Pese a que los productos frutihortícolas cedieron levemente en los últimos dos meses, continúan en niveles elevados, así, con los aumentos que se registraron en el segmento de los servicios, la inflación de julio cerró en 0,1 % y su acumulación en el año alcanzó 2,9 %, mientras que la variación interanual se ubicó en 4,4 %, que es mayor al resultado del último mes (4,3 %) y del mismo periodo del año anterior (4,3 %).
Según técnicos del Banco Central del Paraguay (BCP), este comportamiento o trayectoria de la inflación es compatible con la meta que se tiene para el cierre del año. La evolución de los precios de consumo en julio estuvo caracterizada nuevamente por una leve reducción o variación negativa de los rubros volátiles o productos frutihortícolas, que alcanzó el -2,6 %, aunque, hasta julio, este segmento viene acumulando una variación o incremento del 13,8 %, que en términos interanuales escala hasta un 36,2 %.
Así, los precios de las frutas y verduras se mantienen aún en niveles elevados, pese a que cedieron levemente desde junio. El economista jefe del BCP, Miguel Mora, recordó durante la presentación de los resultados del Índice de Precios al Consumidor (BCP), que los rubros volátiles están condicionados por la oferta y la demanda.
De ahí que, tras atravesar por restricciones en la oferta y condiciones climáticas adversas, los precios se desaceleraron levemente, pero permanecen en niveles elevados. “Se redujeron en 2,6 %, si miramos la tasa acumulada. Pero, todo el conjunto ha aumento en 36, 2 % en términos interanuales”, recalcó.
A su vez, los servicios también registraron un incremento de 0,5 %, que se explica principalmente por aumentos en los segmentos de vacaciones y turismo, servicios doméstico, internet, televisión y telefonía móvil. “Se habla de un aumento interanual del 3,3 %. En términos generales, su comportamiento o la trayectoria es compatible con la proyección que se tiene para cerrar el año, de 4 %”, añadió Mora.
En el informe del Índice de Precios al Consumidor (IPC) también se volvieron a notar aumentos de precios en los bienes durables de la canasta, como automóviles (5,8 %), al igual que repuestos y accesorios y equipos informáticos.