiene que funcionar óptimamente, y no tener ninguna posibili­dad de que no funcione ade­cuadamente.